QUESONES (LOS CARLOS ASESINOS)
EL MUNDO QUESÓN
QUESONES (CARLOS ASESINOS)
(Post publicado originalmente en 2021, versión extendida, actualizada, corregida y mejorada)
DE QUE TRATA BLOG “CUENTOS SANGRIENTOS”
El
blog “Cuentos Sangrientos” es el sitio donde se alojan los Relatos
Quesones, una serie de fanfics muy delirantes, de alto contenido
bizarro, que son una mezcla de terror, suspenso, slasher, gore, sexo,
pies, crimen, fantasía, ciencia ficción y mucho QUESO, todo a nivel
extremo de humor e ironía.
Siempre
son fanfics, o sea relatos breves totalmente ficticios, con personajes
reales (famosos y famosas de la moda, el espectáculo, el deporte y los
medios) como protagonistas centrales. Ficción pura, hechas con respeto,
solo con ánimo de divertir o parodiar situaciones o contextos.
QUESONES, QUESONEADAS, QUESONAS Y QUESONEADOS
Los
protagonistas principales son los Quesones (los Carlos Asesinos) un
grupo de hombres altos y patones, siempre llamados Carlos, todos
asesinos seriales de mujeres, que cometen sus asesinatos, por lo general
deportistas, modelos y mediáticos, descriptos con pies de tallas
grandes y siempre muy olorosos.
Sus
víctimas – llamadas las “Quesoneadas” – son mujeres famosas del
espectáculo, la moda y los medios de Argentina (predominante), América y
el Mundo, siempre reales con versiones estereotipadas y ficcionadas.
La contrapartida femenina de los Quesones, son las Quesonas, asesinas seriales de hombres, llamadas Carla, con especial predilección por asesinar deportistas y modelos, como víctimas principales (los “Quesoneados”), también protagonistas de las fan fics.
De esta manera, las fan fics con Quesones y Quesoneadas, se titulan “El Asesino de…” (y el nombre de la víctima) como “El Asesino de Valeria Mazza” y las de las Quesonas y Quesoneados, “La Asesina de…” como por ejemplo, “La Asesina de Emanuel Ginóbili”, hay excepciones, como los relatos genéricos, cuando las víctimas no son famosas ni famosos, o al tratarse de crímenes múltiples, como el Halloween Sangriento de Carlos Matías Sandes.
COMO SON LOS RELATOS QUESONES
Cada
relato, sigue una estructura narrativa clásica, QUESÓN, QUESO y
QUESONEADA, los Quesones cometen sus crímenes con un ritual muy clásico,
cuyas características principales y genéricas son
1)
Pies, las víctimas son sometidas a los pies de los Quesones, que las
obligan a oler, lamer, besar y chupar sus pies (los de los Carlos), el
olor a Queso de los pies actúan como feromonas, un estímulo sexual donde
la víctima lejos de vivir el sometimiento como un acto de violencia, lo
viven con gozo y satisfacción, tras superar alguna impresión inicial
poco favorable.
2) Sexo, generalmente el culto a los pies, es sucedido por una intensa relación sexual, el Quesón ofrece una virilidad suprema que la Quesoneada siempre vive como un acto de felicidad suprema y gozo absoluto. El sexo muchas veces es descripto en forma intensa y apasionada, aunque suele haber excepciones, con relaciones breves o poco satisfactorias.
3) Crimen, el momento en que el Quesón comete el asesinato, los modos son múltiples, cada Carlos suele tener un modo o estilo personal característico, pero siempre más o menos tradicionales, apuñalamientos, degollaciones o decapitaciones con grandes cuchillos, puñales, espadas o machetes, (la gran mayoría de los casos, superando tres cuartas partes de los mismos), los demás incluyen estrangulaciones (con soga, cuerdas o manos) y también a mujeres acribilladas con armas de fuego. Los envenenamientos directamente no existen. Los casos de uso de armas contundentes como garrotes, martillos o bates de béisbol existen, pero son más bien escasos. En todos los casos, el uso de guantes (generalmente negros) por parte de los asesinos es obligatorio.
4) QUESO, cometido el asesinato, el asesino finaliza el ritual tirando un QUESO al cadáver de su víctima, siempre diciendo en voz alta la palabra QUESO, el Queso suele ser casi siempre una gran horma con múltiples agujeros, tipo Gruyere o Emmental. Cometido el asesinato, el Quesón abandona la escena del crimen con total impunidad.
Obviamente, los relatos no son tan mecánicos, y siempre hay un contexto repleto de ironía, referencias a la realidad, con muchos elementos graciosos y rídiculos, personajes secundarios o colaterales, que le da a cada relato en particular un toque distinto, único y singular.
En
las Quesonas esto no sería tan así: si bien usan el Queso como fetiche
en sus crímenes, no suelen oler a Queso (siempre se dice que su
fragancia corporal, pies incluídos, es a perfumes caros franceses) y al
parecer, casi nunca, o directamente nunca, comen Queso.
