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Mostrando las entradas de junio, 2018

El Asesino de Sol Perez

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La sociedad continuaba conmocionada por el asesinato de Guillermina Valdés, la esposa de Marcelo Tinelli, cuando otro asesinato conmocionó a la opinión pública, el de Natacha Jaitt. Mucho revuelo provocó el asesinato de Natacha Jaitt. Aunque fueron muchos también los políticos, empresarios y deportistas que respiraron aliviados. “No fue un asesinato, fue una ejecución, un ajusticiamiento, un acto de justicia” dijo Jorge Rial “el que asesinó a Natacha Jaitt no debería ser considerado un asesino, sino un verdugo”. “No es de extrañar que este asesinato nunca se resuelva” dijo Alejandro Fantino “muchos respiran aliviados al saber que a Natacha Jaitt la asesinaron y le tiraron un Queso”. Para ellos el asesino de Natacha Jaitt era un héroe, alguien que vino para hacer justicia. Sabían que era muy probable que Valdes y Jaitt fueran víctimas del mismo criminal, pero se hacían los boludos. Mostraban indignación por el primer crimen, pero satisfacción por el segundo. El ase

El Asesino de Ursula Vargues

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Ursula Vargues podría haber sido una gran modelo y conductora de la TV argentina, pero cometió la imprudencia de hacer comentarios de corte antisemita, y por eso la echaron de todos lados, repudiada en forma masiva por todos los medios. Dicen que apenas unos días después de tal escandalo, Vargues estaba en su departamento, totalmente entregada a la bebida. Y no precisamente vino, tampoco cerveza, sino whisky. El departamento parecía una destilería escocesa. Un whisky tras otro whisky. Sonó el timbre. Vargues dijo, con voz de borracha… - Pase, pase, la puerta esta abierta. Y efectivamente por la puerta entró un hombre muy alto, corpulento tirando a gordo, con pies muy grandes. Tenía toda la apariencia de un rugbier. Y efectivamente era un rugbier. No un rugbier cualquiera. Estamos hablando de Carlos Ignacio Fernández Lobbe, el mítico “Nacho” de Los Pumas. El estado de ebriedad de Ursula Vargues era tal que no se dio cuenta que el rugbier tenía guantes negros, y con

El Asesino de Maria Vazquez

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Esto que voy a contaros ocurrió en el tiempo en que la sociedad en general, y el mundo del deporte en particular, estaba conmocionada por los asesinatos del “El Rugbier Quesón” (como lo llamaba la prensa), un sanguinario asesino serial que apuñalaba esposas o novias de jugadores de rugby, y que sobre su cádaver arrojaba un Queso. Ocurrió entonces que, como todos los años en el mes de noviembre, se estaba desarrollando en Buenos Aires el Abierto de Polo, en el campo dedicado a ese deporte en la zona de Palermo (o Las Cañitas como también se conoce a esa zona). Al Abierto de Polo concurren diferentes personalidades del jet set local. Entre los que concurrieron en la oportunidad que voy a contaros, estaban tres jugadores de “Los Pumas”, la selección argentina de rugby. Estamos hablando de Gonzalo Longo, Santiago Phelan y Carlos Ignacio Fernández Lobbe (“Nacho Lobbe”). Las esposas de los tres habían sido víctimas del “Rugbier Quesón” por eso su presencia generó respeto, una suerte

El Asesino de Marcela Pagano

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Erase una vez una periodista muy tilinga llamada Marcela Pagano, que se creía una sabelotodo, siempre dispuesta a aparecer “la mejor alumna” (como aquella vieja y clásica película de Lolita Torres, “La Mejor del Colegio”). No había tema donde no quisiera figurar sea lo que sea. Incluso el fútbol, un tema muy sensible para la opinión pública, del que no sabía absolutamente nada.  Lo cierto es que a Pagano no le iba nada mal. Escribía en un prestigioso diario y participaba en uno de los noticieros centrales de un gran monopolio mediático. Este grupo de medios era, según la opinión de muchos, prácticamente el que manejaba el país. Desobedecía leyes y ponía presidentes. “Ningún gobierno resiste una tapa de Clarín” se decía… Pero volvamos a Pagano. Aquel día, del que hacemos referencia en este relato, la periodista opinó y opino demasiado de un caso que había conmocionado mucho a la opinión pública unos años antes: el asesinato de la top model Valeria Mazza. “La decapitaron en