el relato de Carlos Sebastián Beneitez y Ravelia la Tatuada #QUESO #Carlos03
Contaremos una historia, con dos protagonistas, Ravelia la Tatuada y Carlos Sebastián Beneitez.
Ella es la chica tatuada, joven, de unos 21/22 años, fetichista de los pies, y obsesionada con el nombre Carlos y con la idea de ser asesinada por un hombre llamado precisamente de esa manera.
El es un motoquero abogado, muy flashero, por momentos delirante, oriundo de Pehuajó, el pueblo de la Tortuga Manuelita.
Ocurrió entonces que Beneitez fue a trabajar para un estudio jurídico de Mar del Plata algunos meses, pero como divertimento empezó a estudiar en un grupo de teatro, algo que le gustaba mucho, incursionar en el mundo del teatro. Y así ocurrió que empezaron a preparar una obra de teatro, la famosa “Lluvia que moja” del afamado autor Romualdo Benavente, y justo a Carlos Sebastián Beneitez le asignaron el papel principal, cuyo nombre era Bernabé Velásquez.
En la obra también participaba Ravelia, la Tatuada, que dadas sus limitadas dotes actorales, casi nulas, le asignaron un papel muy menor, el de Pepa, la sirvienta. En la obra los personajes de Carlos y Ravelia jamás interactuaban entre sí.
Ocurrió entonces que ella, o sea Ravelia, se enamoró de él, o sea Carlos, pero no fue un amor correspondido. A ella le gustaba su altura, su calzado, pero mucho más el olor a Queso que Beneitez solía emanar de sus olorosos y gigantescos pies (calzaba 47).
Carlos la
ignoraba, fingía no conocerla, apenas la saludaba con algún “Buenas noches” en
forma genérica y ninguna otra cosa. La ignoraba de tal manera, que ni siquiera
se dio cuenta de sus tatuajes, que a todos llamaban la atención. La veía como
una niña, y no estaba mal eso, el tenia ya unos treinta años, y ella recién
salía de la secundaria según el, porque aún tenía un aspecto juvenil.
Ella jamás se atrevió a confesarle su amor. Por temor a que la rechazaran mal.
Así cuando la obra finalizó sus representaciones la vida los puso en caminos separados.
Transcurrieron tres años, Ravelia tenía una cuenta de twitter donde jugaba con su propio nombre y el de la top model Valeria Mazza. En una de sus múltiples cuentas de twitter se hacía llamar @vareliamasas y firmaba como Ravelia Zamas.
En su perfil decía “Soy Ravelia, la Tatuada, me gustan los hombres con olor a Queso en los pies, dale, anímate y tírame un Queso”.
Navegando por la web, Ravelia conoció un blog donde se publicaban cuentos muy bizarros de suspenso titulado “Cuentos Sangrientos”.
Ocurrió entonces que Ravelia escribió una historia cuyo personaje se llamaba Carlos Sebastián Beneitez, inspirado en aquel joven actor del que estuvo enamorada mientras participó de aquel grupo de teatro.
El relato se llamaba “¿Te gusta el Queso?” y allí Carlos asesinaba mujeres y les tiraba un Queso. Antes de hacerlo, le preguntaba a sus víctimas “¿Te gusta el Queso?”.
Al administrador del blog le gustó y lo publicó de inmediato, agregando incluso las imágenes que, con mucho esfuerzo, Ravelia había hecho con el Photoshop.
Un buen día y casi por azar, buscando algo en twitter encontró una frase de Hemingway.
“Una buena vida no tiene porque medirse con edades bíblicas”.
La cuenta que la publicaba era de “Bernabé Velásquez” @Seba2209. Ravelia no pudo evitar recordar a aquel muchacho y al empezar a ver la cuenta, y ver algunas fotos, no tuvo dudas. Era él, el mismo del que había estado enamorada. Guiada por un instinto irrefrenable, comenzó a escribir un tuit.
