La Asesina de Juan Mónaco y José Acasuso
Carla Conte acababa de asesinar a Pablo Echarri, mientras el tenista Carlos “Charly” Berlocq, asesinó a Nancy Duplaá, en una rara y escasa misión conjunta entre Quesones y Quesonas (1).
- Queso – dijo Carlos “Charly” Berlocq en voz alta, mientras disfrutaba de la obra maestra en el mundo del crimen que había cometido, al ver el cadáver empalado de Nancy Duplaá, a la que acababa de asesinar.
El tenista asesino se dio vuelta y para su sorpresa, la Quesona ahora lo estaba apuntando con el revólver con silenciador. Berlocq miró asombrado:
- ¿Qué significa esto? ¡Somos socios en el crimen!
- Te dije que la asesinarás, no que la violaras – le dijo Carla Conte.
- Pero la asesiné, y empalada Nancy Dupláa esta, ¿Qué más querés? ¿Acaso me vas a asesinar? ¡No me jodas! ¡Ya no te quedan más balas!
- Las suficientes, Carlos Berlocq…
- Si sos una verdadera Quesona, me tenes que tirar un Queso, y aca solo hay dos Quesos, el Roquefort, que le tiraste a Pablo Echarri, y el Pategras, que le tire a Nancy Dupláa…
- Hay un tercer Queso, Carlos, y es para vos.
- ¿Cuál?
- Este – y Carla Conte, siempre apuntándole con un revolver a Berlocq, sacó un Queso Edam, de cascara roja, de sus pertenencias.
- ¡Noooo! – dijo aterrorizado Carlos Berlocq al darse cuenta que había caído en la trampa como un ratón al Queso.
Carla Conte disparó dos balazos muy certeros. Sin embargo, uno le rozó en el lado izquierdo la cara al tenista, y apenas le hizo el equivalente a un rasguño, y pegó en la pared; el otro, el hombro derecho, y pegó en una de las puertas.
Carlos Berlocq respiró hondo y tragó saliva...
- ¡Ja, ja! - río Carla Conte - está claro que si te hubiera querido asesinar, lo hubiera hecho, pero no asesinaré a un Carlos, en el día de hoy, respira tranquilo Charly, pero así sentís lo que sienten las minas que quesoneas cuando estan enfrente tuyo, ja, ja.
Con Carlos Berlocq aterrorizado por un momento, la asesina le tiró un Queso y le dijo en voz alta:
- Queso.
El Queso cayó sobre el tenista, que permaneció inmóvil por un momento.
- Me voy Charlie, mejor, que cada uno siga su camino, ja, ja. No asesinaré a un Carlos, por ahora. Pero si te perdona la vida a vos pudiendo haberte asesinado, quizás en unas horas te enteras que algún tenista que conocés, aparece muerto, je, je, o lo que es peor aún, quizás dos tenistas, ja, ja.
Carla Conte se alejo de la escena del crimen con gran frialdad y muy contenta después de haber asesinado a Pablo Echarri y de haber aterrorizado a Carlos "Charly" Berlocq.
Los Quesones suelen alejarse inmediatamente de la escena del crimen, pero esta vez Charly permaneció un rato más, realmente asustado por los balazos que le disparó Carla Conte, hasta que finalmente salió del lugar, bastante asustado, pensativo y reflexivo.
Horas después de que esto ocurriera, el tenista Juan Mónaco se encontraba en su habitación, extrañando seguramente a Pampita, con quien había tenido mucho sexo y había sido asesinada. Mónaco le hacía honor a su apellido y en su cuarto tenía cuadros del Principado y del gran premio de Montecarlo. Estaba sumido en una gran depresión, sin dudas, y no sabía que hacer…
- Hola Juan – escuchó de pronto una voz de mujer.
Ante la sorpresa del tenista, ante el, estaba Carla Conte, sí, Carla Conte, la gran modelo y conductora de TV…
- ¿Te conozco? – dijo Mónaco.
Carla extendió sus pies descalzos, que olían a perfume francés, sobre el rostro del tenista, que empezó a oler los pies de Carla, a besarlos, chuparlos, lamerlos, así, del juego de los pies pasaron a una intensa y fogosa relación sexual.
- Gracias Carla por darme este placer. Estoy muy triste después del asesinato de Pampita. La balearon y le tiraron un Queso.
- Lo sé – dijo Carla – y ahora llegó la hora de que te tiren un Queso a vos.
- ¡Nooooooooooooooo! – exclamó aterrorizado Juan Mónaco, al ver que Carla Conte lo apuntaba con un révolver con silenciador.
¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! ¡Bang!
Ocho balazos ejecutados con la maestría que solo una asesina puede realizar y que nadie escuchó, dado que uso el silenciador.
