El Asesino de Luciana Salazar

Luciana Salazar fue a la ciudad de Madrid y se hospedó en el Hotel Ritz, ahí enfrente de la fuente de Neptuno y el Museo del Prado. Caminaba por el paseo del Prado, sabiendo que salvo algunos argentinos que pasaran por ahí, nadie la reconocería. Curiosamente, un Quesón, argentino el muchacho y de paso por la capital española, Carlos “Charlie” Reich, iba también por allí. - ¡Oh! – exclamó Charlie – Luciana Salazar. Tengo que quesonearla. Es una oportunidad que no puedo desperdiciar. Aca en España tengo impunidad total, total esta misma noche regreso a Baires. Menos que siempre tengo el revolver con silenciador y los guantes negros. En cuanto al Queso, voy y lo compro en el Museo del Jamón. Charlie se acercó a Luciana y le dijo: - Hola Luciana, ¿Me firmas un autógrafo? – mientras tanto el asesino pensaba “Carlos Delfino, Carlos Fernández Lobbe, Carlos Bossio, Carlos Sandes, Carlos Izquierdoz, y los demás, se la perdieron, esta chance no me la pierdo, mejor que la quesonee y...