El Asesino de Mora Godoy

Llovía torrencialmente aquella noche sobre la ciudad y sus alrededores, una tormenta que ya llevaba un par de días. Para empeorar la situación, un fuerte apagón dejó sin energía eléctrica a toda la zona. Muchos medios de comunicación no funcionaban y solo existían las redes sociales, para aquellos teléfonos que tenían el celular cargado, el rumor era que el apagón era generalizado, y que afectaba quizás a todo el país, e incluso países limítrofes. Por el apagón y la tormenta, la ciudad estaba paralizada. En medio de aquel contexto, Carlos Matías Sandes, el Basquetbolista, Quesón y Asesino, se encontraba en su departamento, solo le quedaba dos hormas de Queso, dos hormas gigantescas, de un tamaño descomunal, imposible de describir con palabras, dos Quesos Emmenthal. Rodeado de velas, ante la falta de electricidad, el basquetbolista, con sus dos metros y dos centímetros de altura, sus enormes pies talle cincuenta y dos, sus ciento cuatro kilos de peso, el basquetbolista,...