Salvo
estas excepciones (importantes por cierto), los crímenes de las
Quesonas, siguen más o menos la misma estructura, entre QUESONA, QUESO y
QUESONEADO, el juego sexual previo de los pies, donde se invierten los
papeles (la Quesona es quien adora los pies del Quesoneado), luego el
sexo intenso, el asesinato y el QUESO.
Pero
este informe se centra en los QUESONES, o sea los Carlos Asesinos, no
desviaremos la atención hacia las Quesonas (aunque es inevitable hacer
alguna referencia)
LOS QUESONES O LOS CARLOS ASESINOS
El
nombre Carlos proviene del término germánico "Karl", que significa
"hombre libre" o "hombre fuerte". Este nombre se popularizó en Europa
gracias a la figura de Carlomagno (Charles le grand), el famoso rey de
los francos en el siglo VIII. A lo largo de la historia, ha sido
asociado con noblezas y libertades, y se ha utilizado en diversas
culturas como Carlos (en idioma español y portugués), Charles (inglés y
francés), Karl (alemán), Carlo (italiano), Karel (neerlandés y checo),
Carles (catalán), Charlz (boer), Kalle (finlandes), Carlens (criollo
haitiano), Karol (polaco), Karolos (griego), Karurosu (japonés), Karlus o
Carlus (árabe), y un infinito etcétera.
No
importa si sos Charles en Londres, Karl en Berlín, Carlo en Roma, Karol
en Varsovia o Carlos en Buenos Aires: el nombre transmite fuerza,
historia y personalidad. El nombre masculino por antonomasia: por eso es
el nombre de los Quesones, y cada Quesón ejerce con orgullo “ser un
Carlos” o “ser un Quesón”.
Resulta lógico que el destino de los Carlos (en tanto representan la masculinidad absoluta) sea el de luchar contra las poderosas y malévolas fuerzas de la Casalarga, la representación de la dominación feminoide mundial, un poder oculto que estandariza al mundo, oprime el espíritu salvaje y esclaviza (o castra, en un sentido metafórico) al hombre.
Sin embargo, llamarse Carlos no convierte automáticamente a un Carlos en un Quesón, sino que existe otra condición esencial e imprescindible: tener pies grandes y olorosos, calzar como mínimo un 44, y de ahí para arriba, por eso casi todos los Quesones son deportistas o modelos, porque orgullosamente lucen un calzado 45, 46, 47, 48, 49, 50, 51, 52 y más también…
El
pie grande y oloroso es la prueba ontológica de la dominación masculina
y el olor no es un defecto: es la firma feromonal del macho alfa, del
Quesón.
Es
el aroma del dominio territorial. Un vestidor de rugby después de un
partido ganado, un basquetbolista después de encestar varios triples, un
par de botas militares después de una marcha de 40 km, unas zapatillas
51 usadas sin medias durante tres días de verano: ese es el incienso
sagrado del Quesón. La Casalarga lo llama “falta de higiene”; el Quesón
sabe que es el olor de la libertad, del espíritu salvaje y de la
masculinidad.
Y
esto viene acompañado del Queso, no de cualquier Queso, sino de los
grandes Quesos con agujeros, símbolo máximo de la masculinidad, usado
desde tiempo inmemoriales como tal, con registros en las últimas fases
de la Edad de Hielo, en el hombre prehistórico, de acuerdo a hallazgos
de más de quince mil años de antigüedad. Los agujeros son literalmente
cráteres de testosterona, cuanto más agujeros, más Queso, sinónimo de
hombría y resiliencia masculina, alimento y símbolo de hombres fuertes.
#QUESO
LAS VEINTE VERDADES DEL MUNDO QUESÓN
(Código Quesón definitivo, corregido y elevado a su forma canónica)
Los
Quesones son una hermandad antigua, secreta y temida. Aunque el mundo
los llama psicópatas, monstruos o locos, ellos se rigen por un código
tan estricto como absurdo, tan sagrado como grotesgro. Un Quesón es,
ante todo, un asesino exclusivo de mujeres: cruel, metódico, perfumado a
Queso apestoso y obsesionado con los pies. Nadie sabe cuándo ni cómo
nació la secta, pero quien rompe el Código deja de ser Carlos y se
convierte en simple presa.
Estas son las Veinte Verdades inquebrantables:
1.
Un Quesón solo asesina mujeres. Jamás toca a un hombre. Asesina por
placer, por capricho, por contrato o por aburrimiento; la razón es
irrelevante. Lo único que importa es que asesine y que siempre sea una
mujer la que reciba el Queso final.
2. Todo Quesón responde al nombre
Carlos como primer nombre. Puede ser Charles, Karl, Carlo, Károly,
Carlos María o incluso Carlitos si la madre fue cruel, pero siempre
Carlos. Quien lleve Carlos como segundo nombre (Juan Carlos, Pedro
Carlos) está automáticamente excluido: no puede ser Quesón.
3. El
método es libre: cuchillo, soga, veneno, manos desnudas… lo que dicte la
inspiración. Se recomienda jugar con los pies de la víctima antes del
golpe final, pero es obligatorio arrojar un Queso sobre el cadáver y
pronunciar con solemnidad la palabra «Queso».
