El Asesino de Valeria Gastaldi


A Carlos Kramer lo invitaron a una fiesta de disfraces, algo habitual en el Mundo Quesón. En un primer momento pensó en disfrazarse de Largo, el mayordomo de la Familia Addams, un personaje que ya había interpretado muchas veces, acorde con sus dos metros de altura y sus pies talle cincuenta y pico. Pero al ver el traje lo descartó, ya lo había usado muchas veces, entonces se disfrazó del Conde Drácula.
- ¡Soy Carlos, el Vampiro Quesón de Popstars! – gritó Carlos mientras se probaba el disfraz, que le quedó perfecto.
Tras comer un delicioso Queso Gruyere, Carlos se fue a la fiesta, organizada por la Fundación Dumitrescu, para recaudar fondos para la Corona Británica. La fiesta estaba repleta de cuadros y retratos de la reina Isabel, y de la familia real británica.
- The Crown needs you, The Queen thanks you and blesses you – decía los carteles – La Corona te necesita, la Reina te lo agradece y te bendice.
Mientras disfrutaba de unos buenos cubos de Queso, Parmesano, Gruyere, Fontina y Edam, Carlos veía los carteles que se exhibían en el salón. 
- Como puede ser que esta tipa, que esta podrida en guita y es multimillonaria, pida fondos para la corona británica – dijo una voz detrás de Carlos.


Carlos se dio vuelta y reconoció a quien dijo eso, era Valeria Gastaldi, ex integrante de la mítica y legendaria banda pop “Bandana” surgida del programa “Popstars”.
- ¡Valeria Gastaldi! – exclamó Carlos - ¡Yo participé del casting de Popstars en 2002! ¡Admiraba a las Bandana! Soy Carlos, Carlos Kramer.
- ¿Y a este Queso quien lo conoce? – dijo Gastaldi en forma despectiva, sin siquiera mirar a Carlos, demostrando un desprecio total, siguió caminando como si nada – Mira si le voy a dar bola por haber estado en un casting de Popstars hace más de quince años. Ja, ja, seguí ahí Conde Drácula.
Gastaldi siguió caminando mientras Carlos se quedó masticando bronca, sintiéndose humillado. Pasaron un par de horas, Gastaldi se retiraba del festival, fastidiada porque sentía que todo eso era una mierda, y se lamentaba haber ido.
- Una basura todo esto. Voy a denunciar a esta Fundación Dumitrescu.
Mientras buscaba a su chofer para volver a la mansión donde vivía, caminaba por un gran estacionamiento, Gastaldi sintió como si una enorme figura la estuviera siguiendo. Se dio vuelta, no había nadie. Siguió caminando, sentía lo mismo. Se volvió a dar vuelta, no había nadie. Siguió caminando, pero al llegar al auto, el chofer no estaba, y entonces ante ella, apareció el Conde Drácula, o mejor dicho, Carlos Kramer.


- Ya vas a conocer a este Queso – le dijo Carlos Kramer, y emulando a Drácula, el Quesón le mordió el cuello.
- ¡Aaaaaayyyyyyyyyyyyyyyy! – gritó Gastaldi, que al sufrir la mordida, comenzó a sentir un gran sueño, un profundo sueño, y quedó totalmente inconsciente.
Tardo en volver en sí, cuando lo hizo estaba en una habitación muy oscura, rodeada de grandes Quesos, parecía una mansión del siglo XIX, esas mansiones propias de las películas de terror.
- Bienvenida a la Estancia “Los Carlos” (1). Soy Carlos Kramer, el Quesón de Popstars, o el Vampiro Quesón, como quieras llamarme.
- ¿Qué queres de mí, monstruo horrible? ¡Socorro! ¡Auxilio! ¡Ayudenme!
- No grites, no hay ningún otro ser humano en cincuenta kilómetros a la redonda, ja, ja, solo dos personas, el Quesón y la Quesoneada, y eso es lo que quiero de vos: quesonearte, no pensaba hacerlo, no figurabas en las listas de mis potenciales víctimas, generalmente mujeres desconocidas, pero vos fuiste quien me despreció y eso se paga de una sola manera: con un Queso.
- ¡Nooooooooooooooooooooooooo! – gritó desesperada Valeria Gastaldi.


Un Queso cayó del techo encima de Valeria, y a continuación, Carlos puso sus olorosos pies encima de ella. Era Queso puro, puro, el olor más fuerte, rancio, apestoso y asfixiante que podamos imaginar. Gastaldi gritó de terror y se resistía a oler el Queso de Carlos, pero el tamaño de los pies es de tal magnitud (normalmente Carlos Kramer calza 50, pero cuando quesonea el tamaño de los pies llega a 52), que termina vencida por el olor a Queso, y sometida al mismo. 
Carlos se tiró encima de ella, y la penetró en forma salvaje, mientras Gastaldi no paraba de gritar. El sexo fue intenso, aunque a Carlos no le gustó del todo: demasiados gritos por parte de Gastaldi. Por eso, en un momento, interrumpió el coito, tomó el cuchillo con los guantes negros y levantó el arma.
- Pudimos haber disfrutado de esto, pero preferistes dar esos gritos horribles, me tenes podrido Gastaldi, ahora serás apuñalada.
- ¡Nooooooooooooooooooooooooo! – gritó desesperada Valeria Gastaldi.


Y entonces Carlos empezó a apuñalarla, fueron más de cien cuchillazos, uno tras otro, efectuados de manera violenta y salvaje, con heridas en todo el cuerpo, la sangre brotó por todos lados, todo se inundó de sangre.
- Queso – dijo Carlos Kramer mientras tiraba el Queso sobre el cadáver de Gastaldi.
Carlos dejó pasar un día, y al día siguiente, regresó a la Ciudad de Buenos Aires, para retomar su trabajo en Avón. El cadáver de Gastaldi quedó flotando en el Río Salado, Queso incluído, nunca más se supo de el.
Dicen que Leia declaró “es sangre impura, no nos sirve” y entonces para justificar su ausencia se inventó una revelación de carácter religiosa y espiritual.
El Comisario Miguel se encargó de difundir la noticia “Valeria Gastaldi, ex Bandana, retirada de la vida pública, en un monasterio de Austria, no tendrá más contacto con el mundo exterior”.



Comentarios

  1. No hay caso, Leia no puede reemplazar a Lady Dumitrescu, aunque podría intentar usar el bikini de metal, de El regreso del Jedi.
    Despreció a un postulante de Popstar y amenazó con denunciar a la Fundación Dumitrescu, fundación que parece tener un secreto propósito.
    Y así le fue, hasta su sangre fue despreciada. Aunque Kramer podría haber tenido sexo aún luego de matarla.

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  2. ahora que Carlos Kramer asesine también a las demas ex Bandana, sería un gran favor para la humanidad

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  3. Carlos Kramer, esposo, padre y asesino

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