En el tuit puso “Quiero un Queso servido por @Seba2209” y agregó una imagen donde Carlos llevaba un Queso en una bandeja, y lo envío sin darle mucha importancia, creía que el destinatario quizás ni lo leyera.
Pasaron algunos días, y la verdad que Ravelia se había olvidado de aquel tuit, pues a veces pasaban varios días sin que abriera esa cuenta. Pero un día lo hizo y para su sorpresa se encontró con un “Bernabé Velásquez te ha seguido” y un tuit enviado por @Seba2209 donde decía:
@vareliamasas Gracias por la bonita historia de los Carlos asesinos tiraQuesos, pero... me devolverías mi imagen, nombre y permisos? Son míos.
Ravelia sintió un escozor la leer el tuit, dudó en contestar, no sabia que poner, pero finalmente algo se le ocurrió... así envío un tuit de respuesta...
@Seba2209 Me tiras un Queso? Ja, ja, gracias por tu buena onda, nos das el permiso? Si o no? Saludos!!!
La respuesta de @Seba2209 no tardó en llegar, para sorpresa de Ravelia...
@vareliamasas Bueno ok. La próxima avisa. Así cambia. ¿Si o no?
Ravelia le contestó...
@Seba2209 si, por supuesto!!!!
Ravelia estaba muy contenta, al fin había encontrado a aquel muchacho del que estaba enamorada, además viendo algunas fotos de él, lo encontró todavía más atractivo, bello y seductor. Sin embargo, no sabía si mandarle un nuevo tuit, o dejar todo ahí...
Días después, dijo “Ma’ sí, le mando otro tuit” pensó Ravelia y así mandó un nuevo tuit...
Nos dará permiso @Seba2209 para una nueva historia de Quesones? No haremos nada sin su opinión ni aprobación
No pasó ni media hora, cuando Ravelia ya tenía la respuesta...
Un cuchillo grabado con nombre de la víctima. Seré cruel, el crimen será perfecto. @vareliamasas adelante con la historia. Carlos.
A Ravelia le encantó que Beneitez citará en el tuit el seudónimo con que ella solía escribir sus cuentos... le agarró una verdadera inspiración y no tardó en escribir un cuento. Se trataba de una historia donde Carlos Sebastián Beneitez asesinaba a la escritora Ravellya Zamas (o sea a ella misma) con un cuchillo que decía su nombre (“Ravellya Zamas”) y le tiraba un Queso. El crimen era perfecto, pues en el relato Beneitez lograba que la policía creyera que se había tratado de un suicidio.
Ravelia subió el relato al blog y le mandó un tuit a Beneitez con el enlace...
@Seba2209 y fuiste muuy cruel... aj... aj... me asesinastes con ese cuchillo... aj aj... au revoir mon ami...
Beneitez le contestó otra vez...
@vareliamasas usaré los 1ros. Billete de tu herencia, compraré mi katana. Cortaré cubos de Queso y lo q sobre del filo para alguna piel más.
Ravelia ya no quería enviar ningún tuit más, pensaba que Beneitez se iba a enojar, y ya era suficiente con esos que había mandado, pero un día su genio pudo más y mandó uno...
Eso sí @Seba2209 que el próximo tuit tenga la palabra “QUESO” ja, ja, saludos, un besito
Otra vez, la respuesta llegó rápido...
@vareliamasas voy a tener para vos algo más copado que un tuit. Quiero hacerte algo copado. Espero sea pronto.
Ravelia quedó muy intrigada... ¿Qué significaba algo más que un tuit? Transcurrieron algunas jornadas y Ravelia prefirió no mandar más tuits... pero un día le llegó por twitter un mensaje directo de “Bernabé Velásquez”...
“Hola Tatuada. Gracias por tus tuits. Tengo en mente hacer algo con una historia con actores... ja ja ja”
Mayúscula fue la sorpresa de Ravelia, que quedó entre asombrada y a la vez muy feliz con aquel dialogo, le fascinó que Beneitez le dijera “Tatuada” el apodo que tanto le gustaba...