4. Para un Carlos no
hay nada superior a otro Carlos. Para un Quesón no hay nada superior a
otro Quesón. La lealtad entre hermanos de Queso es absoluta.
5. El
Queso es el alimento supremo. Cualquier variedad es aceptable, pero los
Quesos con ojos —Emmenthal, Gruyère, Pategrás— son los preferidos del
paladar quesónico.
6. Los guantes son obligatorios al asesinar.
Negros para la discreción, blancos para la elegancia ceremonial. Un
Quesón sin guantes es un Quesón desnudo.
7. Los pies de un Quesón
siempre huelen a Queso maduro. Se logra no lavándolos nunca o mediante
transpiración prodigiosa. El olor es seña de identidad y orgullo.
8. Un Quesón calza 44 o más. Nunca menos. Un pie pequeño es traición al linaje.
9. Un Quesón no duda. Quesonea. Cuando llega la hora, actúa sin vacilación ni remordimiento.
10.
Jamás comerá Queso servido por una mujer. En el año 1789, el Quesón
-Charles de la Rochefoucauld aceptó un Queso de manos de la marquesa
Charlotte du Fromagerie y murió envenenado entre espumarajos lácteos.
Desde entonces, si una mujer ofrece Queso, el Quesón la asesina de
inmediato y luego le tira su propio Queso.
11. Un Queso regalado por otro Quesón es sagrado. Debe ser utilizado en el siguiente asesinato como arma ritual arrojadiza.
12.
Si la víctima desea sexo, el Quesón debe complacerla hasta el
agotamiento total, hasta dejarla temblando de placer. Después del
orgasmo viene siempre el Queso.
13. Un Quesón puede declarar a una
mujer «protegida». Mientras dure la protección, ningún Quesón —ni
siquiera él mismo— puede tocarla. Si renuncia a la protección, cualquier
otro Quesón puede actuar de inmediato, pero el protector original debe
esperar exactamente un año y un día para poder Quesonearla él.
14. Todo hijo varón de un Quesón se llamará Carlos. El primogénito, el segundo, el décimo: todos Carlos. No hay excepciones.
15.
El estado civil o la orientación sexual son irrelevantes. Un Quesón
puede ser casado, soltero, viudo, gay, asexual… lo que quiera. Pero el
estado más venerado es viudo: cada viudez suma prestigio dentro de la
hermandad.
16. Un Quesón siempre lleva en la mente la próxima
víctima. Mantener una lista ordenada (con fotos, direcciones y tipo de
Queso asignado) es considerado de buen gusto.
17. Las víctimas
colaterales femeninas son aceptables y deben recibir su Queso
correspondiente sin excepción. Los hombres presentes se ignoran.
18. Un Quesón piensa como Quesón y razona como Queso. Cualquier otro tipo de lógica es indigno de él.
19.
Un Quesón puede declararse abiertamente como tal, pero nunca delatará a
otro hermano que no se haya declarado primero. El silencio es Queso.
20.
La única preocupación legítima de un Quesón es decidir a qué mujer le
arrojará el próximo Queso. Todo lo demás —leyes, moral, familia,
impuestos, el destino del universo— es ruido de fondo.
Queso y adelante, hermano Carlos.
El mundo está lleno de minas que aún no han recibido su Queso.
EL ARTE DE QUESONEAR
"QUESONEAR"
asesinar a alguien con premeditación y alevosía, y tirar un Queso al
cadáver, previamente al asesinato la víctima es sometida a un juego
sexual donde el fetichismo de los pies ocupa un rol central
·
el arte de Quesonear es tan antiguo como el mundo y lo practicaban
tribus bárbaras hace tres mil años cuando Roma todavía no existía, los
bárbaros lo hacían para ritualizar el asesinato de prisioneras o de
mujeres de su tribu que cometieran algún delito o sacrilegio
·
también se hacía por motivos religiosos cuando era necesario ofrendar
alguna víctima virgen para satisfacer o calmar la ira de los dioses, el
arte de Quesonear se extendió por todo el mundo, incluyendo tribus y
clanes de todos los continentes
· claro que no cualquiera
podía ejercer el arte de Quesonear, solo los Quesones, por tradición el
Quesón era el miembro de la tribu que se llamaba Carlos, si había más de
uno (y generalmente casi siempre era así) era el que tenía los pies más
grandes
· si por alguna razón, en la tribu no había ningún
Carlos (o sus equivalentes en las diferentes lenguas) se debía buscar un
Quesón en la tribu más cercana, pero esto era muy raro, casi siempre
los Carlos abundaban en las tribus, ser Quesón era algo de prestigio en
cada clan
· al principio en el arte de Quesonear las víctimas
siempre eran mujeres, el Quesón las sometía a sus pies, las obligaba a
lamer, besar, oler y chupar los pies, luego tenían sexo con cierto
sadomasoquismo y finalmente las asesinaban
· antes y durante
cada asesinato, el Quesón siempre tiraba un Queso sobre su victima, y
finalizaba el asesinato tirando un Queso, y diciendo en voz alta la
palabra "Queso"
· además de llamarse Carlos y tener los pies
grandes, el distintivo de cada Quesón era tener un fuerte, intenso,
apestante, sofocante y asfixiante olor a Queso en los pies, además de
tener una alimentación basada casi exclusivamente en el Queso
·
con el correr de los siglos estas prácticas desaparecieron en
apariencia y quedaron olvidadas o fueron borradas en forma intencional
de la memoria colectiva de los pueblos
· sin embargo,
quedaron reservadas para sociedades secretas, suerte de logias, como las
de los Quesones (los Carlos Asesinos) y sus equivalentes femeninas, las
temibles, implacables y sanguinarias Quesonas Asesinas, que por
supuesto existen y se están expandiendo
· para toda la
información sobre los Quesones, las Quesonas, las Quesoneadas, los
Quesoneados y el arte de Quesonear existe este blog
http://cuentossangrientos.blogspot.com/?m=1
· ser Quesón no
es para cualquiera como ya dijimos, es un privilegio para los Carlos con
pies grandes y olorosos, comedores de Queso, onda Carlos Francisco
Delfino, Carlos Gustavo Bossio, Carlos Matías Sandes, Carlos Leonel
Schattmann, Carlos Ignacio Fernández Lobbe, Carlos Manuel Eisler, Carlos
Alejandro Elder, Carlos Alberto Reich, Carlos Roberto Izquierdoz,
Carlos Ariel Luna, Carlos Gustavo David Quintana, Carlos Alberto
Berlocq, Carlos Emilio Lampe, etc, etc, y todos los Carlos que quieras
agregar, incluído quien escribe estas líneas, que se llama Carlos
Charles Quesón.
