El Asesino de Clara Damasceno #SkyCheese

María Clara Damasceno, una joven y bella modelo, que se define como “journalist”, “model”, “fitness coach”, “healthy balanced lifestyle”, se encontraba haciendo algunos ejercicios físicos en un gimnasio top de Buenos Aires, ubicado en algún lugar top de la Ciudad, en el caro y lujoso Dumitrescu Six Stars Grand Hotel.
El ejercicio lo hacía desde una ventana de un edificio muy alto, donde se divisaba los Bosques de Palermo, el Hipodromo, el Aeroparque y el Río de la Plata. Una vista majestuosa de la ciudad.
“¿Y eso?” dijo Clara al ver como unos Quesos llovían del cielo “Uhhh, algo ví en internet, un fenómeno cosmico, algunos dicen que es algo místico o esoterico, el #SkyCheese le llaman” pensó Damasceno.
Había filmado parte de aquellos ejercicios pero no le habían convencido mucho y por ahora no les publicaría en sus cuentas de Instagram @claramdamasceno y @vivabyclara.
“A veces pienso que necesito algún compañero masculino para estos videos, hacer una especie de dupla con algún deportista” pensó en voz alta Clara.
Y entonces mando un video a su Instagram “Hola Damascenos, que les parece si tengo algún chico que quiera hacer un video conmigo”.
El video lo publicó a las 11:32 de la mañana, no habían pasado ni dos minutos cuando frente a ella estaban dos jóvenes, uno alto y con bellos pies, el otro muy alto, muy alto, casi un gigante, con aspecto de basquetbolista, debía medir más de dos metros y calzaba como cincuenta o sesenta, los pies eran enormes y gigantescos…
“Quizás yo te pueda servir, soy Matías” dijo el más bajo, que era alto (mediría 1,86) pero quedaba petiso ante el gigante que estaba al lado…
“Yo también soy Matías” dijo el gigantón con alguna tonada que revelaba un origen mendocino “Matías Sandes, para servirte, Clara Damasceno, juego al básquet profesional desde hace más de veinte años, jugué en la Selección, gane muchos títulos, soy el compañero que necesitas”
“Vos sos un Matías trucho, tu primer nombre es Carlos, Carlos Matías Sandes, siempre un Carlos renegado, ahora que sos viudo pensé que ya no renegabas de ser un Carlos, yo en cambio soy un Matías auténtico, único nombre, ni segundo nombre tengo, aunque si lo tuviera sería Satiam que es Matías al reves o Matthias que es Matías en alemán”
“¿Es verdad eso? ¿Te llamas Carlos?” le pregunto Damasceno “¿Y sos viudo, tan joven?”.
“Es cierto, me llamo Carlos, es mi primer nombre, pasa que en el basquet me conocen todos como Matías, y en el crimen, me conocen como Carlos, dos personalidades, como Mr Jekyll y Mr Hyde, soy Carlos Matías Sandes, Basquetbolista, Quesón y Asesino”.
“Ja, ja, ja” río Damasceno “Basquetbolista, Quesón y Asesino, muy gracioso eso, ja, ja, igual muchachos, bueno haremos un videíto breve con cada uno de ustedes, así no se enojan”.
“Soy fetichista de pies, espero te gusten mis pies” le dijo Matías, a Clara la petición le resulto extraña pero pensó “¿Por qué no? Hay que estar abierta a todas las tendencias del sexo, vamos para adelante”.
Damasceno quedo sobre un sofá y entonces Matías extendió sus pies sobre la “fitness coach”, a Clara le gustaron, y los olio, estaban limpios y perfumados, nada extraordinario, demasiado suavecito…
“Matías es light, yo soy un Carlos, ahora vas a ver la diferencia” le dijo Carlos Matías Sandes, y extendió sus gigantescos y olorosos pies encima del rostro de Damasceno, el olor a Queso era impresionante, Damasceno primero sintió un poco de asco, pero no tardo en estar fascinada y extasiada ante ese olor a Queso tan fuerte y penetrante, olió, lamió, beso y chupó los pies del basquetbolista, quedo extasiada, se convirtió en una esclava sexual de los pies de Sandes.