Así dialogo con Carlos Sebastián Beneitez, este le dijo que tenía en mente hacer un video con el relato donde la asesinaba y le tiraba un Queso. Pero mientras transcurría el dialogo, Ravelia se dio cuenta que Beneitez no se acordaba de ella...
“Soy tu admiradora secreta” le confesó ella al darse cuenta que daba lo mismo que le dijera su nombre real o uno inventado, pues el no la registraba en lo más mínimo...
“Yo te tiro un Queso y vos una pista, Tatuada...” le dijo Beneitez.
Bueno, Ravelia decidió no tuitear más para no molestar, y literalmente desapareció del twitter, esperó que aquel video se hiciera realidad. Sabía que no era fácil, se conformaba con una foto de Carlos donde le mostrará un Queso, o al menos un tuit con la palabra “Queso”.
Pero la relación por el Mundo Twitter se intensificó aún más…
Carlos jugó aún más a ser “el asesino” y no un asesino cualquiera sino “El Asesino del Queso” como le gustaba decir a él o “el Quesón de Pehuajó” como le gustaba decir a ella.
"A tirar parmesanos por ahi. Y algún que otro Queso azul. Si. A ver cuando te tiro el tuyo"
en el tuit original era "Yo te tiro un queso y vos una pista, quesona" en esta versión por razones legales es "tatuada" |
"No te imaginas lo que va a pasarte en unas horas. No atiendas, mejor, la puerta.
“Con mi cinto bastará. Su hebilla lleva dos iniciales grabadas también. No hace falta que te diga sus letras. Vas entendiendo el juego, preciosa. Con este cinto, ajustaré mis cuentas pendientes contigo”
“Ya deberías estar rezando en vez de preguntar trivialidades"
"Para vos una pasadita de Queso Tubo por toda la cara
Te dejaría solo los ojos limpios
Seria una buena señal de que me conociste.
Te ataría a tu cama. Pondría un espejo en el techo.
Y despertarias viéndote cubierta de Queso
Cuando te acostumbres a tu nueva mascara de Queso, ahí aparecería yo para comerlo lentamente, hasta que vea tu rostro.
No querrías que esto pase.
Ya que al ver descubrir el rostro de mis víctimas ya no hay mas nada que hacer.
Ocurre lo inevitable
Lo que le pasa a todos los Quesos querida Tatuada
Ese Queso que tenés en la cara hay que comerlo
Y para comerlo,hay que cortarlo
Sobre tu cara y en muchas porciones
Queso y sangre
La katana se usa para cortes mas complejos.
Se usa cuando el Queso se acompaña con una buena presa.
Esas partes donde el cuchillo no es suficiente
Queso"
Todo esto le escribió Carlos por Twitter en Mensajes Directos a Ravelia…
La relación entre los tuiteros pudo haber terminado cuando Carlos él dijo en otros mensaje directos: “Parece ser muy importante tu anonimato. No juego más al NN, quiero un encuentro personal”.
No había tal anonimato pues Ravelia le había dado pistas de quien era, solo que el no se acordaba de ella en lo más mínimo...
Despechada, Ravelia le mandó a Carlos Sebastián Beneitez su dirección de Mar del Plata…
Pasaron unos días, menos de una semana, sin que Beneitez diera señales de vida…
Y llegó un miércoles por la tarde, de una fría tarde de invierno, en la ciudad de Mar del Plata. Dicen que un fuerte olor a Queso invadió la ciudad durante todo el dia, y se extendió por todas partes, desde la entrada de la Ruta 2 al norte hasta los más profundos barrios del sur, mas allá de Punta Mogotes. Nadie sabía por qué.
