El Asesino de Masha Lund

En mi último viaje a Europa, cumplí por primera vez con un anhelado sueño, visitar la ciudad de Hamburgo, en el norte de Alemania, donde se formaron los Beatles cuando aún no los conocía nadie, y eran una ignota banda de Liverpool, que musicalmente se formaron en clubes nocturnos de la Reeperbahn y del Distrito de Saint Pauli. En 1960, esa ciudad alemana formaba parte de la zona de ocupación británica, y un puerto como Hamburgo, quería músicos de otro puerto como Liverpool, puerto a puerto. De Hamburgo me tomé un tren y fui a pasar unos días a Copenhague, la capital de Dinamarca, me encontré con una ciudad muy bella, simpática, amena, cordial y entretenida, muy alejada de la seriedad escandinava que en forma prejuiciosa creemos en Sudámerica cuando pensamos en aquellas regiones del mundo. Obviamente, me llamó Carlos Quesón, y tengo pies grandes y olorosos, y luego de haber estado unos días en abstinencia por mi paso por Hamburgo, tenía ganas de quesonear a una mina. Para un Quesón...