El asesino de Majo Martino

El entrenamiento de Tigre había llegado a su fin. Era un martes a la tarde, y Carlos “el Chino” Luna el goleador del equipo quería divertirse. En realidad deseaba Quesonear a alguna mina. Era un Quesón y lo quería hacer. Sabía que tenía esa tarde o noche como oportunidad. Tigre jugaba el viernes un partido ante Gimnasia y Esgrima La Plata. Un partido que según Enrique Macaya Marquez iba a cambiar la historia del fútbol argentino. “Habrá un antes y un después” dijo Macaya Marquez. “Pero Macaya” le dijo Araujo “Gimnasia estaba duodécimo, Tigre en el puesto decimosexto, no pelean el descenso, lejos de la punta, ni chances de llegar a la Copa Sudamericana…” “Reitero habrá un antes y un después” Pero no desviemos la atención y regresemos a los deseos Quesones de Carlos “el Chino” Luna… Se dice que el “Chino” Luna siempre llevaba un revolver 45 con silenciador, guantes negros y una horma muy grande por cierto de Queso Pategras, con cáscara roja… El Chino Luna recorría ...