el relato de Carlos "Carlix" Zabala y Ravelia la Tatuada #QUESO #Carlos16
En la misma época en que Ravelia la Tatuada “conoció” a través de las redes a Quesones como Carlos Kramer, Carlos Sebastián Beneitez, Carlos Costa, Carlos Paglieri o Carlos Matías Ferreira Paparamborda, por dar algunos ejemplos, también empezó a seguir a un tal Carlos Zabala @carlixzabala, que era un cantante de temas románticos de tercera línea, un cantor de bodas, que sin embargo, fue coach en algunas ediciones de “Cantando por un sueño”.
Lo seguía en Instagram, y sin bien no se perdía ninguna de sus publicaciones, siempre había un “me gusta” y debes en cuando algún comentario, pero no mucho más que eso, no era de los más preferidos por Ravelia, rango que sí ostentaban otros Carlos, como los ya mencionados, por ejemplo.´
O dicho de otro modo, no sufría el acoso de mensajes y hashtags que sí sufrían los otros Carlos, a los que Ravelia los incitaba a mandar fotos de los pies (lo más light) o que se convirtieran en asesinos de mujeres (lo más heavy), incluso que la asesinaran a ella, como ya sabemos que solía hacer.
Algún día (quizás por que alguno de los otros Carlos no le contesto o por algo parecido), Ravelia decidió reparar esta deuda con Carlos Zabala y luego de que el cantor publicará algo en Instagram, la Tatuada le mando un par de mensajes: el primero decía “Mándame una foto Carlix, quiero ver tus pies, seguro esos Quesos huelen muy bien” y el segundo decía “Me gustaría estar en un mundo donde vos fueras un asesino y yo ser una de tus víctimas, asesíname y tírame un Queso, Carlix”.
Ninguno de los dos mensajes le causo gracia alguna al cantor de bodas, que descubrió a su extravagante seguidora, a la cual desconocía totalmente hasta estos mensajes. Al principio pensó en bloquearla y eso era lo que iba a hacer, cuando vio que Ravelia la tatuada era fetichista de pies y así era todo lo que publicaba en Instagram. Carlos, en ese momento, decidió jugar entonces al juego de Ravelia.
Acepto los mensajes y empezó a seguirla “Hola tatuada, ¿Así que tu asesino? Con gusto te clavaría un puñal, aunque sentiría culpa de asesinar a una chica tan linda, ahora eso de los Quesos no lo entiendo bien, me podes explicar un poco, soy ignorante en esa materia”.
Ravelia, fiel a su estilo, contesto de inmediato. “Te llamas Carlos, ergo, sos un Quesón, esos pies deben oler a Queso y como buen asesino de mujeres, debes tirarle un Queso a tus víctimas, y yo soy una de ellas, dale, tírame un Queso pero primero déjame oler tus pies, y moriré asesinada, pero contenta”.
“Que loca esta mina” pensó Carlos Zabala “Esto es tremendo”, pero estaba decidido a jugar, aun siendo consciente que se estaba metiendo en un quilombo, y avanzó más en el juego “Yo doy clases de canto, además de ser cantor de bodas, te voy a dar una clase gratis, te espero en mi estudio, a pocas cuadras del Obelisco”.
“Yo soy de Mar del Plata, Carlos” le contestó Ravelia “pero ahí estaré, decime la hora, y mañana mismo me tomo un ómnibus y estoy ahí, quiero que me hagas tuya, Carlitos, Carlix, Charlie, Charles, Carlo, Carles, Karel, Karl, Carlete, Carlote, Carli, Carlos, o como quieras que te llame”
“Bueno te espero, todos me conocen como Carlix Zabala, para no ser un Charlie o un Carlitos más, pero para vos, soy Carlos, así de simple, Carlos, te espero, después de las ocho de la noche cuando se van mis alumnas, prepárate una canción, la que quieras”.
Carlos Zabala pensó que Ravelia nunca aparecería y que quizás era un personaje de las redes sociales manejado por cualquier persona, estaba convencido de eso, y por eso creía que el encuentro nunca ocurriría, pero a las ocho dela noche y un minuto, ni un minuto antes, ni un minuto después, Ravelia estaba frente a el, en su estudio.
“Sos más linda en persona que en las fotos” le dijo Carlos “¿Cuál es la canción que elegiste?”.
“Hace mucho que te sigo en las redes, pero bueno, algún día te iba a mandar un mensaje y así estamos, la canción es Custodio de este amor, de Pablo Tamagnini, un rubiecito cordobés que estuvo en Operación Triunfo, ahora esta en un grupo de cuarteto, la Cunga, la Conga, o la K’onga, o algo parecido, me parece”.
“Sí, creo recordarlo, igual aca el único custodio de tu amor soy yo” le dijo Carlos.
“Creía que eras gay” le dijo Ravelia.
“Muchos creen lo mismo, je, dame un streap tease de tus pies, y si se me para, bueno, juzgame por vos misma”.
