El Asesino de Maru Sandes
Una nueva noche triunfal para el basquetbolista Carlos Matías Sandes que volvió a brillar con las clásicas “fajas de Sandes” en un partido de la Liga Nacional. Debió haber sido una noche de euforia para nuestro basquetbolista, nuestro querido Quesón, sin embargo, la alegría estaba como empañada por el hecho de que su esposa, María Eugenia Ortega, conocida como Maru Sandes, no había estado aquella noche viendo el partido, algo muy extraño, Maru era fanática del básquet y nunca faltaba.
Carlos Matías llegó a su departamento y para su sorpresa, Maru, no estaba, tranquilo, dejó sus cosas, no se cambió, y sacó un enorme y gigantesco Queso Emmenthal de la Bodega de Quesos que tenía en su hogar. Se lo comió todo. No dejó ni los agujeros del Queso.
Cuando terminó de comer el Queso, por fin regresó su esposa, Maru.
- ¿Qué paso? Creí que ibas a ver el partido. Hoy fue otra noche mágica, la muchedumbre me aclamó por mis fajas, las famosas fajas de Sandes.
- No pude ir Mati. Una amiga promocionaba productos de belleza y de ropa, tuve que ir, le compre algunas cosas ahí están.
- Bueno – le dijo Carlos Matías – no importa, ¿Tenemos una noche mágica nosotros dos?
- Estoy cansada, no tengo ganas, me voy a dormir.
Extraño comportamiento el de Maru, nunca decía que no, nunca estaba cansada, nunca tenía ganas de dormir. Maru se acostó, y Carlos Matías, lejos de resignarse, le puso sus pies, sus enormes y olorosos pies talle 52, sobre el rostro, el olor a Queso era intenso y penetrante, ningún mortal lo podía aguantar.
Maru generalmente solía oler, lamer, besar y chupar aquellos pies, aquellos Quesos humanos que portaba Carlos Matías Sandes, despues de jugar con los pies talle 52, venía el sexo, pero nada pasó esa noche. Maru se quedó dormida.
Carlos Matías estaba extrañado. Se miró al espejo, machete en mano, la voz de su conciencia, reflejada en el espejo, empezó a decirle:
- Se acabó Carlos. Tenes que asesinarla. Sos un Quesón, sos un asesino, si asesinastes a Wanda Nara, Carina Zampini, Victoria Onetto, Vicky Xipolitakis, Laura Fernández, Gisella Van Lacke, Alina Moine, Romina Malaspina, Ivana Nadal, Cinthia Fernández, Vero Lozano, Mery Del Cerro, Eva De Dominici, Sofía Jujuy Jiménez, Tini Stoessel, Claudia Fernández, Pía Slapka, Analía Francin, Adabel Guerrero, Pamela Sosa, Luli Fernández, Nancy Pazos, Analía Maiorana, Sabrina Rojas, Alejandra Martínez, Mora Godoy, Virginia Gallardo, Natalia Oreiro, Alessandra Rampolla, Luisana Lopilato y Candelaria Tinelli. Sos el asesino de todas esas minas y de muchas más, por cada famosa asesinada, un Quesón asesina hasta veinte minas no famosas. No hay razones para que Maru no sea asesinada. Es solo un Queso más, Carlos. El estado civil ideal de un Quesón es ser viudo. Los demás lo hicieron. Es el destino.
- Queso – le contestó Carlos Matías a su conciencia.
El amanecer llegó, Maru se despertó, Carlos Matías notó que su esposa lo trató con cierta distancia, no era el trato habitual de todos los días, casi que lo quería evitar o ignorar.
- ¿Cómo pasaste la noche Maru? – le preguntó Carlos Matías en un intento por romper el hielo.
- Tuve un sueño muy extraño – le contestó Maru – soñé que era una princesa en un reino de esos tipo edad media, hasta ahí todo bien, hasta que una reina de otro reino para conquistar el mío ordenaba mi asesinato. Y mandaba para asesinarme a un tipo gigantesco y patón. Ja, ja, ese tipo gigantesco y patón eras vos Matías.
