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Mostrando las entradas de septiembre, 2017

El Asesino de Cecilia Bonelli

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Cecilia Bonelli salía de su departamento como cualquier otro día. Cerró la puerta, se dio vuelta y comenzó a caminar por el corredor. No se dio cuenta que una enorme sombra la cubrió por detrás, y una mano gigantesca envuelta en un gran guante negro, le puso un paño con cloroformo sobre la nariz. Cecilia comenzó a sentir un gran sueño y quedó desvanecida. Mientras dormía, la Chechu (así la llamaban) tuvo un sueño muy intenso y delirante a la vez, estaba sentada en un estadio de la NBA viendo un partido de los Toronto Raptors, y allí jugaba el gran basquetbolista Carlos Delfino. El basquetbolista le gritaba: "¡Chechu Bonelli!" e inmediatamente subía a las tribunas, y le ponía sus enormes y olorosos pies talle cincuenta sobre el rostro a Bonelli, y luego de que ella oliera, chupara, besara y lamiera los pies (a pesar del olor repugnante y asfixiante a ella le encantó) y luego cogieron de una manera tan fogosa como salvaje, mientras las multitudes clamaban &quo

El Asesino de Brenda Gandini

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Como era habitual cada vez que tenía un evento importante, Brenda Gandini esperaba a su peluquero personal en su departamento. Transcurrían las horas de la tarde, cuando la señora Alicia, la asistente de Gandini, le comunicó a Brenda la noticia: -         Charly, tu peluquero, no va a poder venir. Me acaban de avisar de la peluquería que esta enfermo. -         ¿Entonces? – preguntó temerosa Brenda. -         Va a venir un suplente, se llama Carlos, igual que Charly. -         Bueno, esperemos que sea competente. ¿Qué le pasó a Charly? -         Me dijeron que estaba enfermo. Unos veinte minutos después, sonó el timbre. La señora Alicia fue a abrir la puerta, y al hacerlo, se encontró frente a ella a un muchacho joven, de cabellos negros, muy alto, con todo el aspecto de ser un basquetbolista. Estaba vestido totalmente de negro, incluyendo unos guantes negros que le cubrían las manos, llevaba una gran valija consigo. -         Buenas tardes, ¿Aca vive

El Asesino de Caro Uriondo

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Esto que voy a contaros ocurrió en el tiempo en que el basquetbolista Carlos Matías Sandes (todos lo llaman por el segundo nombre) jugaba en el equipo de Quimsa de la ciudad de Santiago del Estero (Argentina), que compite en la Liga Nacional. Caro Uriondo, una periodista del lugar, le insistió al basquetbolista para hacerle una entrevista. Sandes, con unos dos o tres centímetros más de dos metros de altura y un calzado número cincuenta y uno, aceptó luego de una gran insistencia. Al finalizar el entrenamiento, Sandes fue a la casa de Uriondo, el lugar elegido para realizar la entrevista. Llegó alrededor de las ocho y media de la noche, la hora convenida. -            Hola Matías, ¿Cómo estás? – le dijo Uriondo a Sandes al abrirle la puerta. -            Hola Caro, muy bien, con muchas ganas de hacer esta entrevista. -            La verdad Mati – dijo Uriondo – estaba muy contenta con hacer esta entrevista, pero hace un rato llegó ese paquete... Uriondo señaló un e