El Asesino de Luciana Bianchi

Un día en la rutina de Carlos Kramer, un Quesón que a diferencia de otros, era también un buen padre de familia y su prioridad era siempre el bienestar de sus pequeños hijos, Carlos Agustín y Carlos Thomas. Sin embargo, Carlos era Quesón y como tal, siempre pensaba en quien sería su próxima víctima. - ¿A quien le tiraré el próximo Queso? #Queso. Aquella noche, una noche cualquiera por cierto, sus dos hijos ya están durmiendo despues de ver unas series de dibujos animados. Era tarde, pero Carlos no tenía sueño, y apoyo sus enormes y olorosos pies (calza cincuenta, dado que mide dos metros), sobre la mesa. Agarró el celular y empezó a ver las noticias. Una le llamó la atención, una nota que hablaba de Luciana Bianchi, una olvidada estrella de la televisión y del teatro, de la década anterior (1). - Vaya, vaya – pensó Carlos al terminar de leer la nota – se nos escapó a los Quesones. Bueno, por un lado mejor, porque quizás la hubiera quesoneado un Quesón “estrella” como Carlos Delf...