Los Asesinos de Silvina y Vanina Escudero

Un prestigioso estudio jurídico, a las tres de la tarde, en un día hábil en la ajetreada vida de la Ciudad de Buenos Aires. Su dueña, la doctora Paula Oliveira, regresó luego de un intenso juicio. Su fiel empleada, también abogada, la doctora Gabina Freire, la estaba esperando. - Hola doctora Oliveira, la estaba esperando, necesitaba irme temprano hoy, tengo que comprar unas cosas, mañana es el cumpleaños de mi tía Ifigenia… - ¡Ay, no Gabina! – exclamó Oliveira - ¡Te necesito hoy! ¡Ahora van a venir las hermanas Silvina y Vanina Escudero, dicen que firmaron una serie de contratos que les resultan irregulares, y necesitan asesoramiento jurídico, necesito tu presencia, ellas van a llegar en un rato, a cambio, te dejo todo el día de mañana libre, completo, para que puedas estar con tu tía Ifigenia. - De acuerdo – dijo resignada Gabina, sin mucho convencimiento, pero acostumbrada a tener que ceder siempre ante los demás. La doctora Oliveira se acomodó en su despacho. Gabina...