La asesina de Hernán Drago

La imagen clásica de "la Asesina de Hernán Drago" Cuando todavía los ecos del crimen de Cristián “el Ogro” Fabbiani no se habían apagado, Ravelia la Quesona Asesina puso sus ojos en Hernán Drago, un ex modelo devenido en contador público. Era un muchacho muy alto y apuesto, irresistible para cualquier mujer. Aquel día era un viernes. Hernán Drago estaba en su contaduría, como cualquier otro día, cuando pensaba ocuparse de la empresa Barclays & Mason, uno de sus clientes más importantes y recientes. Drago, un hombre de unos treinta y pico de años largos, le dijo a su secretario y asistente personal: - Puede retirarse Matías, ya es tarde, yo me ocupo del tema. - Muy bien, señor Drago. - ¿Durante mi ausencia hubo alguna novedad? - Sí, mandaron este paquete. Hernán se acercó al paquete, lo abrió y para su sorpresa, se trataba...