El Asesino de Caro Uriondo
Esto que voy a contaros ocurrió en el tiempo en que el basquetbolista Carlos Matías Sandes (todos lo llaman por el segundo nombre) jugaba en el equipo de Quimsa de la ciudad de Santiago del Estero (Argentina), que compite en la Liga Nacional.
Caro Uriondo, una periodista del lugar, le insistió al basquetbolista
para hacerle una entrevista. Sandes, con unos dos o tres centímetros más de dos
metros de altura y un calzado número cincuenta y uno, aceptó luego de una gran
insistencia.
Al finalizar el entrenamiento, Sandes fue a la casa de Uriondo, el lugar
elegido para realizar la entrevista. Llegó alrededor de las ocho y media de la
noche, la hora convenida.
- Hola Matías, ¿Cómo estás? – le dijo
Uriondo a Sandes al abrirle la puerta.
- Hola Caro, muy bien, con muchas
ganas de hacer esta entrevista.
- La verdad Mati – dijo Uriondo –
estaba muy contenta con hacer esta entrevista, pero hace un rato llegó ese
paquete...
Uriondo señaló un enorme paquete que había sobre la mesa, Sandes se
acercó, y observó que dentro del paquete había una enorme horma de Queso
Gruyere. El basquetbolista, bastante sonriente al ver el Queso, le dijo:
-
¡Un Queso! ¿Qué tiene de malo? ¡Este Queso debe ser algo delicioso!
-
No, Mati, ese Queso es siniestro, mirá vino con esta nota – la chica le
entregó a Sandes un papel.
El basquetbolista lo leyó y el papel contenía el siguiente mensaje:
“Morirás asesinada, primero te cortaré la cabeza, después te tiraré un
Queso”, firmado: “Carlos, el asesino”.
- ¿Te das cuenta Matías? ¡Es una
amenaza de muerte!
- Pero no le des bola, Caro – contestó
Sandes – es una broma de algún imbécil, no le des importancia.
- ¿Cómo no le voy a dar importancia?
¿No lees los diarios? ¿No ves los noticieros? Hay un asesino serial que mata
mujeres y les tira un Queso. No es algo gracioso.
- No te asustes... che, en Santiago no
hubo ningún caso.
- Es cierto, pero se han registrado
casos en varias provincias, y hasta en el Uruguay, quizás yo sea su primera
víctima en Santiago del Estero.
- Suponiendo que esto fuese una broma,
¿De quien sospechas? ¿No pensarás que soy yo el asesino acaso?
- ¿Vos? Sí el asesino dice llamarse
Carlos...
- Yo me llamo Carlos. Carlos Matías
Sandes, ese es mi nombre completo. Todos me conocen por mi segundo nombre y yo
mismo me presento así. Claro, en mi familia todos nos llamamos Carlos, por eso
siempre preferí usar mi segundo nombre, Matías, como me conocen todos...
- Claro, vos te llamás Carlos... y el
Queso... me acuerdo de una cuenta trucha de twitter que usaba tu nombre, era
@quesocmsandes, decía llamarse “Carlos Matías Sandes”.
- Vos denunciaste a esa cuenta, era un
“fake” según vos...
- Claro, que era un fake, ¿A vos
alguna vez te dijeron el “Queso” acaso?
- No era un fake. Esa cuenta era mía.
En el básquet me conocen como el “Queso”, es por el olor que tengo en mis pies,
¿Los querés oler, Caro?
- ¿Me estás hablando en serio, Matías?
- Carlos, vos decime Carlos, a esta
hora decime Carlos...
- ¿A dónde querés llegar?
- A esto – Sandes sacó un machete y lo
puso sobre el cuello de la chica.
- ¡No! – comenzó a gritar aterrorizada
la chica, a la vez que se arrodilló, mientras Sandes tenía el machete sobre su
cuello - ¡No me matés! ¡No me asesinés, Matías!
- Carlos, vos decime Carlos.
- ¿Sos el asesino?
- Soy uno de los asesinos Quesones. En realidad
vos sos mi primera víctima, hay otros asesinos, todos nos llamamos Carlos, y
entre los asesinos está Carlitos Delfino, aunque te parezca mentira.
- ¡No me matés! ¡No me matés!
La chica se arrodilló aún más, aterrorizada como estaba, comenzó a oler los
pies de Sandes. Primero el izquierdo, el enorme y carnoso pie talle cincuenta y
uno que Sandes tenía. Cuando terminó, se ocupó de oler el pie derecho.
- ¿Viste Caro? Ahora
sabés porque me dicen el “Queso”. Lo siento, Caro. Nunca confíes en un Carlos,
menos aún si usa su segunda nombre.
Ya no hubo más palabras, Sandes tomó el machete, descargó un feroz golpe
y decapitó a Caro Uriondo. Cuando terminó, tomó un Queso y lo tiró sobre el cadáver
de la víctima, a la vez que dijo en voz alta:
- Queso.
Y se fue del lugar tan misteriosamente como había llegado.- Queso.
esto está basado en un hecho real?
ResponderBorrarobvio papá... el Mati se volvió loco y le corto la cabeza a la minita esa...
Borrar"el Queso" quesocmsandes, doy fe, esa cuenta existía
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