El Asesino de Inma Cuesta


Entre carrera y carrera del siempre exigente circuito de Formula 1, Carlos Sainz Junior, Carletes como lo llaman, se encontraba otra vez de paso en su tierra, el Reino de España. Era el 14 de abril de un año de estos años, y no eran pocos los que en España recordaban que ese día, pero de 1931, se había proclamado la Segunda República, por eso, Carletes gritó:
- ¡Viva la República!
Y blandió la tricolor republicana, para participar de una marcha, en la Puerta del Sol de la Ciudad de Madrid. Estaba participando de la manifestación cuando una mujer se acercó a el, era una dama de alta alcurnia.
- ¿Cómo andáis Carletes? Soy la Marquesa de Avila, y aunque vengo de un noble linaje, yo fui republicana, por eso grito contigo ¡Viva la República!
- ¡Viva la República! – dijo otra vez Carletes.
- ¡Solo con la Tercera República España será una nación de iguales! – dijo otra chica, que estaba por ahí, al lado de Carlos.


- Tu eres Inma Cuestas, la actriz – dijo Carlos.
- Y tu Carlos Sainz Vazquez de Castro – dijo Inma – aunque con semejante apellido de noble, no creo que seas republicano.
- ¡Viva el Rey! – dijo Carlos - ¡Mueran los rojos y separatistas! ¡Viva nuestro caudillo! ¡Arriba España!
- Ahora ya eres franquista – dijo Inma - ¡No pasaran!.
- ¡Hemos pasao! Ja, ja, ja, basta ya de republicanos y monárquicos, de rojos y fascistas, que tal si mejor, disfrutamos de las bellezas de Madrid, vamos al Parque del Retiro, mira siempre he fantaseo con tener algo contigo.
- Y yo contigo, Carlos, yo contigo, eres muy bello, demasiado hermoso para ser un automovilista.


No diremos más palabras, solo contaremos que un relato después, Carlos e Inma estaban tirados sobre el pasto, no el del Parque del Retiro, sino en la Casa de Campo, aquella Casa de Campo donde esta el Puente de los Franceses, No pasa nadie.
- No eres tan alto, pero veo que tienes unos pies muy grandes – dijo Inma.
- Es cierto, maja, es cierto, mido 1,78, pero calzo 45, será por los autos de la Fórmula 1 que me han hecho tener estos pies.
- Seguro que deben oler fuerte después de una carrera.
- Mucho. Pero no menos que ahora, aquí los tienes, sacadme las Tenis (1) y los calcetines.
La actriz así lo hizo, y empezó a oler los pies del automovilista, Queso puro, muy, pero muy fuerte…
- Este olor a Queso que tienes me excita, es asqueroso, repugnante, pero me excita, quiero lamer, besar, chupar esos pies.
- Hazlo.
- Quiero que me cojáis.
- ¿Qué os coja como Franco cogió a la República?
- Sí, así, hacedme pedazos.
- Comenzaré por Galicia, seguiré por Euskadi, y una vez que caiga Catalunya, terminaré en Madrid.
- Hazlo.


Y así lo hicieron, la cogida sobre el pasto de la Casa de Campo fue fenomenal, algo nunca visto, sexo desenfrenado, Carlos parecía tener el tanque lleno, como un auto de la F1 al empezar las primeras vueltas, el surtidor nunca se agotaba, Inma en cambio, quedó exhausta, pero plena de gozo, disfrutó todo lo que pudo.
- ¿Estais satisfecha?
- Sí, acabemos, ha sido fantástico, pero ya esta, Carletes.
- Como dijo Franco “En el día de hoy, cautivo y desarmado el Ejército Rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. La guerra ha terminado. El Generalísimo Franco. Burgos, 1° de abril de 1939.
- ¡Viva la República!
- Ja, ja, sí, viva la República, mueran los rojos y los separatistas, Arriba España – dijo Carlos Sainz Vazquez de Castro.
Y con todo lo que significa llamarse así - Carlos Sainz Vázquez de Castro ¿No es noble llamarse así? – Carletes con sus guantes negros, que tenía una mochila, agarró una botella de champagne, sí como las que se usan en la F1.
- ¿De donde habéis sacado esa botella?
- La tenía aquí, en la mochila. Así festejamos en la F1.
- Pero fría, esa esta muy caliente.
- Sí, esta caliente, pero sirve igual.
- ¿Para que sirve?


- Para esto – y Carlos entonces levantó aquella botella y la partió sobre la cabeza de Inma, la contusión fue enorme, pero el automovilista tomó uno de los pedazos de la botella, y degolló a la actriz, cortándole el cuello.
- Queso – dijo Carlos Sainz Vázquez de Castro, que también llevaba un Queso en la mochila y lo tiró sobre el cadáver de Inma Cuestas, sí, porque en la mochila también tenía un Queso.
En ese momento, Carlos recordó ser al Asesino de María Laura Santillán, una periodista argentina desconocida en España, y entonces sacó unas mangueras de las mochilas, las que se usan para cargar la nafta en la F1, porque en las mochilas tenía de todo, y así, despreocupado, empaló al cadáver de Inma Cuestas…
El asesino se fue del lugar, con total impunidad, y siendo todo un corredor de la F1, y llamarse así, Carlos Sainz Vázquez de Castro, se mezcló con las gentes del pueblo regresando en el Metro, mientras a los de izquierdas les decía “Viva la República” y a los de derechas “Arriba España”, en aquel 14 de abril.


(1) Así llaman a las zapatillas en España.

Comentarios

  1. otra vez Carlitos Sainz matando a mujeres a botellazos

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  2. Iba a mencionar eso, que era El asesino de María Laura Sabtillán. Lo que dio origen a las Sabtillanas. Que tal vez no le tengan aprecio.
    Lo interesante es que Carlos Sainz le cumplió el deseo, literalmente, al pie de la letra. Ella dijo: "Sí, así. Hacedme medazos". Deseo concedido.

    Pero tendría que buscar otro métodos, para no repetirse.

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  3. este asesino debe tener más cuentos, la próxima que asesine a su víctima dentro de una auto de F1, que arranque el volante y le pegue con eso hasta matarla, y ahí dice "Queso"

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  4. no olvidemos que el papá de este asesino es Carlos Sainz campeón mundial de rally puede ser un buen Quesón también

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