El Asesino de Mariana Arias

Carlos Ignacio Fernández Lobbe, el célebre jugador de Los Pumas, el Quesón Rugbier, el rugbier asesino para todos, concurrió a una reunión a la que lo habían invitado. No tenía muchas ganas de ir, pero fue el, con una evidente mala gana. Lo bueno es que había una mesa de Quesos, con toda clase de Quesos, el rugbier, obviamente, dada su condición de Quesón, se quedo allí, comiendo Quesos sin parar. De repente, se acerco a la mesa, la modelo Mariana Arias.

- Vaya, vaya, veo que te gusta mucho el Queso.

- Así es. No veo donde esta el inconveniente – fue la respuesta del rugbier.

- Es un gran veneno. Los Quesos son alimentos procesados. 

- Anda a cagar. Los Quesos son los mejores alimentos del mundo.

- Qué grosero. Un violento como todos los rugbiers.

- Yo además soy Quesón, ja, ja.

- Un asco de tipo - pensó en voz alta Mariana Aria, sintiendo auténtica repugnancia por Fernández Lobbe. 

 

 

Fernández Lobbe decidió salir al patio. Pensó en quesonear a Mariana Arias. Despues de escuchar lo que había dicho no tenía alternativa. Ella lo había querido así. Además no quería despertarse un día y recibir la noticia de que Mariana Arias había sido asesinada por Carlos Bossio o Carlos Delfino. El deseo era irrefrenable. Pero debía obrar con cuidado. Había demasiada gente en la fiesta. Pero era un Quesón, y los Quesones siempre tienen un halo de impunidad.

Salió al jardín, un espléndido jardín de hierba. De repente, Mariana estaba ante él. El rugbier, a pesar de ser un Quesón, se sobresalto al ver a la mujer frente a él. 

- ¿Qué haces aca, Arias?

- Sos un asco de tipo, como todos los rugbiers.

- Y vos sos la Madre Teresa de Calcuta.

- Me das asco.

- No tengo alternatuva, tengo que tirarte un Queso.

El rugbier, tomó con su mano derecho el cuchillo de cazador que llevaba en el cinto. Tenía la mochila con el Queso. Estaba dispuesto a asesinar a la mujer, pero esta le dijo:

- Siempre quise tener sexo con un rugbier. Y hoy quiero tener sexo con alguien que me de asco, por eso quiero cogeme, Carlos Ignacio Fernández Lobbe.

- Te quesonearé entonces. Lo haremos en la hierba, al costado de algún auto, en el estacionamiento, donde no nos ve nadie. Pero antes desfila ante mí.

Marian Arias desfilo brevemente para el rugbier, este quedó extasiado, con aún más ganas de quesonearla que antes.

 

El desfile fue breve y Mariana Arias se tiró en la hierba. Con el cuchillo de cazador, Carlos Ignacio le sacó la ropa en forma salvaje dejándola completamente desnuda. Después Carlos le puso los pies sobre el rostro a Mariana, a esta le encantó el olor a Queso que tenían. Los olió, lamió, besó y chupó.

Luego, lo hicieron en la hierba. Primero Despues le chupó la pija al rugbier, y finalmente esta la penetró por atrás y por adelante.Fue todo muy salvaje, con la furia animal propia de los rugbiers. 

- Me das más asco que antes ahora se que me hicistes muy feliz - acotó Arias.

Mariana estaba muy feliz, no se dio cuenta que el rugbier sacó el Queso de la mochila. Un enorme Queso, de colosal tamaño, con agujeros mútiples y voluminosos.

- Llegó la hora del Queso. Te asesinaré Mariana Arias – dijo Carlos Ignacio Fernández Lobbe.

 

 

 

 

 

  - ¡Noooooooooooooooooooooooo! - gritó de terror Mariana Arias y llegó a balbucear - ¡Entonces vos sos el que asesinó a Viviana Canosa, Andrea Frigerio, Pamela David y Soledad Solaro!

- Por supuesto, Arias, soy yo, Carlos Ignacio Fernández Lobbe, ¿No es cheto llamarse Carlos Ignacio Fernández Lobbe?

 Y aunque la mujer intentó resistirse levantando las manos y los brazos, Carlos le asestó la primera puñalada, en el pecho.

- Mi hija, Paloma Cepeda, me vengará - llegó a balbucear Mariana Arias.

- Ja, ja, ja - río Carlos Ignacio, y le asestó la segunda puñalada.

La modelo ya no pronunció palabras, solo recibió puñalada tras puñalada, cuchillazo tras cuchillazo, el rugbier la apuñaló ferozmente y le dio como cincuenta cuchillazos, uno tras otro. Al terminar, le tiró el Queso.

- #Queso – dijo en voz alta.

Carlos Ignacio Fernández Lobbe estaba muy feliz. Siempre es bueno Quesonear para un Quesón. Había valido la pena ir a aquella fiesta.

Otro buen Queso había sido tirado. Comenzaron a circular leyendas urbanas, una decía que un fauno había sido testigo del asesinato, escondido en la hierba, y que siempre quiso que se supiera la verdad sobre el crimen. Otra decía que un grupo de vampiras se llevó el cadáver de Arias, Queso incluído, y lo dejó sin una gota de sangre. Y otra decía que el Comisario Miguel fue a investigar el crimen y le dijo a la prensa: "La desangraron como un cerdo. Pero bueno, gente, este es solo un Queso más", no dandole mucha importancia al asunto. 

Así fue como Mariana Arias fue asesinada por  Carlos Ignacio Fernández Lobbe a cuchillazos y además le tiraron un Queso.