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Mostrando las entradas de septiembre, 2019

El Asesino de Anabel Cherubito

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Aunque muchos creen que es española, Anabel Cherubito nació en Argentina, aunque vivió en Barcelona en su niñez, y por eso es común que muchos crean que es española. Precisamente se encontraba en su Barcelona, paseando por las Ramblas, cerca del Mercado (“Mercat” como dicen los catalanes) de La Boquería y del Liceu. - Visca el Barca i visca Catalunya! – gritó Cherubito, alegre y feliz de estar en tierras barcelonesas y catalanas. Siguió caminando, llego a la Plaza de Catalunya, donde había un concurso de “castellers”, las famosas montañas humanas, típica tradicional catalana. - ¡Esto es Catalunya! – gritó Cherubito al ver a los castellers. Un muchacho muy alto, patón, con fuerte olor a Queso, aspecto de modelo o fisicoculturista, así casi desnudo, la vio gritando eso a Cherubito, se acerco y le dijo, en castellano, no en catalán: - ¡A disfrutar entonces de Catalunya! - ¿Quién sos? - Carlos Lazo. O Carlitos777 como me conocen en Instagram. El Quesón de Bar

El Asesino de Debora Falabella

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Carlos Leonel Schattmann se encontraba en su nuevo destino brasilero. Su carrera como basquetbolista pedía salir de Argentina. No le daba para la NBA ni para la Euroliga. Pero sí para el Franca de Sao Paulo, el equipo de la NBB (liga brasilera de básquet).  En tierras paulistas, una tarde, luego de un entrenamiento, Schattmann salió a contemplar la vista que le ofrecía su nuevo departamento. Pensó en su condición de Quesón, y en las minas famosas a las que había quesoneado: Jimena Barón, Brenda Asnicar, Natalia Fassi, Floppy Tesouro, Celeste Cid, Estefanía Xipolitakis, y por supuesto, en Wanda Nara, a la que había quesoneado junto a su fiel amigo, Carlos Matías Sandes, un gran Quesón. - Tengo que quesonear a alguna mina importante aca en Brasil – pensó Schattmann. Sabía que en Brasil había grandes Quesones: Carlos Eduardo (“Kadu”) Parga, Carlos “Caco” Ricci, Carlos “Carlinhos” Freire, Carlos “Caca” Bueno, Carlos Casagrande, Carlos Orama, Carlos Germano, Carlos Dos Santos, e

El Asesino de Shari Moretto, Sveva Rigolio y Gaia Stornelli

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Tras una breve temporada en su Paraguay natal, el modelo Carlos Machado se encontraba de nuevo en el glamour europeo, en las grandes marcas de la moda de Milán o París. Lo invitaron a concurrir, no a modelar, a un desfile de la prestigiosa marca de moda femenina Fabiana Filippi. - Sí Fabiana Filippi fuera una mujer real, la quesonearía – pensó Carlos Machado, en “modo Quesón”. Pero para lamento de Machado, y quizás de otros Quesones, no era una mujer real. Carlos vio el desfile. Participaron varias modelos de fama europea e internacional, ahí en el medio de la Galleria Vittorio Emanuelle de Milano, un lugar preparado y cerrado especialmente para la ocasión. La verdad que todas las minas que participaron, miembros de la Agencia Elite Milano Models, eran todas dignas de recibir un Queso. - Me gustaría ser una especie de Dios del Tiempo como Cronos el de la mitología romana – pensó Carlos siempre en “modo Quesón” – y disponer de una especie de tiempo eterno para asesin

El Asesino de Laura Azcurra

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Carlos Eisler no tenía muchas ganas de ir a la presentación de un ciclo teatral aquella tarde porque su equipo, River Plate, jugaba un partido de la Copa Libertadores con Cruzeiro justo a las 19:00 horas. Sin embargo, el actor, de muy mala gana, concurrió al evento, sabía que debía mostrarse para cuidar su carrera cinematográfica y teatral. El evento era la presentación de un ciclo de obras shakesperianas, entre ellas “La Tempestad”, “Las alegres comadres de Windsor”, “Macbeth”, “Otello” y el gran clásico “Romeo y Julieta”. Mientras seguía de reojo el partido vía twitter, Carlos se encontraba en el evento teatral. Era el actor de la exitosa película “La Marca C de Carlos” que estaba batiendo todos los records de taquilla y fue aclamada en el Festival de Cannes. Ya no era el simple actor de “Línea de Cuatro” una película que había quedado olvidada e ignorada por todos. Una de las actrices era Laura Azcurra, que interpretaría a Desdemona en “Otello”, la esposa del moro de

El Asesino de Florencia Torrente

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Carlos Elder, Charlie Elder, el paisajista, el rugbier de San Albano, acababa de asesinar a Araceli González (1). Hacía apenas un rato, la había estrangulado y le había tirado un Queso. Se encontraba en algún lugar de la Provincia de Córdoba.  Dicen que cuando salió de la escena del crimen contempló el cielo. Las constelaciones brillaban en su esplendor. La Cruz del Sur, las Tres Marías, el gran cinturón de Orión, Jupiter brillante, Saturno en su plenitud. Y tras mirar el cielo, miró a su alrededor, y vio asombrado que se acercaba hacia el, nada más ni nada menos que Florencia Torrente, la hija de Araceli González. - Noche perfecta para seguir quesoneando – pensó Carlos Elder mientras observaba a la hija de su víctima – Una Florencia, como Vigna, Raggi o Etcheves. No fue Carlos quien se acercó a Torrente, sino al revés, fue ella quien se acercó al rugbier. - Buenas noches – le dijo Torrente a Carlos - ¿Sabe donde esta el Hotel Venus? - Vengo de allí precisamente – di

El Asesino de Joanna Rubio (o Carlitos 777, Carlos Lazo, el Quesón de Barcelona)

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Cuento dedicado a "EL FAUNO"  Todo ocurrio en forma casual, quizás porque estas cosas son así, casuales, y por eso ocurren. Era una tarde de verano en Barcelona, una espléndida jornada repleta de sol y calor que llegaba a su fin. El sol empezaba a ocultarse sobre Catalunya.  En la playa de La Barceloneta, se encontraba Joanna Rubio, una española, hija de una argentina. Seguramente su nombre nada les dice, pero les aseguro que es famosa en todo el mundo de habla española.  Es la voz del antivirus Avast, esa sensual asistente virtual que nos dice: "La base de datos de virus ha sido actualizada", o que nos quema los tímpanos cuando estamos escuchando música con auriculares. En esa extraña pose de ser famosa y al mismo ignorada por todos si no abrís la boca, Joanna había pasado el día entero en la playa barcelonesa. Escuchando música, tomando sol, disfrutando de la soledad que necesitaba en aquella jornada. No pudo evitar ver a un joven cerca d