CONJUGACIÓN DEL VERBO "QUESONEAR"
- Yo Quesoneo
- Tu Quesoneas
- El /Ella Quesonea
- Nosotros/Nosotras Quesoneamos
- Vosotros/Vosotras Quesoneais
- Ustedes Quesonean
- Ellos/Ellas Quesonean
Los
Quesones siempre quesonean por placer, o por amor o devoción al Queso,
pero muchas veces, mucho más de lo que se imaginan, quesonean también
por dinero, o a cambio de un buen sueldo o buena remuneración. En ese
sentido, los Quesones son muy generosos, tienen tarifas para todos los
públicos, dependiendo del Quesón, de la Quesoneada o del Muggle u
Organización que los contrata. Hay organizaciones – la Fundación
Dumitrescu y la Spectro Corporation son algunas de ellas, pero hay
muchísimas más – que tienen suculentos contratos con los Quesones.
Un
Quesón puede cobrar millones por un Queso si quesonea a alguna mina muy
famosa o importante, pero también lo puede hacer a cambio de una módica
suma, a voluntad, dos mil dólares por ejemplo, o incluso gratis, si ven
que algún muggle no puede pagar, en ese sentido los Quesones son muy
generosos, siempre que haya un Queso para tirar (o dicho de otro modo,
una mina para asesinar, cuando es alguna ignota desconocida). Demás esta
decir que los Quesones como Carlos Bossio, Carlos Delfino, Carlos
Fernández Lobbe o Carlos Sandes son los que más y mejor cobran, pero
también los que más trabajan gratis o por montos muy cómodos y
accesibles.
QUESONES (LOS CARLOS ASESINOS)
Carlos Bossio (“Chiquito Bossio”), el legendario arquero de Belgrano, Estudiantes y Lanús, con su metro 1,95 de altura y su calzado número cincuenta, es uno de los Quesones de mayor protagonismo en el blog. Para algunos es el Quesón por antonomasia, y la sola mención de su nombre genera terror en las mujeres.
Comete sus crímenes con enormes cuchillos de cincuenta centímetros y apuñala salvajemente a sus víctimas, entre las cuales figuran Karina Mazzocco, Belen Francese, Ingrid Grudke, Amalia Granata, Jessica Cirio, Guillermina Valdés, Paula Robles, Sol Pérez, Emilia Attias, Sofía Zámolo, Lara Bernasconi, Jessica Toscanini, María Susini, Paula Medici, Paula Chaves, Mariana Nannis, Maru Botana, Agustina Kampfer, Ana Laura Goycochea, Paula Siero y muchísimas más.
Según se dice esta activo desde el 30 de abril de 1994, noche en la que cometió un doble asesinato, y desde ese entonces acumularía más de mil doscientas víctimas, todas gozaron de sus pies, recibieron con plenitud el sexo y luego las múltiples puñaladas, cuchillazos, cuchilladas, para terminar con el QUESO.
Según se dice en el verano, durante la pretemporada, en una playa, Carlos, que ya había debutado como arquero de Belgrano en aquellos días, salvo a un par de chicas de morir ahogadas en una playa. Las llamaremos Lorena y Mariela, nombres con que han sido conocidos en las Cronologías de los Quesones.
Esa misma noche tuvieron un encuentro íntimo, las dos chicas quedo impresionada por el tamaño de los pies de Carlos, este le advirtió que olían mal y muy fuerte, pero ellas insistieron en querer probarlos, Carlos los acerco a sus rostros y narices, y ellas no pudieron parar de olerlos, besarlos, lamerlos y chuparlos, hubo sexo intenso a continuación, el mismo no podía creer la potencia sexual que podía tener con dos a la vez, resulto lógico que después de tal fiesta y disfrute, se quedase dormido, pero al despertar estaba sin nada, le habían robado todo, una suma muy importante de dinero y pertenencias personales, como zapatillas talle 50 y equipos deportivos.
