La Asesina de Charles Walrant


Primer boceto de la imagen de "La Asesina de Charles Walrant"

Creyó que era inglés, pero en realidad Charles Walrant era belga, aunque hablará con Ravelia hablará en inglés, pues la chica no sabía ni una palabra en flamenco (el idioma natal de Charles) ni el sabía una palabra en castellano.
Para Ravelia Charles no era un Quesudo, sino un auténtico Quesón, con sus dos enormes pies talle 46 rebosantes de olor a Queso, intenso y apestoso.
Se vieron varias veces antes de este encuentro. El lugar donde se encontraron fue el Covent Garden en Londres, desde ahí se trasladaron a un hotel cerca de la estación Queensway, de la Central Line. Siempre tenían sexo en forma intensa y apasionada.
Esta vez, sin embargo, ella le propuso jugar a él, y después tener sexo. El aceptó el juego y los dos empezaron a jugar.


Charles, totalmente desnudo, estaba acostado con sus dos enormes pies sobresaliendo de la cama, cuando le dijo a Ravelia:
-         I am waiting for you, Ravelia (Estoy esperando por tí, Ravelia).
Ravelia se acercó, también desnuda, aunque con un par de guantes de color blanco que le cubrían las manos, y al pie de la cama le dijo a Charles:
-         I love you Charles (Te amo Charles).
Al costado de la cama había dos grandes hormas de Queso Gruyere, Charles acercó sus pies a Ravelia, que empezó a chuparselos, lamerlos, besarlos y olerlos, una y otra vez. Los pies de Charles eran realmente grandes, calzaba cuarenta y siete, y tenían un profundo e intenso olor a Queso, como ya lo dijimos anteriormente.
-         I love your feet, Charles (Amo tus pies Charles) – le dijo Ravelia a Charles mientras olía los pies.
-         Show me now your beauty female feet, Ravelia (Muestrame ahora tus bellos pies femeninos, Ravelia) – fue la respuesta de Charles.



La chica entonces puso sus pies sobre la cara de Charles, que los empezó a oler, lamer y besar, una y otra vez. Los pies de Ravelia no olían a Queso, como los de Charles, tenían una agradable fragancia a perfume francés.
Cuando terminó, Ravelia tomó un enorme cuchillo, ante la mirada asombrada y asustada de Charles, pero Ravelia sonrío y le dijo:
-         Do not be afraid, Charles, cut cheese with this knife (No tengas miedo, Charles, cortaré el Queso con este cuchillo).
Ravelia comenzó a cortar el Queso y empezó a esparcir cubos de Queso sobre el cuerpo de Charles. Entonces tirada sobre el cuerpo de Charles, comenzó a darle a Charles los cubos de Queso, que los fue comiendo uno tras otro.
Ravelia, como siempre, no probó el Queso.
A Charles esto le fascinó y sintió un intenso goce sexual, pero en un momento de distracción, Ravelia tomó nuevamente el cuchillo y le dijo a Charles:
-         Charles now so I will kill you (Ahora sí, Charles, te asesinaré).
Ravelia entonces descargó toda su furia asesina sobre Charles, apuñalando en forma salvaje, clavándole el cuchillo una y otra vez, hasta darle más de setenta puñaladas.



Cuando terminó de asesinarlo, la asesina tomó el otro Queso y lo tiró sobre el cadáver del joven belga, diciendo en voz alta, en castellano:
-         Charles Walrant. #Queso.
Para rematar en inglés diciendo nuevamente:
-         Charles Walrant. #Cheese.
Y aunque no tenía nada que ver también lo dijo en francés:
-         Charles Walrant. #Fromage.
Y aunque recién acababa de cometer un asesinato, la asesina ya quería cometer un nuevo asesinato y pensaba en que muchacho sería su próxima víctima...





