El Asesino de María Aura

El baloncestista Carlos Cabezas, aunque no es tan alto como otros de su deporte (mide 1,86 metros, pesa 98 kilos y calza 48), eso no le impidió ser una de las grandes figuras de la selección española que ganó el Mundial de 2006. En 2010, después de un par de temporadas en Rusia, regresó a su patria, para jugar en Zaragoza, capital de la Región de Aragón, sobre el río Ebro. - ¿Y que tal te ha ido en las Rusias? – le dijo un aragonés a Carlos Cabezas. - Y pues hombre, hace frío, es aburrido, no es un país para ir a vivir, pero bueno, en todos lados se pueden tirar buenos Quesos, y eso es lo que hacía para recobrar fuerzas, a nuestra España siempre se la extraña. El aragonés se preguntó que significaba aquello de “tirar buenos Quesos”. Pero nada dijo, siguió su camino como si nada, también Carlos Cabezas siguió su camino. Pasó por una quesería de Zaragoza y se apropió de unos buenos Quesos. - Debo tirar un Queso en Zaragoza, pero un Queso que sea recordado, no uno c...