- No me digas Matías, decime Carlos, es mi primer nombre – dijo Carlos Matías Sandes.
- Bueno, Carlos, bueno, en el sueño ese era tu nombre, Carlos. El asesino ponía sus pies sobre mi rostro, y me atrapaba con su olor a Queso, era impresionante, y los pies eran gigantescos, eran como de un talle sesenta, me penetraba con sus pies, me cogía, me hacía feliz, era hermoso, despues me asesinaba, cuando todo terminaba, me cortaba la cabeza, y la exhibía junto a un Queso. El asesino eras vos Carlos.
- Bueno Maru, podemos tener sexo ahora, anoche me rechazaste.
- Perfecto Carlos, pero no me digas Maru, decime María Eugenia.
Maru, o María Eugenia, se tiró entonces a la cama, y el basquetbolista puso sus pies encima de ella, ella los olió, lamió, besó y chupó, todo con gran intensidad y pasión, todo con gran fuerza, tras eso, la penetró con los pies por el culo, y después cogieron. El le tiró un Queso encima, jugaron, pero nada fue igual que antes. Era como si la magia se hubiera roto, algo raro pasaba en el aire.
- Debiste córtame la cabeza como en el sueño – dijo Maru – ja, ja, ja, o me asesinas vos, o te asesino yo, un día puedo darte de comer un Queso envenenado, Carlos.
- Muy gracioso María Eugenia, muy gracioso.
Cada uno continuo con su día. Carlos quedó muy pensativo. ¿Y si era verdad que Maru quería envenenarlo? Recordaba una vieja leyenda de los Quesones, en un tiempo antiguo, cuando una mujer le sirvió un Queso envenenado a un Quesón, y así lo asesinó, desde entonces nunca un Quesón acepta un Queso servido por una mujer, y al contrario, si una mujer le sirve un Queso, el Quesón debe asesinar a esa mujer, y tirarle ese mismo Queso. Regla de Quesones.
A pesar de aquellas sensaciones, Carlos Matías se mostraba dubitativo si asesinar o no a su esposa. En vez de entrenarse, aquel día lo usó para reunirse con otros Quesones, ya sea en forma presencial o en forma virtual.
primero, CARLOS GUSTAVO BOSSIO
segundo, CARLOS FRANCISCO DELFINO
cuarto, CARLOS LEONEL SCHATTMANN
La decisión ya estaba tomada, era inapelable. Maru debía ser asesinada. Carlos Matías Sandes se dio cuenta que si no lo hacía el, lo haría otro Quesón.
Esa noche, regresó a su departamento, Maru lo esperaba con una bandeja y en esa bandeja, había un gran Queso.
- ¡Este Queso es para vos, Carlos Matías! – le dijo su mujer – Yo misma cortaré el Queso en cientos de cubos y te iré dando cubo por cubo hasta que no quede nada del Queso, ni los agujeros.
- ¡No! – gritó Carlos Matías - ¡Ese Queso esta envenenado! ¡No comeré ese Queso!
- Un Quesón nunca rehusa comer un Queso – le dijo Maru.
- Y un Quesón siempre asesina a su esposa – le dijo Carlos Matías.
En ese momento, en un movimiento muy rápido, que solo un deportista de elite como Carlos Matías Sandes puede realizar, agarró a su esposa y le puso un pañuelo sobre la boca, ahí la narcotizó y la durmió. No estuvo mucho tiempo dormida, pero sí el suficiente para preparar la ceremonia ritual de Quesones que se venía. La llevó a la Bodega de Quesos, un extraño lugar de la casa, al que Maru no tenía acceso. Cuando Maru despertó se vio atada, sin moverse, resignada, como quien juega un partido y sabe que le tocó perder.
El basquetbolista Carlos Matías Sandes se vio en un lugar oscuro, vestido totalmente de negro, como un verdugo, levantó la vista y agarró un enorme machete, gigantesco, el más grande de todos, con dientes, al observar a su alrededor, vio que su mujer, María Eugenia Ortega, conocida como Maru Sandes, estaba atada, de pies y manos, en una especie de camilla, sin poder moverse, boca abajo, de espaldas, como una víctima que espera el sacrificio.