- Queso – dijo Carla Conte mientras tiraba el Queso sobre el cádaver de Juan Mónaco, alejándose inmediatamente de la escena del crimen.
Quiso el destino, que al salir de esa habitación, Carla Conte justo se cruzó con otro tenista, José “Chucho” Acasuso, que ignoraba que Mónaco acababa de ser asesinado dado que la Quesona había usado el silenciador, el tenista al verla le dijo:
- ¿Vos sos de la televisión? ¿No fuiste novia de Marcelo Tinelli?
- Soy Carla Conte – la asesina lamentó no tener más balas, pero era una Quesonas asesina y siempre tenía algo a mano a que recurrir en su mochila, le quedaba aún un Queso y por supuesto tenía el cuchillo – Dale, sí queres saber como cogía la novia de Tinelli, entremos a la habitación.
Acasuso no lo podía creer, en apenas unos minutos estaba adentro de su habitación con Carla Conte, jugando a los pies, chupándole, lamiendo y besando los pies de Carlita.
- ¡Me vas a desgastar! ¡Mañana tengo que viajar al circuito del ATP! – le decía Acasuso.
- ¡No tengas miedo! – le dijo Carla.
Carla se tiró encima y Acasuso no pudo resistirse, cogieron en forma intensa y apasionada, una y otra vez, con gran furia.
- Gracias Carla por darme este placer. Ahora viajaré contento al circuito del ATP.
- Lo sé – dijo Carla – pero antes te tiraré un Queso. Morirás asesinado.
- ¡Nooooooooooooooo! – exclamó aterrorizado Juan Mónaco, al ver que Carla Conte se tiró encima con un enorme cuchillo.
Treinta y cinco puñaladas que solo la maestría de una asesina puede realizar, provocándole cortes, tajos y heridas en todo el cuerpo a Mónaco.
- Queso – dijo Carla Conte mientras tiraba el Queso sobre el cádaver de José Acasuso alejándose inmediatamente de la escena del crimen.
“Juan Mónaco asesinado a balazos, José Acasuso asesinado a cuchillazos, una mujer principal y única sospechosa” decía un tuit que Carlos “Charly” Berlocq leyó al ingresar a Twitter en la mañana siguiente, Berlocq quedó paralizado al leer el tuit.
Justo en ese mismo momento, sonó su celular era un what’s app de Carla Conte…
- Te lo dije Charlie, te lo dije, te salvastes, pero Juan Mónaco y José Acasuso recibieron un Queso, ja, ja, un tenista se salvó, dos fueron asesinados, ja, ja, espero tener pronto una nueva aventura con vos… Saludos querido Charly, #Queso.
este cuento es una suerte de secuela de "La Asesina de Pablo Echarri y el Asesino de Nancy Duplaá"
ResponderBorrarhttps://cuentossangrientos.blogspot.com/2018/10/la-asesina-de-pablo-echarri-y-el.html
al que le hemos cambiado el final para ordenar un poco el Universo Quesón, dado que había algunas confusiones
excelente, Carla Conte esta re buena, ojala nos termine matando a todos, aunque ya tiene sus añitos
ResponderBorrarahora que venga "la asesina de Guido Pella"
ResponderBorrarque raro que las quesonas aún no asesinaron a Jose Meolans, que tiene todo el perfil para ser quesoneado
ResponderBorrarel nadador Martín Naidich, busquenlo en google, el tipo de víctima que las Quesonas suelen quesonear, que se lo dejen a Carla Romanini, por favor, que se abstenga Carla Conte
ResponderBorrarya leí un cuento donde una Quesona acuchilla a Federico Grabich también nadador por eso propongo que quesoneen a este Martín Naidich, de una manera similar, pero que lo haga Carla Romanini
Borraracompaño la moción, Martín Naidich es un buen "quesoneable" para Carla Romanini, merece decenas de cuchillazos y un gran Queso
BorrarEsto explica la paranoia de Carlos Berlocq, que ha matado a alguna Electrostar, por temor a ser asesinado.
ResponderBorrarBien la rectificación de ese anterior relato.
Y parece que cuando una quesona se abstiene de un asesinato, tiene que compensarlo.
Carla Conte, letal y sexy.
Ya que se menciona El asesino de Pampita, noto que hubo una diferencia de criterios, de Reich o del cronista.
ResponderBorrarMientras que con Nicole Neuman, las heridas mortales fueron mínimas, preservando su belleza, a Pampita le dio con todo. Si Regazzoni embalsamó a ambas, seguro tuvo más trabajo con Pampita.
lo que ocurre que Neumann fue su primera víctima famosa; cuando asesinó a Pampita ya tenía cientos de minas quesoneadas y de quesos tirados
Borrareste cuento es malo
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