Tres Quesones en Budapest

La rutina habitual de la estación Budapest Keleti no se alteró. Era un día más en la vida de la capital húngara. Ni siquiera la celebración del Gran Premio de Hungría en la Formula 1 alteró la vida de los húngaros. Sin embargo, del tren proveniente de Salzburgo, no bajó una persona cualquiera. Era La Marquesa de Avila, una noble española, que a pesar de su nobleza era republicana, y a cada rato solía decir tres frases que repetía sin cesar “Viva España”, “Españoles todos, vascos y catalanes incluídos” y “Viva la República”. Budapest era una de las ciudades europeas preferidas de La Marquesa, por eso al bajarse del tren, elegantemente vestida, comenzó a caminar por la capital húngara. No la visitaba desde los años 30, antes de la Segunda Guerra Mundial, antes de los cuarenta años de régimen comunista en Hungría, la Marquesa fue a la Plaza de los Héroes, camino por la Avenida Andrassy y despues fue al Danubio, a cruzar los Puentes. Notó a Budapest llena de esplendor, como si el tiem...