El Asesino de Cindy Kimberly
Luego de los sucesos ocurridos en Estambul (1) el modelo Carlos San Juan, un joven alto, bello, esbelto y bien patón, se dirigió a las Islas Canarias, donde lo contrataron para promocionar los Quesos de Fuerteventura (2) considerados una joya de la gastronomía de las Islas.
Carlos participó con gran entusiasmo de aquella promoción de Quesos, al principio con cierta reservas…
- Un Queso de cabra, je, je, muy rico, por cierto, un manjar para mi paladar de Quesón – dijo Carlos San Juan – pero en mi fuero íntimo prefiero los Quesos hechos con leche de vaca, ja, ja.
Lo cierto es que el modelo comió unas buenas cantidades de aquel delicioso plato, de hecho, fue el único alimento sólido que ingirió en aquellos días. Carlos no paraba de comer Queso, tanto que llamó la atención de otra figura invitada al evento.
- Como os gusta el Queso. No paráis de comerlo.
Carlos levantó la vista, ante su vista estaba una joven morocha, de belleza exótica y exuberante, que le dijo:
- ¿Eres Carlos San Juan, verdad?
- Así es mi nombre. ¿Y tú? Creo conocerte de algún lado.
- Cindy Kimberly, modelo española (3).
- ¿Cindy Kimberly? – exclamó asombrado Carlos, al escuchar aquel nombre (“Cindy”) Carlos sintió algo en su interior, como un extraño deseo de asesinar a una chica, claro, se llamaba igual que Cindy Crawford - ¿Española?
- Sí, Cindy Kimberly. Española, así lo dice mi pasaporte, Carlillos.
- Con ese nombre no puedes ser española, serás inglesa o americana, australiana tal vez.
- He nacido en Holanda, niño, soy de madre española y padre tailandes, por eso tal vez mi nombre y mi fisonomía te parecen extrañas para nuestra tierra, la tierra del Cid y de Cervantes, pero te aseguro soy tan española como tu, así lo dice mi pasaporte.
- Ah, vaya, vaya, bueno, sí eres española, bien española, se llame Marife de Rentería, Carmen la de Triana o Cindy Kimberley…
- Kimberly. Cindy, como la quesoneada Cindy Crawford.
- Uy, sí, dicen que la asesinaron en Estambul. Es un rumor que se oye por Internet.
- Esta muerta – aseguró Carlos San Juan.
- ¿Y tu como lo sabes, Carlos?
- Es fácil. Porque yo la asesiné.
- Ja, ja, ja –río Cindy, pensando que todo era broma de Carlos San Juan – Me gustaría sacaros una fotos contigo.
- Es que en pocas horas debo partir a Milán. Asi que bueno, niña, saquemos las fotografías y listo.
Fueron a un costado, detrás de una especie de carpa, donde nadie los veía ni los molestaba, fuera de la vista y del alcance de todos. Carlos estaba un poco nervioso, deseaba sacarse de encima a aquella morocha cuanto antes, pero no sabía que hacer. La chica quería sacarse las fotos.
- Subiré las fotos a Instagram presentándote como Carlos San Juan, “el asesino de Cindy Crawford”, ¿Qué tal?
- Haz lo que quieras – dijo Carlos San Juan, ahora un poco más decidido – Tu también recibiréis vuestro Queso.
- ¿Mi Queso? Ja, ja, si eres gay, no creo que tengas fuerza para hacerme feliz, ja, ja.
- Quizás sea gay, quizás no lo sea, no es un problema vuestro si lo soy, pero te aseguro que recibiréis vuestro Queso – ahora el tono de Carlos San Juan se volvió más amenazante.
Cindy observó a Carlos, y este, se desnudó rápidamente ante ella, y para su sorpresa, sus pies, que ya de por sí eran muy grandes, parecían haberse agrandado aún más, calzaba como 48 o 49, y su pene estaba también erecto. La modelo no lo pudo resistir, se tiró la piso y empezó a chuparle los pies a Carlos, los chupó, lamió, besó y olió, una y otra vez.
- ¡Qué olor a Queso tienes, Carlos!
- Soy un Quesón, niña, soy un Quesón.