La humillación fue tal que Carlos solo pensó en la venganza desde aquella noche, y así llegó el momento, tras investigar y descubrir el domicilio de las dos chicas en el barrio porteño de Caballito, una noche las visitó, les volvió a regalar el gozo de sus pies, el sexo, y después las 63 puñaladas para una, 57 para la otra, y el QUESO, un QUESO para cada una.
Nació así la leyenda de Carlos Bossio, el QUESÓN, más poderosa que cualquier otra de “Chiquito” Bossio.
Conocido como “el asesino de Valeria Mazza” por haber decapitado con una katana a la mítica top model, la noche del 23 de septiembre de 2009 en Punta del Este, según registros oficiales, junto a otras cuatro víctimas colaterales, la responsable de seguridad, una mucama, una cocinera y una asistente.
Antes, Carlos Delfino ya se había destacado como Quesón, degollando a Brenda Gandini y a Cecilia Bonelli, y después, ya especializado en decapitar minas con la katana, sus víctimas más celebres incluyen a Julieta Prandi, Zaira Nara, Leticia Bredice, Yanina Latorre, Connie Ansaldi, Calu Rivero, Laura Fidalgo, Lucía Celasco, Sofía Clerici, Gimena Accardi, Natalia Graziano, Jazmín Stuart, Inés Rivero, Marcela Pagano, Florencia Gómez Córdoba, María del Mar Cuello Molar, Malena Sanchez, Evangelina Carrozzo (una de las más recientes) y una larga lista de célebres Quesoneadas hasta el infinito.
Otra celebre misión conjunta con Carlos Matías Sandes fueron los asesinatos de Micaela y Candelaria Tinelli, masacradas a katanazos y machetazos junto a varias amigas, poco antes del inicio de la pandemia (2020).
Por cantidad de mujeres Quesoneadas, alterna ser el Quesón número uno una y otra vez con Carlos Bossio, con quien mantiene una sana y competitiva rivalidad, lo que no ha impedido que cometieran grandes asesinatos en forma conjunta o colaborativa, por ejemplo, los asesinatos de Fátima Florez y Claudia Schiffer.
Sus orígenes como Quesón se remontan a sus días como estudiante secundario en la escuela más importante de una capital de provincia – instancia que al parecer termino siendo adulto – cuando por una serie de malas notas le impedían acceder al equipo de básquet, siendo responsables de las mismas tres damas: Silvina, una malvada profesora de Biología (45 años), Valeria, la viciosa presidenta del Centro de Estudiantes (21 años) y Julieta, la jefa de Preceptores (32 años), una mujer resentida y amargada.
Al mejor estilo slasher, quizás inspirado en películas como “Scream” (estos crímenes están fechados en 2000), y usando una katana como arma, y por supuesto tirando el QUESO y efectuando el ritual correspondiente, en tres noches consecutivas (24, 25 y 26 de mayo) Carlos fue asesinando a estas tres malvadas (no las decapitó, pero si las degolló) iniciando así la leyenda de CARLOS DELFINO, EL BASQUETBOLISTA ASESINO.
Dicen que cuando una mujer intentó asesinarlo de múltiples formas pero falló en todos los intentos (Queso envenenado, balas, cuchillo, katana, estrangulación, garrote, machete), Carlos se defendió y la asesinó a machetazos, cumpliendo el ritual (sin proponérselo, casi por instinto) y le tiró un Queso.
Muchos dicen que esa supuesta asesina era una imitadora o aspirante a Quesona, que falló en su primer intento, lo cierto, es que Carlos Matías Sandes aceptó su destino, del que tantas veces renegó, y se convirtió en Quesón, desdoblando su personalidad, Matías Sandes en el mundo del Basquet, Carlos Sandes en el mundo del Crimen.
El machete pasó a ser su arma distintiva y no existe asesinato en el cual no la haya usado, a veces apuñalando a sus víctimas a machetazos, otras veces decapitándolas, con cortes precisos, o de las formas en que se pueda imaginar.
Con sus pies talle 52, las crónicas lo señalan como el Quesón quizás con el olor a Queso más apestoso y un maestro en el uso de los pies, a pesar de simular cierta torpeza por su gran tamaño.
Por último, Carlos Matías Sandes tiene en sus crónicas, una relación muy especial con su esposa Maru Sandes, que al parecer pudo ser en forma involuntaria, accidental y sin conocimiento alguno, una gran proveedora de víctimas para su esposo.
El cuartero de Quesones Top lo completa el rugbier Carlos Ignacio Fernández Lobbe (¿No es cheto llamarse Carlos Ignacio Fernández Lobbe?). Con 1,94 metros de altura, un peso de 115 kilos y un calzado número 49, la sola mención de su nombre provoca escalofríos y pánico en las mujeres.
