El Asesino de Debora Falabella

Carlos Leonel Schattmann se encontraba en su nuevo destino brasilero. Su carrera como basquetbolista pedía salir de Argentina. No le daba para la NBA ni para la Euroliga. Pero sí para el Franca de Sao Paulo, el equipo de la NBB (liga brasilera de básquet). En tierras paulistas, una tarde, luego de un entrenamiento, Schattmann salió a contemplar la vista que le ofrecía su nuevo departamento. Pensó en su condición de Quesón, y en las minas famosas a las que había quesoneado: Jimena Barón, Brenda Asnicar, Natalia Fassi, Floppy Tesouro, Celeste Cid, Estefanía Xipolitakis, y por supuesto, en Wanda Nara, a la que había quesoneado junto a su fiel amigo, Carlos Matías Sandes, un gran Quesón. - Tengo que quesonear a alguna mina importante aca en Brasil – pensó Schattmann. Sabía que en Brasil había grandes Quesones: Carlos Eduardo (“Kadu”) Parga, Carlos “Caco” Ricci, Carlos “Carlinhos” Freire, Carlos “Caca” Bueno, Carlos Casagrande, Carlos Orama, Carlos Germano, Carlos Dos Santo...