El Asesino de Mónica Antonopulos
Atenas, cuna de la civilización occidental, una ciudad repleta de historia. Allí estaba Carlos Gonella, el Fiscal Quesón, disfrutando de las bellezas y del sol de Grecia. El Fiscal se encontraba allí arriba, en el Partenón, admirando veinticinco siglos de historia humana. No eran pocos los turistas provenientes de todo el mundo que sentían un olor a Queso tan intenso como apestante, y provenían de los enormes y olorosos pies de Carlos Gonella, que habían sudado de más después de ascender al Partenón.
A Carlos no le importaba, en medio de tantos turistas que hablaban todos los idiomas que existen en el mundo. Pero sí le importó un comentario, que escucho en un tono argentino, tan argentino como el.
- Ese tipo huele a Queso, que olor a Queso que tiene.
Provenía de una mujer, Carlos Gonella se fue acercando a ella. Justo en ese momento, otro grupo de turistas argentinos, se acercó a esa mujer, joven por cierto, y se sacó fotos con ella.
- ¡Justo aca te venimos a encontrar, Antonopulos!
- Y sí, soy descendiente de griegos – dijo la mujer.
¿Antonopulos? Se preguntó Carlos Gonella. El Fiscal se fijó entonces en su celular y aunque estaba en ese lugar, tenía roaming y señal, y pudo descubrir de quien se trataba… Mónica Antonopulos (1), actriz argentina, “Se hizo conocida en el 2009 por su papel protagónico de Ana Monserrat en Vidas robadas junto a Facundo Arana” decía la información de Wikipedia.
Cuando el grupo de turistas se alejó, el fiscal Gonella se acercó a Antonopulos.
- Qué olor a Queso tenes Quesón – le dijo Antonopulos pensando que Gonella era yanqui o inglés, y no entendía nada de castellano.
- ¿Viste piba? – dijo Carlos – Y tengo olor a Queso, porque soy Quesón.
- ¿Entendes castellano? ¡Y hablas como argentino! – Antonopulos metió la pata, se dio cuenta.
- Y sí, soy Carlos Gonella, Fiscal de la Nación, tan argentino como el Queso Mar del Plata, ja, ja, ja – río Carlos – Y sí, es verdad, huelo a Queso, porque ya te dije soy un Quesón.
Antonopulos se dio vuelta y se fue del lugar como avergonzada o temerosa vaya a saber de que. Lo cierto es que pasaron las horas, y el Fiscal Carlos Gonella permaneció ahí, en el Partenón, y cayó la noche, y aunque el Partenón ya estaba cerrado para las visitas, Gonella se escondió detrás de unas columnas. El Partenón estaba iluminado, cuando para sorpresa del Fiscal Quesón, Mónica Antonopulos estaba otra vez ahí.
Le llamó la atención que la actriz estuviera ahí, haciendo extraños movimientos, mientras escondido detrás de una columna, la espiaba…
- ¡Soy la encarnación de Palas Atenea! – dijo Antonopulos.
- Y yo soy Zeus – dijo Carlos Gonella, acercándose a la actriz.
- ¡Vos otra vez! – dijo Antonopulos – No importa, soy Palas Atenea. Me gustaría coger con vos… ¿Cómo era que te llamabas?
- Carlos. Pero ahora soy Zeus.
- Palas Atenea era hija de Zeus, será incesto.
- No importa – dijo Carlos Gonella – ahora soy Carlos, no soy Zeus, las diosas bajaban del Olimpo a coger con los mortales.
Antonopulos se tiró al piso, ese piso del Partenón por donde pasaron todos los héroes griegos, ahí Carlos Gonella le puso los pies encima, y ella los olió, cogió, y besó…
- ¡Qué Queso tiene este mortal!
Cogieron y disfrutaron de aquel sexo, con mucha intensidad, Antonopulos creía seguir siendo la encarnación de Palas Atenea, estaba convencida de eso…
Carlos Gonella, que tenía una gran mochila consigo, sacó de la misma un Queso y un cuchillo, y se acercó a la actriz, que seguía metida en su Palas Atenea…
- ¿Qué queres mortal Quesón?
- Soy el mortal Quesón que asesinará a una inmortal como vos Palas Atenea.
Cuchillo en mano, Carlos Gonella se tiró sobre Antonopulos y la apuñaló salvajemente.
- Queso – dijo Carlos Gonella al terminar de asesinarla y tirarle el Queso encima.
El asesino se fue del lugar con toda impunidad, tirando el cadáver de Antonopulos, Queso incluído, desde arriba del Partenón, que mezclándose con ruinas de la Grecia Antigua, no lo encontraron más…
Así fue asesinada Mónica Antonopulos, por creerse Palas Atenea, por el gran y sanguinario asesino Carlos Gonella, el Fiscal Quesón.
el absurdo llevado al limite máximo, una bizarreada total, x eso es buenisimo este cuento
ResponderBorrarque raro que no apareció el Comisario Miguel, intimo amigo de este asesino, deberían haber ido juntos a Grecia de vacaciones, fallaste ahí
ResponderBorrarQue desperdicio haber matado a una actriz talentosa, una que merecía quedarse afuera de la lista.
ResponderBorrarY además desperdiciaron su talento, podrían haberla matado en una filmación de Pirulo Films.
Y podría haber sido estrangulada, como su personaje en Vecinos en guerra.
Pero que hubo morbo, lo hubo. Lo de la actriz que se cree el personaje, puede una buena idea para usar, sin agotarla.
Y no es mala idea la del fiscal. Podría ser algo al estilo de God of War, mezclado con Xena la princesa guerra. Un asesino de diosas, como la actrices que las interpretan. Y una asesina de dioses, como de los actores que los interpretan. La asesina podría ser Carla Gugino.