Matías observaba todo y se hizo varias pajas, y fueron aún mayores las pajas cuando vio lo que paso a continuación…
Carlos Matías Sandes penetró sus pies en el culo de Damasceno cogiéndola de una manera espectacular, y aún más salvaje y feroz fue cuando la penetró con el pene por la vagina, para deleite de Matías, “esto es espectacular, sensacional, fabulosos, mágico, no hay nada mejor que esto” decía el jovencito fetichista de los pies”.
“No doy más Carlos Matías, ya esta, ya esta” dijo Matías “¡Me vas a matar con tanta paja!”.
“Ja, ja, ja” río Damasceno “Me encanto, fue magnifico, pero ya esta, ya esta, algo sublime, gracias Carlos Matías por hacerme tan feliz” todos volvieron a situaciones de descanso.
“Se nota la diferencia entre los Quesos de un Carlos y los pies de un Matías, ja, ja, Carlos es nombre bien de macho, igual me encanta el nombre Matías, yo tenía unos amigos, Matías Arado y Matías Criolani, pobrecitos, los acuchillaron y les tiraron un Queso”
“Los quesonearon” dijo Matías con cierto desprecio “Carla Romanini los asesino y les tiro un Queso”.
“¿Carla Romanini? ¡No puede ser ¡ ¡Carla no puede ser una asesina!” exclamó Damasceno entre sorprendida y asustada.
“Es una asesina cruel, asesino a muchos de los míos” dijo Matías “pero ya va a pagar por sus crímenes, ¿Es amiga tuya? ¡La conoces!”
“No soy amiga de Carla Romanini, pero la conozco, muchos amigos en común, y sí, muchos fueron Quesoneados y Quesoneadas, no se, algo raro hay, me cuesta pensar que sea una asesina pero…, no se, ahora pensándolo bien, me hacen dudar”
“Sí, que tragedia, también mi esposa, Maru Sandes, fue quesoneada, pero ese muchacho del que hablas, creo que la mujer que lo quesoneo, la asesina es esa Carla, no tengo dudas” dijo Carlos Matías Sandes, y de un gran bolso, y con sus guantes negros, sacó del mismo, un machete y un Queso gigantesco, Matías miraba, simplemente miraba…
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ver EL ASESINO DE MARU SANDES y LOS ASESINOS DE MARU SANDES |
“Te llamas María Clara, María, como María Eugenia Ortega, Maru Sandes, mi esposa, a la que asesiné y le tiré un Queso, para cumplir con mi mandato de Quesón, para que no la quesoneran otros ahora vas a ser quesoneada” le dijo Carlos Matías Sandes a María Clara Damasceno “ .
“¡Noooooooooooooooooo!” gritó de terror Damasceno mientras Sandes enarbolaba el machete….
“Pagarás por los crimenes de Matías Arado, Matías Criolani, Matías Candia, Matías Spano, Matías Solanas, Matías Fioretti, Matías Almeyda y los demás Matías, y por todos los crímenes de Carla, y también por el de Maru Sandes, que aunque lo cometí yo, lo pagarás con tu sangre, y en cuanto a esa Carla asesina, dicen que esta viva pero yo la asesiné en alguna secuencia temporal, quesoneada y asesinada esta” dijo Carlos Matías Sandes (1).
“Que raro, el asesino le hace pagar a una nueva victima por su crimen, y además le transfiere la responsabilidad de los asesinatos de esa vil Carla” pensó Matías, mientras miraba y miraba.
Lo que vino después fue una masacre, Carlos Matías Sandes esparció toda su furia criminal sobre la pobre Clara Damasceno, apuñalándola de una manera salvaje y feroz con el machete, la sangre se esparció por todas partes, y llego hasta Matías, lo bañaron con la sangre de la pobre Clara, pero igual hizo su negocio, junto la sangre en una botellita y se la llevaría a Dumitrescu y a las demás.
“Queso” dijo Carlos Matías Sandes tirando el Queso sobre su víctima.