Ravelia, la joven fetichista de los pies, la que se hacía conocer como @RaveliaTatuada o @couer_rouge, la que decía llamarse Ravelia en las cuentas de twitter e Instagram, estaba ahí acostada en su cama, desnuda, con una fuerte calefacción para afrontar el frío intenso.
Por fin recibió un mensaje de Carlos Sebastián Beneitez…
- Creo que iré por ti. A comerte – dijo Carlos.
- ¿A asesinarme? – dijo Ravelia o Ravelia.
- Y cortarte en pedacitos, como este Queso, que tengo aca – dijo el asesino – Sigo pensando lo mismo. Una y otra vez. Serás mía… serás mía… Mía y con sangre, moretones, rasguños. Todos te decoraran la piel.
- Me fascina eso Quesón Asesino, antes de ser asesinada, suplico me dejéis oler vuestros pies, espero que lleves semanas sin lavártelos.
- Tu defecto es la fascinación Ravelia. Tendrás Queso en tu piel. Mi Queso también decorará tu piel. Será una obra de arte.
Ravelia se quedó dormida. Al despertarse, abrió los ojos, miró para arriba, de repente. Ravelia intentó moverse, pero nada pudo hacer. Estaba atada, de pies y manos, intentó zafar, pero no pudo y lo que vio a su alrededor era peor. Se vio rodeada de Queso por todas partes.
Sí, a la derecha, un enorme Queso Gruyere, a la izquierda, un Queso Emmental, sobre sus pies, dos Quesos, un Parmesano y un Blue Cheese, fetas de Queso sobre su rostro, cubos de Queso repartidos sobre su cuerpo.
- ¡Socorroooooo! ¡Auxilioooooo! – gritó aterrorizada Ravelia.
- ¿No querías Queso? ¡Aca tenes Queso! – respondió una voz de hombre.
- ¡Nooooo! ¡Carlos Sebastián Beneitez! ¡Sos vos!
- Sí soy yo – respondió el asesino - #ElAsesinoDelQueso o #ElQuesoDePehuajo, ja, ja, te dije que serías mía, aca estoy, para cumplir la promesa.
Sin desatarla, Carlos puso su enorme pie derecho sobre el rostro de Ravelia. Esta empezó a olerselos, chuparlos, lamerlos, besarlos, una y otra vez. Luego repitió lo mismo con el pie izquierdo. Siempre en condición de sumisa, sin desatarla, Ravelia disfrutó mucho de aquel fetichismo de pies.
Carlos la sometió a toda clase de juegos sexuales, a veces con los ojos cubiertos, a veces descubiertos, cambiándola de posición, pero siempre dominándola. Carlos le chupó la concha, ella le chupó la pija, el le chupó el culo y le dio decenas de patadas, la sometió a decenas de latigazos, la cogió con los Quesos primero, con el pene después, por el culo, por la concha, la golpeaba, una y otra vez, cuanto más sufrimiento mayor placer sentía Ravelia.
Siempre rodeada de Quesos, cuando Carlos se cansó de los juegos sexuales, Carlos la liberó de las ataduras y Ravelia quedó contra la pared, no sabía que hacer, pero se dio cuenta que el juego había terminado al ver como aterrorizada, contemplaba como Carlos, con sus guantes negros, sostenía un enorme y largo cuchillo con la inscripción: “Ravelia Zamas”, se acercó a la chica sosteniendo tanto el Queso como el cuchillo, mientras la chica, empezó a retroceder aterrorizada...
- ¿Te gusta el Queso? – le dijo.
- Por favor, Carlos, no, no, Carlos...
- Te dije que iba a hacer algo copado, algo más que un tuit... te preguntó de nuevo, ¿Te gusta el Queso?.
Con la chica virtualmente entre el cuchillo y la pared, Carlos dijo nuevamente:
- ¿Te gusta el Queso?
En ese momento, levantó el cuchillo con su mano y sin piedad alguna, comenzó a apuñalar a la inocente mujer...
- Queso - dijo en voz alta al efectuar la primera cuchillada, sobre el pecho de la víctima.
