La Asesina de Mauricio Paniagua

Mauricio Paniagua, el actor que hizo del boxeador (y Quesón) Carlos Monzón, se encontraba descansando en el cuarto de un hotel, mientras se preparaba para un nuevo casting. Recién se había dado una ducha, y lucía bien limpio y con buen olor en todo el cuerpo. En ese momento, golpearon la puerta de la habitación.

- ¿Quién es? – preguntó Mauricio.

- Carla – fue la respuesta que escuchó el actor – Carla Quevedo.

Mauricio abrió la puerta y ante el estaba Carla Quevedo, la actriz que hizo de Alicia Muñiz en la serie Monzón, y más atrás en el tiempo, a Liliana Colotto, la chica que era asesinada en “El Secreto de sus Ojos”.

- Hola Carla, la verdad no te esperaba – le dijo Mauricio.

- Discúlpame Carlos, es que estoy asustada. Tuve la sensación de que alguien entraba a mi habitación mientras me estaba bañando.

- ¿Carlos? – preguntó asombrado Mauricio.

- Ay discúlpame, es que te veo y sos igual a Carlos, a Carlos Monzón. Igualito. Es fuerte para mí, vos haces del hombre que me asesinó, que asesinó a Alicia Muñiz, quiero decir.

- Me parece que el personaje se te subió a la cabeza. Deberías ver a un psiquiatra, yo soy Mauricio Paniagua, no soy Carlos Monzón.

- Estoy muy nerviosa. Todos los papeles que interpretó son de mujeres asesinadas. No es fácil para mí.

- Ya veo – dijo Mauricio.

- Y encima, mi apellido es Quevedo, con “Q” de Queso. Y me llamo Carla, que paradoja del destino. Por eso sé que mi destino es ser una Quesona. O asesino para no ser asesinada, o de lo contrario un Carlos como vos, me termina asesinando.

Paniagua quedó un poco asustado, al escuchar todo aquello, era evidente, que la chica necesitaba ayuda psiquiatra ya. El actor que hizo de Monzón no sabía cómo sacársela de encima.

- Me parece que sos gay Carlos, me tenes miedo.

- Mi sexualidad es un problema mío, no tuyo, y no me llamo Carlos, soy Mauricio.

- Te llamas Carlos, Carlos Monzón. Sos el hombre que me asesinó.

- Ya te dije que soy Mauricio.

Carla se acercó al actor, desenvainando un cuchillo, para terror del joven actor. Con gran habilidad, Carla le dio una patada a Mauricio y este cayó al piso, cerrando los ojos, más por la sorpresa del golpe, que por el golpe en sí mismo.

Carla levantó el cuchillo mientras Mauricio permanecía con los ojos cerrados, y así, con una furia salvaje descontrolada, le clavó el arma blanca en el pecho al muchacho.

- ¡Aaaaajjjjjjjjjjjjjjjjjjjj! – fue la expresión de horror del actor mientras recibía la primera puñalada que la asesina hundió en su cuerpo.

A continuación lo que siguió fue una verdadera lluvia de puñaladas y cuchillazos, más de cincuenta seguramente, con heridas, cortes y tajos en el todo el cuerpo de Mauricio Paniagua. 

Cuando la asesina dio por finalizada su tarea, agarró el Queso y lo tiró sobre el cadáver de su víctima.

- Queso – dijo con una frialdad absoluta Carla Quevedo – soy una Quesona y comencé mi venganza. Debo asesinar para no ser asesinada. Es mi destino. Soy Carla, Carla Quevedo, con “Q” de Quesona, “Q” de Queso.