El Asesino de Mónica Antonopulos

Atenas, cuna de la civilización occidental, una ciudad repleta de historia. Allí estaba Carlos Gonella, el Fiscal Quesón, disfrutando de las bellezas y del sol de Grecia. El Fiscal se encontraba allí arriba, en el Partenón, admirando veinticinco siglos de historia humana. No eran pocos los turistas provenientes de todo el mundo que sentían un olor a Queso tan intenso como apestante, y provenían de los enormes y olorosos pies de Carlos Gonella, que habían sudado de más después de ascender al Partenón. A Carlos no le importaba, en medio de tantos turistas que hablaban todos los idiomas que existen en el mundo. Pero sí le importó un comentario, que escucho en un tono argentino, tan argentino como el. - Ese tipo huele a Queso, que olor a Queso que tiene. Provenía de una mujer, Carlos Gonella se fue acercando a ella. Justo en ese momento, otro grupo de turistas argentinos, se acercó a esa mujer, joven por cierto, y se sacó fotos con ella. - ¡Justo aca te venimos a encontrar, ...