Le chupó el pene, el no le chupó las tetas, la miraba, pero no le chupó nada, disfrutó que ella le chupara el pene, y lo disfrutó muy bien, la penetró entonces por el culo, y tuvieron una intensa relación. A un costado, había una cubeta, llena de hielo, preparada para servir con el champagne, Carlos agarró la cubeta, y tiró todos los hielos sobre las tetas de la modelo.
- ¿Os gusta?=
- Me encanta, pero me gustaría que chupéis mis tetas.
- Je, je – río Carlos con cierto sarcasmo – ya lo haré, ahora os romperé esos hielos en vuestros senos.
- ¿Romper los hielos?
Adentro de la cubeta había un picahielos, Carlos lo agarró y se tiró sobre Cindy, comenzándola a apuñalar en forma salvaje, como si rompiera los hielos sobre esos senos. Los gritos de dolor de Cindy fueron intensos, pero nadie los escuchó, es que en ese momento, la fiesta de los Quesos estaba siendo animada por una gran cantaora, la Marquesa de Avila, cuyas canciones tapaban todo. La furia criminal de Carlos fue apagando de a poco los gritos de la modelo, que desangrándose, finalmente quedó muerta.
- Queso – dijo el modelo Carlos San Juan, tomando un Queso (sobraban allí por cierto) y lo tiró sobre el cadáver de su víctima, otra Cindy, esta vez Cindy Kimberly.
El asesino limpió la escena del crimen con gran rapidez, y sin mayores problemas, mientras todos aclamaban a la Marquesa de Avila, se fue al Hotel, y de allí no tardó en irse a Milán.
Dicen que cuando descendió en el Aeropuerto de Malpensa, Carlos se sorprendió al ver a la Marquesa de Avila buscando las valijas, había viajado en el mismo avión.
- Vaya, vaya – el dijo Carlos – que gran cantaora que es usted, que éxito ha tenido.
- Eres un gran asesino, niño, un gran Quesón, ya asesinareis a alguna otra chica, que la próxima no se llame Cindy, je, je.
- ¿Usted es como la rumana que conocí en Estambul verdad?
- Así es Carlillos. Pero ahora estamos en camino separados, la rumana se ha entregado a la bebida, desde que regresó una búlgara, al parecer una antigua rival suya, yo por ahora me quedaré en Europa, je, je, estaré un par de días en Italia para grabar un disco con Rita Pavone, después regresaré a nuestra tierra, España, ¡Viva España!
- ¡Viva España!
En ese momento, la Marquesa le entregó una lista con nombres de mujeres bellas a Carlos San Juan, modelos y actrices, la mayoría españolas, todas europeas, la Marquesa le dijo:
- Que reciban su Queso.
- Queso – fue la respuesta de Carlos San Juan.
Y colorín colorado, una lluvia de Quesos por Europa se ha desatado.
tomate unas vacaciones, ya te estas quedando sin ideas
ResponderBorrarAtaques a los senos con picahielos, una nueva forma de crueldad. Que raro con no intimó con ella. Se ve que se ofendió con esa duda sobre su sexualidad.
ResponderBorrarNo me gusta esa actitud que está teniendo la Marquesa de Avila. Debiera ser más considerada con su amiga rumana.
Sandes se merece que Deck, el amigo bastante enterado de los quesones, hable con él. Para que entre en razón, ya que no puede dejar de ser quesón que se porte bien con su protectora y reciente amante.
YO CREO QUE A ESTE QUESÓN LE GUSTA QUE LE METAN EL QUESO EN EL CULO
ResponderBorrarmalo este cuento queson
ResponderBorrarTal vez el relato no sea malo, aunque podría serlo, sino que este quesón no tiene mucha experiencia.
ResponderBorrarCometió el error de no desgustar a esta modelo, como sí lo hizo con la otra Cindy. Un buen debut como quesón y una segunda vez que podría haber sido mejor.
Y repito que me parece inexplicable la actitud de la Marquesa, con su amiga rumana. Lo esperaría más de Astrid.
Corrijo, si intimó. Así que cumplió con el ritual completo.
BorrarJustin Bieber puede ser un objetivo 2020 para una quesona.
ResponderBorrarPodría ser para Carla Guguino.