El asesino escuchó entonces unos aplausos, eran los de Matías…
“Quizás los Quesones nos tengamos que acostumbrar a tu presencia, dicen que sos sobrino de Dumitrescu, habrá que aguantarte” le dijo Carlos Matías Sandes a Matías.
“Y bueno, así es la vida, hoy se coge, y mañana se olvida” dijo Matías.
“Vos nunca coges, te haces miles de pajas, te haces llamar Matías Quesudo pero deberías ser Matías, el Pajero”.
“Ja, ja, ja” río Matías “dale, dale, no es mi tía, pero bueno los que quieran creerlo que lo hagan, si se que tenes una relación muy íntima con ella, yo me encargo de limpiar la escena del crimen, a vos te espera mi supuesta tía en el Sheraton, ahora se ve joven y reluciente, esta espectacular, y quizás hasta se disfrace de Maru, así no extrañas tanto a tu jermu después de que la quesoneaste, ja, ja”
Y así ocurrió, en el Sheraton hubo un encuentro sexual de alto voltaje entre Carlos Matías Sandes y Lady Dumitrescu, fue espectacular, bailaron, se sirvieron champagne, se ducharon juntos, se chuparon las tetas, los culos y las pijas, la cogió de una manera espectacular y llovieron Quesos de alegría…
Y toda esa joda, tuvo un testigo privilegiado: Matías. ¿Hacía falta agregarlo?
#QUESO #SkyCheese
(1) Carlos Matías Sandes hace referencia a los acontecimientos relatados en EL QUESO DE CARLA ROMANINI Y CARLOS MATÍAS SANDES
Yo me cago de risa como si fuese la primera vez que leo estos cuentos, pienso en el queso, el sexo, la paja de este Matías, esto es una obra de arte
ResponderBorrarEsta no era amiga de Carla Romanini, aunque dice conocerla y eso la sentencia, pero igual paga por los crímenes de la Quesona, me re cabe eso, me parece tan siniestro y perverso como perfecto, otro cuento maravilloso, el Sky Cheese lo cierran Bossio y Delfino parece, no podía ser de otra manera
ResponderBorrarSandes viudo, ya sin dudas, y este Matías más pajero que nunca, otra quesoneada importante no tan linda como las otras, si Maru fue finamente quesoneada, que aparezca su espectro, mientras tanto permanecerá la duda, al final se la coge a Dumitrescu, que final!!!!!!!!!
ResponderBorrarNo me convence la idea. Pero si es inevitable, si mi argumentación no es suficiente, podría volver como una vampira.
Borrarvampira y asesina, solo así el cronista puede justificar que la hayan asesinado
BorrarYo no me hago pajas, si voy a masturbarme lindo pensando en como Sandes se cogió a Dumitrescu, lo demás pa’ la gilada
ResponderBorrarUn par de detalles.
ResponderBorrarMujer Diosa pidió tener sexo con ese Matías. Como premio a ser buena comentarista debe concedersele ese deseo.
Segundo, no me gustó esa idea de que Sandes quesoneó a Maru, siendo que recibió la Mención de Honor, lo que otorga inmunidad, es amiga de Lady Dumitrescu y además promovió que alguna famosa fuera quesoneada. Y además, Mujer Diosa pidió un triángulo con Sandes y Maru.
Un relato clásico de Sandes, con una víctima que cayó en una trampa. Estuvo el momento, un poco breve, de placer seguido del asesinato. Hubo machetazos por todo el cuerpo pero, curiosamente, no la decapitó ni le cortó las piernas.
Me gustó el reecuentro de Sandes con Lady Dumitrescu. Maru tiene que estar viva, para que sea posible un triángulo.