- Queso - dijo en voz alta al efectuar el segundo cuchillazo, clavando el cuchillo en el estómago de la víctima.
- Queso - dijo en voz alta al efectuar la tercera puñalada, un corte en el cuello de la víctima.
- Queso - dijo en voz alta al efectuar el cuarto cuchillazo otra vez en el estómago.
- Queso – dijo al efectuar la quinta puñalada, dejando esta vez el cuchillo clavado sobre el corazón de la mujer.
El asesino dio por finalizada su tarea, tomó el Queso Emmenthal que estaba sobre la mesa y lo tiró sobre su víctima diciendo en voz alta por sexta voz:
- Queso.
Al rato Carlos subió el video a YouTube titulado “¿Te gusta el Queso? Así asesiné a la Tatuada”. Se convirtió en un furor nunca visto con millones de visitas en un par de horas...
Carlos miró a la cámara, sonriendo con su mirada asesina, y sosteniendo un Queso con una bandeja, y diciendo en voz alta:
- ¡QUESO!
#ElAsesinoDelQueso sacó más cientos de fotos y videos del asesinato, incluso había fotos mientras la estaba asesinando, pues con cinco cámaras especialmente ubicadas pudo cubrir todo. El asesino lo publicó en las redes. El éxito fue espectacular.
La Fetichista de los pies, @couer_rouge fue salvajemente asesinada por Beneitez. La víctima, no obstante, dejó una serie de pruebas en sus cuentas de @Twitter e @Instagram, que permitieron identificar al asesino.
Después de asesinar a Ravelia Zamas, a Carlos Beneitez lo capturaron en Villa General Belgrano (Provincia de Córdoba) y durante su detención confesó ser #ElAsesinoDelQueso o #ElQuesónDePehuajó, atribuyéndose más de cincuenta crímenes, una cifra exagerada,. Su detención, sin embargo, solo duró unas pocas horas días, tras lo cuales logró fugarse luego de un accidente en la ruta mientras lo trasladaban.
Desde entonces, nada se sabe de él, dicen que esta en París, como la tortuga Manuelita, que vivía en Pehuajó pero un día se marchó...
Y así finaliza nuestra historia, la de como Carlos Sebastián Beneitez asesinó a Ravelia, la Tatuada.
doy fe de que esta historia es absolutamente verídica, cierta en cien por cien
ResponderBorrarun clasicazo de los Quesones, una cosa de locos, impresionante, excelentes todos los cuentos
ResponderBorrary la prueba de que esto es una historia real es que el asesino anda por ahí alegremente contando de sus quesos y de Ravelia la Tatuada no hay más noticias desde 2017, ahí la asesinaron
ResponderBorrar¿Y si Carlos Beneitez es el autor del blog? ¿Y esta es la historia auténtica del asesinato que cometió en la realidad matizada de ciertas ficciones? Ravelia era la novia y la mato, que se yo, Todo puede ser posible en la dimensión desconocida
ResponderBorrarJA JA JA JA EL ASESINO DEL QUESO O EL QUESO DE LOS ASESINOS
ResponderBorraruna pieza clásica de estos relatos, un placer volver a leer la historia, será o no una historia verdadera? algo de cierto hay, los personajes existen en la vida real no hay dudas
ResponderBorrara mi me da que es la historia real entre una maniática sexual y un asesino serial verdadero, el encuentro termina con un asesinato más que sanguinario
ResponderBorrarInteresante esta capa de ficciones enmarcadas
ResponderBorrartodas estas historias dan para una serie de Netflix no es joda
ResponderBorrarhay cierta cuota de suspenso, misterio e intriga en estos cuentos, no sólo es queso
ResponderBorrarflor de relatos con buenas imágenes y excelentes historias, todos los Carlos tienen lo suyo, este Beneitez pedazo de queso
ResponderBorrarlos dialogos del asesino y la chica asesinada son de antología
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