El Asesino de Julieta Kemble

Fue una de las modelos más lindas de los 90. A Julieta Kemble la conocían como “la mujer del polo” porque se casó con una polista, Justo Saavedra. Veinte años despues, Kemble reivindica la obra de su padre, el artista plástico Kenneth Kemble, y vive en una casa repleta de gatos. Muchos gatos, muchos más que aquella simpática y popular pandilla de Don Gato, compuesta por el propio Don Gato, y sus fieles amigos Benito, Demóstenes, Cucho, Panza y Espanto, que mantenían un permanente conflicto con el ineficaz e idiota oficial Matute. Pocos recuerdan que el nombre original de este personaje, en inglés, era Charlie Dibble. Matute era la representación viviente de la corrupción policial. Haciendo honor a aquel “Charlie”, en Wikipedia figura que ese personaje era simplemente “Carlos Matute”. A Kemble le encantaba aquella serie animada de los 60, un clásico de Hanna Barbera, mientras disfrutaba de las decenas de gatos que vivían en la casa. Gatos que maullaban, cogían, se colgaba...