Nos vamos preparando para el final, se va a extrañar el Sky cheese y estos días invernales llenos de quesos, otro cuento muy bueno, recurre a lo de siempre, pero esa competencia entre Carlos Matías y Matías, las referencias graciosas a las pajas de Matías, y el sexo final de Sandes y Dumitrescu son puntos altos, otro gran logro del Sky Cheese, faltan Bossio con sus cuchillazos y Delfino con su katana, y todos con sus quesos
ResponderBorrarQuería un compañero masculino, tuvo dos, uno la quesoneo y el otro se hizo miles de pajas al ver como la quesoneaban
ResponderBorrarY llego el cuento de Sandes, que parece que ha quedado viudo nomas, y hasta dice haber asesinado a Carla Romanini, la víctima otra presa del Instagram, y lo de Matías, bueno, en el otro cuento estuvo bien, aca otra vez el idiota útil, el boludo que se necesita, igual no esta mal, llamándose Matías es lógico que tuviera que interactuar con Sandes
ResponderBorrarEn una primera lectura parece algo flojo, pero no esta mal, en realidad nada mal, creo que es un buen relato, Matías parece un idiota pero es el Deus ex machina necesario, termina estando bien, hay referencias al mundo quesón, se mantiene el misterio de sí quesonearon a Maru (el cronista nos quiere hacer creer que ya esta quesoneada, pero la insistencia demuestra que el tema esta abierto), la víctima es amiga de Matías Arado, quesoneado por Carla, y termina pagando por ese crimen con su propio asesinato (insólita justicia), Matías que desmiente ser sobrino de Dumitrescu pero le gusta que así lo crean, y el sexo final de Sandes con Dumitrescu, lo que debió haber sido, por esto termina siendo una joya de los relatos quesones, y tras ver el Instagram de Carla Romanini hasta sospecho quienes pueden las víctimas que faltan, pero puede fallar
ResponderBorrarEstamos de fiesta, siga la lluvia de quesos
ResponderBorrarLas pajas de este Matías son antológicas, parece molesto, pero ya la vamos queriendo, igual si no aparece, no me voy a enojar, linda víctima, pero las otras eran mejores, esta tiene un toque medio rustico, estaba en el hotel Dumitrescu, ¿Cómo es que terminan ahí? Vamos el Sky Cheese, ojala no se fuera nunca
ResponderBorrarLos crímenes de la Asesina de Matías Candia estan teniendo su venganza, mueren inocentes, pero tan inocentes como Matías Candia y otros Matías
ResponderBorrarOtra hermosa víctima, otro crimen que ocurre en el Hotel de Dumitrescu, otra aparición de Matías, que esta altura ya es un personaje divertido, con sus pies y sus pajas
ResponderBorrarHay mas quesos por hoy o tenemos que esperar unos días para ver como quesonean Bossio y Delfino?
ResponderBorrarEsas noches de amor entre el asesino y Dumitrescu mejor que una paella valenciana y una bulería de David Bisbal, como poneis vuestra imaginación para escribir estas cosillas es asombroso
ResponderBorrarOtro gran cuento, Que queda ahora? Parece que Bossio y Delfino, aparecerá Carla Romanini, tan mencionada pero que no aparece? Asesinará tal vez a este Matías? No parece fácil porque goza de muchas protecciones, tal vez intente hacerlo, veremos que ocurre, quizás no pase nada, solo dos quesos y nada más
ResponderBorrarQuiero sexo con este Matías, ya lo dije, así se deja de hacer tan pajas, le va a hacer mal pobrecito, y esa Carla no lo asesinará, yo lo voy a defender
ResponderBorrarMe gusta mucho esa idea, que el cronista te incorpore en un relato. Podrías decirselo que vaya con vos.
BorrarY a Carla Romanini podrías decirle: -A este Matías no lo asesinás, que yo lo defiendo.
Como la Carla rubia no puede con otras mujeres, tendría que ir a buscar a otro, para quesonear.
ResponderBorrarel Sky Cheese es una obra maestra de la literatura, que fenomeno de la naturaleza tan quesón y tan quesero, debería haber un concurso sobre cual es el mejor de todos estos asesinatos
Yo creo que estaría entre El asesino de Deborah de Robertis y El asesino de Amber Heard.
BorrarFormas de justicia vengativa, para castigar el atentar contra el arte y para castigar a la calumnia.
igual el mejor asesino no tiene su cuento, porque ese soy yo
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