El Asesino de Ivana Nadal

El avión de Madrid a Buenos Aires aterrizó en el Aeropuerto de Ezeiza. Los integrantes de un equipo de básquet estaban en el. Uno de ellos era el basquetbolista Carlos Matías Sandes, el protagonista de este relato. Horas antes de que el avión partiera de España, cuando el plantel aún estaba en Valencia, Sandes había asesinado a una chica llamada Romina Malaspina. Ahora, de regreso en su tierra, el basquetbolista y asesino serial ya tenía ganas de cometer un nuevo asesinato. Sus asesinatos eran muy peculiares. Sandes era un Quesón, apuñalaba o decapitaba salvajemente a sus víctimas con un machete, al mejor estilo Jason de “Friday the 13th” y después les tiraba un Queso. A veces, no siempre, pero sí muchas veces, el asesino solía tener juegos sexuales con sus pies y sus víctimas, y también sexo, en forma ortodoxa y no ortodoxa también. Era como que su furia criminal no tenía límites y cada asesinato le despertaba un instinto asesino mayor. Al principio, cuando empezó a asesina...