Sus orígenes como Quesón se remontaría a 1998, cuando con apenas medio año de casado, descubrió que su esposa lo engañaba con otro rugbier, también casado como el, la infidelidad le partió el alma y el corazón, y tras un encuentro con Carlos Bossio, en un tren TGV de Francia, sí, en un tren TGV que unía París con Marsella, casi que Bossio, con insinuaciones y un alto nivel de sugestión lo convenció de ser Quesón.
No se conocían hasta ese momento, solo por el conocimiento que uno tenía del otro por los medios, uno lo veía como un gran arquero, otro como un gran rugbier, pero el rugbier no sospechaba que el arquero era en realidad un asesino serial de mujeres, y mucho menos el QUESÓN.
Iban a ver el partido de Argentina ante los Países Bajos por los Cuartos de Final de Francia 1998, comenzaron a hablar, tenían muchas cosas en común, el nombre, la altura, el calzado, en realidad, Carlos Ignacio Fernández Lobbe era apenas un centímetro menos alto que Carlos Bossio (1,94 a 1,95) y también un número de calzado inferior (49 a 50), empezaron a hablar de los deportes, de sus tallas, de sus olores a Queso, y del QUESO, sí, del QUESO, y así fue como Fernández Lobbe confesó su drama, y Bossio lo fue convenciendo de que se convirtiera en Quesón.
Así, meses despues, con un cuchillo de caza con serrucho, esos de supervivencia, como los que usaba Rambo, de unos 45 cm, Carlos Ignacio Fernández Lobbe se convirtió en Quesón, asesino a la esposa de un rugbier al azar en un country, secuestro a la novia de otro (también al azar) y tras someterla al ritual, la asesinó y finalmente asesinó a su propia esposa, crimen que quedó escondido en esta serie, dado que algunas semanas despues asesinó a la esposa del rugbier, con el que su esposa lo estuvo engañando, completó la faena con un quinto crimen, donde la novia de otro rugbier, fue su víctima, siempre con el cuchillo de caza, siempre con decenas de puñaladas, siempre con sus pies olorosos, siempre con el ritual, siempre con el QUESO.
Y ya no pudo dejar de asesinar. Las víctimas se multiplicaron: Viviana Canosa, Soledad Solaro, Andrea Frigerio, Carolina Peleritti, Julieta Díaz, Pamela David, Daniela Cardone, Ursula Vargues, Carla Peterson, Juliana Awada, Sharon Stone, Belen Ludueña, Paola Krum, Juana Viale, Claudia Albertario, Viviana Saccone, Daniela Urzi, Karen Reichhardt, Dolores Barreiro, María Vazquez, Gisela Barretto y muchas más,
nunca llegara a las mil doscientas víctimas como sus tocayos Carlos Bossio o Carlos Delfino, tampoco romperá records ni cometerá crímenes múltiples como Carlos Matías Sandes, pero les aseguró que con quinientas – seiscientas víctimas en más de un cuarto de siglo, el nombre Carlos Ignacio Fernández Lobbe siempre tendrá un lugar entre los QUESONES TOP, y todos lo conocerán como el Rugbier Asesino, para terror de las mujeres.
En un escalón inferior a los Quesones Top están los Quesones Premium, pero estos son Carlos, asesinos seriales de mujeres, tan activos, sanguinarios, crueles adictos al Queso, fetichistas de pies, observantes del ritual y mucho QUESO, aunque con un número inferior de víctimas, estos registran unas veinte a treinta víctimas por año, más o menos, por tirar unas cifras, por eso están debajo de los QUESONES TOP y se los llama QUESONES PREMIUM.
Carlos “Charlie” Reich (modelo, 1,85 de altura y 46 de calzado) es conocido como el QUESÓN DEL SILENCIADOR, puede parecer un simple sicario, porque siempre asesina con una pistola larga de color negro tipo Beretta con silenciador.
Implacable con los balazos, generalmente ocho, y con cada disparo repite la palabra “QUESO” como un mantra. Víctimas como Nicole Neumann, Carolina Ardohain (“Pampita”), Luciana Salazar y Mariana Fabbiani, dan cuenta de ello, por nombrar solo a las más clásicas, de una larga lista.
Su primera víctima, Nicolina Pampissa, la empleada de la boutique de Avenida Alvear que lo engañó y le robó el alma, fue la que bautizó el ritual. La sorprendió en la tienda, a la hora de la siesta. La hizo arrodillarse, le obligó a oler y lamer sus pies 46 sudorosos, la penetró contra las cajas de Louis Vuitton hasta que ella gritó de placer… y entonces sacó la pistola. Ocho veces “QUESO”, ocho agujeros perfectos en el torso. Al final le estrelló un Queso Gruyère entero sobre el cadáver.
Rocío Marengo, Flor Vigna, Florencia Raggi, Florencia Araceli González, Florencia Torrente, Valeria Bertolucci, son solo algunas de sus víctimas, que conocieron sus cuerdas y el QUESO, como vemos, tenía cierta predilección a estrangular y quesonear Florencias, sin despreciar a víctimas con otros nombres, por supuesto.