La tatuada le hizo caso a Carlos y le ofreció un espectacular streap tease de sus pies, al ritmo de la música de las Folies Bergeries de París, le paso los pies por encima varias veces, mientras Carlos le sacaba las medias y olía todo, pero Ravelia olía muy bien…
“Yo huelo a perfume francés, vos sí oles a Queso” le dijo Ravelia.
“Ja, ja, ja” río Carlos “puede ser”.
“Mira Carlos, te regalo un Queso, espero te guste” y Ravelia le entregó a Carlos Zabala un enorme Queso, con múltiples y voluminosos agujeros.
“Bueno, me lo voy a comer” le dijo Carlos “No dejaré nada, ni los agujeros, soy un Carlos y como buen Carlos, me encanta el Queso, no podía ser de otra manera”
“Hay una leyenda Carlos que dice que una vez una mujer asesinó a un hombre llamado Carlos regalándole un Queso envenenado, mira si yo ahora hago lo mismo” dijo Ravelia.
“¿Estas insinuando que me vas a asesinar?” preguntó Carlos Zabala.
“Mejor haceme el amor, Carlos” le contestó Ravelia.
A continuación, Ravelia le ofreció un streap tease, Carlos quedó muy estimulado por esto y la eyección que tuvo fue espectacular, a continuación Ravelia estaba chupándo, oliendo, lamiendo y besando los pies descalzos de Carlos, el cantor disfrutó mucho esto, y su pene se iba eyectando cada vez, no aguantó más, y penetró a Ravelia por el culo, sí la penetró por atrás, con gran fuerza, intensidad y salvajismo, ni el propio Zabala lo podía creer, fue espectacular.
“¡Me rompiste el culo, Carlix!” le dijo Ravelia a Carlos Zabala “Pero que lindo fue esto”
“Juguemos al circo, ahora” le dijo Carlos.
“¿Circo?” dijo Ravelia “¿A que vamos a jugar a los leones, los trapecistas, los payasos o los magos?”
“Al lanzador de puñales, Ravelia, al lanzador de puñales” dijo Carlos.
Y de repente, Ravelia se vio metida sobre un tablero con Carlos tomando los puñales, con guantes negros por supuesto…
“¿Qué haces Carlos? ¡Esto es una locura!” decía Ravelia, claramente aterrorizada.
“Por supuesto Ravelia, esto es una locura desde el principio” le dijo Carlos “No te quepa ninguna duda”.
Carlos empezó a tirar los puñales mientras Ravelia gritaba de terror “¡Noooooooooooooooooooooooooooooooooo!” y mientras gritaba el primer puñal lanzado por Carlos quedaba clavado en el corazón, el segundo en el pecho, el tercero en el cuello, el cuarto en el estomago y el quinto en el hombro derecho, no fueron necesarios más cuchillos: Ravelia estaba muerta.
Carlos agarró el Queso y lo tiró sobre el cadáver de Ravelia diciendo en voz alta: “Queso”.
El asesino miró el cadáver apuñalado de su víctima, con el Queso encima y le dijo: “Mira si iba a comer ese Queso envenenado, ese Queso iba a terminar encima tuyo, querida Ravelia”.
Con total impunidad, el asesino tomó el cadáver de Ravelia y lo tiró por ahí. ¿En Playa Grande tal vez? Dieciocho Carlos asesinaron a Ravelia, Carlos Zabala, el cantor, el número dieciséis.
18 Carlos Asesinos para Ravelia, la Tatuada (la saga completa) o aka Que fue de Couer Rouge?
ja ja ja esta bueno lo del lanza puñales
ResponderBorrareste Carlos Zabala siempre aparecía como asesino pero recién ahora apareció con cuento, merece una mejor figuración asesinando en una de las fan fictions clásicas, con este mismo estilo, lanzador de puñales
ResponderBorrarmuy buenas todas estas historias de los Carlos y la tatuada, no son víctimas famosas, pero los cuentos están muy bien hechos y mantienen el hilo conductor, siempre un placer leer los Relatos Quesones
ResponderBorrarla tatuada es amiga del autor del blog? o enemiga? porque matarla tantas veces
ResponderBorrarmenos mal que siempre hay Carlos a los que recurrir
ResponderBorrarEstá claro que era su primer quesoneamiento, porque el primer cuchillazo fue al corazón, la liquidó rápidamente. No prolongó su agonía.
ResponderBorrarigual que Cáceres, este queson merece un cuento asesinando a una famosa, fue coach de Videomatch y tiene fotos con gente del espectáculo, no es ningún gil
ResponderBorrarel estilo de lanzar puñales puede ser imitado por otros Carlos, es bien bizarro, no está nada mal
ResponderBorrareste en la realidad se la come con queso y bien doblada, pero como esto es un cuento, bueno, además de asesino puede ser bien machote
ResponderBorrar