Esta historia nada tiene que ver con la saga de los 

Quesones, sin embargo, fue una primera versión del 

cuento del asesinato de Charles Walrant, y se publicó

en la web de LosCuentos.Net en el año 2008


El asesinato de Charles Walrant causó una gran conmoción en la opinión pública. Este joven, de unos treinta años de edad, de cabellos negros, alto y apuesto, era una de las figuras consagradas de la moda. Su rostro, y su cuerpo atlético y espigado, era la imagen de grandes y prestigiosas marcas de indumentaria y vestimenta masculinas, sobre todo de ropa interior. El cadáver apareció en su propio departamento totalmente desnudo. Estaba sentado con la cabeza inclinada sobre la mesa, como consecuencia del cuchillazo que le habían asestado. Una única puñalada había bastado para asesinarlo. Un enorme cuchillo le atravesaba el cuello. El cuchillo no tenía huellas digitales y todo indicaba que quien cometió el crimen había utilizado guantes. El departamento estaba ordenado y nada parecía faltar. Para la policía no había dudas: el móvil del asesinato no era un robo y el homicida de Charles era alguien conocido por la víctima.



- Probablemente haya sido el mejor amigo de Charles – dijo Luciano Cassin al inspector González – pero Charles era el tipo más reservado que conocí en mi vida, de modo que no se mucho de él. Vivía de las mujeres... y como modelo tenía mucho atractivo sobre ellas. Todo lo que yo sé es que tenía en danza a tres damas del bajo mundo: Paula Schiavi, Lorena Quesada y Teresa Díaz. Las enfrentaba. Cuando le dije que era peligroso, tan solo se río y dijo que el podía manejarlas. Quizás por eso lo asesinaron.
- Yo no oí absolutamente nada – dijo la señora Pereyra, vecina del departamento de Charles – pero cuando salí al balcón a regar las plantas vi una figura femenina saliendo del edificio ayer por la noche. No la podría reconocer, solo se que era una mujer.
El inspector González y su fiel ayudante Rodrigo Guirao se dedicaron a investigar el bajo mundo. Descubrieron que una de las muchachas y Charles Walrant regenteaban un tugurio de juego. Además, Lorena Quesada se había enterado recientemente de eso, y le había dicho a Charles que su socia era drogadicta.
Otras investigaciones revelaron lo siguiente:
1) El esposo de Teresa Díaz era el hermano del hombre que estaba casado con la mujer que asesinó a Charles Walrant.
2) La bella muchacha que regenteaba el tugurio de juego junto a Charles Walrant nunca se había casado. A pesar de que había desdeñado a todos los otros, le había rogado a Walrant que se casara con ella.

No era mucho, pero el inspector González estudió la información y supo quien era la asesina de Charles Walrant.



La socia de Charles Walrant en el tugurio de juego no era Lorena Quesada. Por lo tanto, la socia era Paula Schiavi o Teresa Díaz. Teresa Díaz y la asesina eran casadas, y como la socia de Walrant no era casada, no era Schiavi quien regenteaba con él la casa de juego. Así como la asesina de Charles Walrant y Teresa Díaz eran casadas, y como ni Díaz ni Schiavi (que era casada) ninguna de las dos podían ser la homicida. El inspector González, por lo tanto, no tuvo dudas: Lorena Quesada era la asesina y pidió al juez que ordenara su detención.
Cuando el juez ordenó la captura de Quesada, esta intentó huir de la ciudad pero fue interceptada en una estación ferroviaria. Abatida por la situación confesó ser la asesina. Solía visitar a Walrant todas las semanas y siempre hacían el amor. Harta ya de los engaños del joven de cabellos negros, esa noche tomó un enorme cuchillo y lo asesinó clavándoselo en el cuello.



Comentarios

  1. Si Charles Walrant es el chabon que esta en esa foto la verdad que esta para partirlo como un QUESO

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  2. I mean the guy on the picture is a model called Charles Walrant. But he's not dead at all !!!
    This article is just a big fake !

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  3. Yes, he is not dead, this article is a fiction tale, only fiction, not true

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  4. QUESON, te paso un dato, el QUESO DE LIMBURGO tiene su origen en Bélgica; su originalidad reside en la bacteria empleada en su fermentación Brevibacterium linens; existe en la piel humana y dicen los expertos que es la responsable de "nuestro olor corporal". El origen de este producto está en el monasterio de los monjes de Limburg, que crearon esta receta aplastando los cuajos de la leche con los pies, y le transmitieron ese olor tan característico al queso

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  5. Interesante relato. Hay que revisar algún detalle en inglés, pero el argumento y el personaje central están muy bien

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