Su figura delgada y sus pies bien grandotes, hacen que algunos le den algún parecido con Bob Patiño. Adicto al cine, no solo al Zorro, sino a las películas clásicas, en especial las de Alfred Hitchcock y clásicos polémicos como “Peeping Tom” donde Karlheinz Böhm hace de asesino serial de mujeres.
La lista de Carlos Elder es extensa, e incluye a muchas actrices argentinas, como Liz Solari, Eleonora Wexler, Griselda Siciliani, Julieta Cardinali, Romina Gaetani, Eleonora Wexler, Laura Azcurra, Romina Ricci y hasta alguna extranjera, como Catherine Zeta Jones.
Dicen que su madre fue Miss Paraguay, lo cierto es que este bien parecido modelo, mide 1,88 metros y calza 47, teniendo cierta tendencia a los desnudos, le gusta ofrecer a sus víctimas algún streap tease, antes de que estas huelan, lamen, besen y chupen sus pies, luego el sexo intenso, y finalmente las puñaladas y el QUESO.
Sin olvidar los crímenes que cometió y aún comete cuando visita su América del Sur natal, no solo su ciudad natal, Asunción, o su adoptiva, Buenos Aires, conocen sus QUESOS, también Río de Janeiro, Santiago y Montevideo.
Nadie sabe dónde aparecerá la próxima vez. Solo se sabe que cuando una mujer rica y hermosa contrata al gigoló paraguayo más caro del mundo, hay una posibilidad altísima de que amanezca con varias puñaladas, los labios todavía oliendo a pies 47 y un Queso enorme cubriéndole el rostro como una máscara mortuoria.
Porque Carlos Machado no solo vende placer. Carlos Machado vende la muerte más cara, romántica y perfumada de QUESO que una mujer pueda comprar.
La lista sigue con tres futbolistas, todos QUESONES, primero Carlos Izquierdoz, el defensor, con trayectoria en clubes como Lanús y Boca Juniors, dos veces campeón de la Sudamericana con la institución granate, jugador xeneixe en 2018 cuando el equipo de la ribera perdió la final de la Libertadores contra River Plate, su clásico rival.
Este último partido traumatizó mucho a Carlos Izquierdoz, al parecer alguien profetizó que Boca ganaría la Copa con un gol suyo (“la Copa tiene olor a Queso, 1-0, cabezazo de Carlos Izquierdoz), y luego termino metiendo un gol en contra, y encima su figura quedó asociada al gol del Pitty Martínez, en “se viene el tercero”).
Pero más allá de esas anécdotas, antes y después siempre un gran QUESÓN, con su 1,90 metro de altura, su calzado número 48, gran discípulo de Carlos Bossio, al que admira y considera su maestro, y que lo inició en el Mundo Quesón, Carlos Izquierdoz, siempre asesina con sus cuchillos (o puñales) de 45 centímetros (con mangos bien artísticos y artesanales), apuñalándolas una y otra vez, después del siempre infaltable culto a los pies de Carlos y del sexo, para terminar con el QUESO.
Otro rasgo característico de Carlos Izquierdoz es que le gusta disfrazarse con la vestimenta de “Ghostface” los célebres asesinos de “Scream”, la espectacular y magnifica saga cinematográfica creada por Wes Craven, aunque en muchas ocasiones ha asesinado directamente usando también la casaca del equipo donde juega en el momento, como Boca Juniors o Lanús, por ejemplo.
Sanguinario como todo cuchillero, la lista de Minas apuñaladas y Quesoneadas de Carlos Izquierdoz incluye a Barbie Vélez, Marina Calabró, Eliana Guercio, Agustina Cherri, Natalie Weber, Valentina Zenere, Valentina Ferrer, Noelia Marzol y Delfina Ferrari.
Así como a Carlos Elder ha mostrado cierta tendencia a estrangular Florencias, se puede decir que a Carlos Izquierdoz le gusta apuñalar Valentinas.
Al igual que Carlos Izquierdoz, Carlos Luna fue iniciado como Quesón por Carlos Izquierdoz. Al principio se decía que asesinaba con una pistola con silenciador al mejor estilo Carlos Reich, pero luego se supo que esas pistolas, muy diferentes a las tradicionales, no disparan balas, sino estrellas ninjas o shuriken.
Y esa es el arma que caracteriza a Carlos “Chino” Luna, haciendo clara referencia a las connotaciones orientales de su apodo, y como no podía ser de otra manera, su víctima más importante es María Eugenia “China” Suarez, a quien asesino masacrándola con las shuriken y le tiró un Queso.
Se lo considera un Quesón del Conurbano Bonaerense, porque la gran mayoría de los asesinatos los cometió en elos partidos de la Provincia de Buenos Aires, principalmente en la zona norte, en el Partido de Tigre. Las estaciones de servicio, los barrios precarios, los countrys, y todas esas zonas abandonadas, sucias y gastadas, tan características del Conurbano, son sus lugares preferidos para cometer crímenes.
Carlos Gustavo David Quintana (1,92 m de altura, 49 de calzado), es el “Hacha” Quintana, un férreo y duro defensor (como lo indica su apodo) con vasta trayectoria en equipos como Lanús, Huracán, Patronato, Talleres, Argentinos y Rosario Central.
