El Asesino de Lily James

Lily James, actuó en Orgullo, prejuicio y zombies, una destacable película. Era temible cazadora de zombies. El problema es que empezó a creerse su personaje, ya no distinguía la realidad de la ficción. Y en esa noche de luna roja, Lily James estaba convencida que los zombies iban a salir a atacar a la humanidad. Quiso el destino que Lily James se encontrara en España y que fuera a ver un partido de baloncesto de la Liga ABC, mas precisamente del Real Madrid, y precisamente en aquella noche de luna roja, James interrumpió el partido de baloncesto, al grito de “¡Zombies! ¡Zombies! ¡Zombies! ¡Zombies! ¡Zombies! ¡Zombies!”, armada con una ninjato, parecía dispuesta a decapitar a quien fuera, creyendo que todas y todos eran zombies. La alarma fue generalizada, la gente huyó despavorida, estaba totalmente desatada.



-          Tranquilizaos, me encargó yo del asunto, por algo soy un Quesón – dijo Carlos Alocen, baloncestista del Real Madrid.

El joven Carlos se acercó a Lily James, que enfurecida, le dijo:

-          You are Walking Dead.

-          Yo soy un Quesón, me llamo Carlos Alocén.

Carlos se quedó descalzo ante Lily James y un fuerte olor a Queso comenzó a esparcirse por el ambiente, un olor tan asqueroso, como penetrante y asfixiante, la actriz comenzó como a perder el conocimiento, y tras quedar desmayada por el olor unos instantes, recobró la conciencia.

-          What’s happen? – dijo Lily James.

-          Nada niña, nada – le dijo Carlos Alocén – dadme la ninjato, ya estais bien niña, dadme la ninjato, give me la ninjato.

Lily James le entregó la ninjato a Carlos Alocén, y se tranquilizó, pero continuó oliendo el olor que tenían los pies del baloncestista y no pudo evitar caer rendida ante esos pies, oliéndolos, chupándolos, besándolos y lamiéndolos, una y otra vez, con cierta furia, Alocén le tuvo compasión y para tranquilizarla aún más la cogió de manera suave y delicada, entregándole gozo, pasión y amor a Lily James, que quedó realmente extasiada ante la situación.

Cuando Lily James ya estaba tranquila, domesticada, sin ganas de matar zombies, Carlos Alocén blandió la ninjato, y ¡raaaaaaajjjjjjjjjjjj! Se la clavó en el cuello a Lily James, la espada ninja se la clavó hasta el mango, por el lado posterior del cuello, salía el resto de la espada, quedando clavada, como empalada, sobre un poste.

-          Queso – dijo Carlos Alocen mientras tiraba un enorme Queso Emmenthal sobre el cadáver de su víctima, ¿De donde sacó el Queso? Pues lo tenía, Carlos Alocén, es un Quesón y siempre tiene un Queso a su disposición.

Y en aquella noche de luna roja, y como estamos en España, la muchedumbre agarró a Carlos Alocén y se lo llevó en andas como un torero en triunfo, solo que el era un Quesón en triunfo, que los salvó de convertirse en zombies, lo cual no es poco, #Queso.

Comentarios

  1. Una actriz que se creyó el personaje, que se volvió peligrosa. Que interesante motivación.
    Y que conveniente para Caros Alocen, que mató con impunidad. Fue visto por una multitud, pero no será acusado, sino aclamado como un héroe, que salvó al público de una peligrosa desquiciada.

    Y capaz que hasta la Liga de la Pureza está favor, como argumento a favor del peligro de ciertas ficciones, como Orgullo, prejuicio y zombies.

    ResponderBorrar
  2. La Niña de Embajadores15 de agosto de 2021, 5:28 a.m.

    los zbies son inmunes al Queso?

    ResponderBorrar
  3. la tradición de basquetbolistas asesinos un clásico de los Relatos Quesones

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Relatos Quesones de la Semana

El Asesino de Juliana Awada

Carla Romanini, Queso de Oro 2023

La Asesina de Matías Almeyda, Matías Cóccaro y Matías Recalt

Los Asesinatos de Carlos Bossio, el Quesón

La Asesina de Matías Solanas Versión 2.0

Los Asesinos de Fátima Florez

Carlos Ignacio Fernández Lobbe, el rugbier asesino, el Quesón

Los Asesinos de Lilia Lemoine

El asesino de Valeria Mazza

La asesina de Fabricio Oberto