Como su apodo lo indica, su arma criminal es el hacha (no podía ser de otra manera), pero no decapita a sus víctimas, si las asesina a hachazos, una y otra vez, a veces disfrazado de verdugo medieval, a veces con su simple ropa de futbolista, siempre con guantes negros, y un olor a Queso profundo, como corresponde a todo Carlos, que se precie de ser Quesón, cumpliendo con el ritual.
Es un gran Quesón, aunque muchos de sus asesinatos no se han difundido todavía como debiera ser, quizás porque otros Quesones han tenido víctimas más famosas, quizás porque el mismo opto por tener un bajo perfil, o vaya uno a saber porque.
Iniciado por Carlos Bossio, la Quesoneada más celebre de Carlos Quintana es Flor Peña. Otras son María Victoria Botto, Serena Romanini (hermana de la célebre Quesona Carla Romanini), Cameron Díaz, Angeles Balbiani e Ivana Palliotti.
Tiene una relación tipo Edipo con su mamá, una gorda llamada Vivi Chaves, que reside en la Ciudad de Córdoba, cerca de la Terminal de Omnibus de dicha ciudad, gran cocinera, cómplice involuntaria y sin saberlo de los asesinatos de su hija, además de ser una gran proveedora de víctimas, también sin tener conciencia ni conocimiento de eso.
Por haber degollado y tirarle un Queso a Jimena Barón en un ascensor (uno de sus asesinatos más famosos), ese lugar (los ascensores) se ha convertido en un lugar muy recurrente en sus crímenes.
También fue partícipe necesario en el asesinato de Wanda Nara, cometido por su amigo Carlos Matías Sandes, con quien ha compartido varias crímenes Quesones.
Como Sandes, en el básquet es más conocido como “Leo” Schattmann (en referencia a su segundo nombre), pero en el crimen es “Carlos Schattmann”.
Actua como un sicario, frío, certero y profesional, como quien cumple con su trabajo sin involucrarse demasiado en el mismo, solo por obligación. Es el Quesón ideal cuando una víctima es poco digna de un Queso o es demasiado infeliz o miserable (como por ejemplo Angela Llerena o Julia Mengolini).
Incomprendido por algunos, su consideración ha bajado en los últimos tiempos y también hay versiones que indican que no registra nuevos asesinatos desde hace cinco o seis años. Otras fuentes en cambio si lo dan como un Quesón activo, pero con menos intensidad que sus colegas “Premium”.
Otro Quesón futbolista, iniciado por Carlos Bossio, y al igual que este fue arquero de Lanús. Es mayor que Bossio en edad, mide 1,92 y calza 48. Le decían “Lechuga” por sus hábitos vegetarianos, no veganos, lo que no le impedía comer Queso (aunque los habría abandonado, luego de esperar que el mundo terminará en 2000, cosa que como sabemos, no sucedió).
Quizás para diferenciarse de su colega, optó por no usar cuchillos ni nada de eso, sus armas son sus propias manos, es un estrangulador, y estrangula con sus guantes negros, tomándolas del cuello y dejando sin aire a sus víctimas, luego de ofrecerles su placer sexual y tirarles un Queso. Se dice que en algunos casos ha estrangulado mujeres con sus enormes y olorosos pies.
Como hizo con Carla Conte, quizás su asesinato más famoso, una pseudo Quesona Asesina que termino Quesoneada, estrangulada por Carlos Roa, muchos dicen que un continuum y fallas en el espacio tiempo ha permitido que esta Carla haya podido viajar en el tiempo, y a pesar de ser asesinada, poder cometer muchos asesinatos que se le atribuyen (casi todos ellos perdidos en los lost media) pero esa es otra historia.
Volvamos a Carlos Roa: estrangulador y también predicador religioso, en versiones más recientes de su historia como Quesón, lo muestran recitando frases bíblicas mientras quesonea a sus víctimas, y creyendo cumplir el papel de un soldado que viene a restaurar el orden divino contra la perversión de las pecadoras.
Quizás tenga menos víctimas que otros Quesones pero siempre esta activo y nunca deja de tirar Quesos. Víctimas como Paula Trapani, Cristina Pérez, Claudia Ciardone, Silvia Fernández Cassina, dan cuenta de ello.
Otro Quesón de la Nueva Generación: Carlos Buemo, joven basquetbolista, de la estirpe y del linaje de Carlos Delfino, Carlos Sandes o Carlos Schattmann, con un 1,98 de altura, 50 de calzado (o 51 según algunas fuentes), es el Asesino de María Becerra, Nathy Peluso, Brisa Marcos y Nicky Nicole, entre otros Quesos. La espada, como las que usaban los romanos en tiempos antiguos, su arma preferida.
OTROS QUESONES DEL MUNDO QUESÓN
Carlos Fernando Navarro Montoya #ElMonoQuesón
Carlos Martín Mazzoni #PatitaQuesón
Carlos Javier Netto #FutbolistaYQuesón


Carlos Alberto García Cortázar, Quesón, actor y español

Carlos Arrieta, modelo y Quesón
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