A ambos lados de esa suerte de camilla, había dos gigantescas hormas de Queso Emmenthal, los Quesos más grandes que podamos imaginar, uno a cada lado, como rodeando a Maru Sandes. Igual había Quesos en todos los lados, porque era una Bodega de Quesos.
Sin embargo, no la asesinó en forma inmediata, Carlos Matías Sandes cumplió con el ritual, un viejo ritual de los tiempos bárbaros que establecia que si una mujer era asesinada por un Carlos, por un Quesón, debía oler primero los pies de su asesino, y luego ser asesinada.
Y así ocurrió, el sometimiento ritual de los pies, luego la penetración por el culo de la víctima, con los pies primero, con el pene después, por el culo y por la vagina, una suerte de violación ritual. Maru disfrutó mucho de aquello, quizás sabiendo que era el último placer que tendría como mortal. Pero el rito terminó, y otra vez el asesino se preparó para efectuar la ejecución o el asesinato, como prefieran.
Como un verdugo que cumple su trabajo, sin remordimiento alguno, solo cumplir con su obligación, Carlos Matías Sandes blandió el sable tipo machete y se dispuso a dar el golpe mortal.
Como una condenada a muerte, que espera resignada su suerte, sin tener ninguna opción de escaparse o de salvarse, Maru Sandes esperaba ser asesinada.
- ¡Queso! – gritó con énfasis el basquetbolista, con mucho más énfasis que en todos los asesinatos que había cometido hasta el momento, que eran muchos, un millar tal vez, blandió el sable tipo machete y descargó el golpe.
El primer golpe fue una certera herida en el cuello de Maru, que Carlos asestó en forma precisa y contundente, con esa herida hubiera bastado para asesinarla, la sangre que salió del cuello era impresionante, una herida mortal que le hubiera provocado la muerte en pocos instantes.
Pero no conforme con ello, Carlos Matías Sandes descargó un segundo golpe, mucho más fuerte y preciso que el primero, esta vez no fue un corte en el cuello, esta vez, le arrancó la cabeza a Maru.
- ¡Queso! – volvió a decir el basquetbolista, el asesino, el verdugo, el Quesón, o sea, Carlos Matías Sandes.
La cabeza de Maru rodó y entró en una canasta. Carlos Matías Sandes hizo algo que jamás hacía pero esa vez sintió la necesidad de hacerlo, que fue chupar la sangre de Maru que quedó en el sable, y luego la sangre que salía del cuello decapitado de su mujer.
Finalizado el asesinato, o la ejecución, Carlos Matías Sandes agarró un enorme Queso, un Queso gigantesco, el Queso más grande que un Quesón usó en un asesinato, una horma de Emmenthal de quizás veinte kilos, un Queso más grande que el que usó Carlos Delfino en el asesinato de Valeria Mazza o Carlos Ignacio Fernández Lobbe en el de Soledad Solaro, o el propio Sandes en el asesinato de Wanda Nara (los Quesos usados en esos asesinatos se consideran los más grandes).
- ¡Queso! – gritó Carlos Matías Sandes, mientras tiraba el Queso sobre el decapitado cadáver de Maru Sandes - ¡Queso! ¡Queso! – y gritaba cada vez más fuerte - ¡Queso! ¡Queso! ¡Queso! ¡Queso!
- ¿Qué pasa Mati? ¿Qué pasa? – lo zamarrearon a Sandes, y este abrió los ojos, vio a Maru Sandes, a su esposa, al lado, todo había sido un sueño, una pesadilla.
- ¿Qué paso? ¡Gritabas desesperadamente Queso, Queso, Queso, Queso! ¿Qué clase de pesadilla tuvistes? Ya se que te encanta el Queso, que vivis para el Queso, que te gusta decir que sos un Quesón, y que en el Basquet tus compañeros te dicen Quesón.
- Ja, ja, ja – río Carlos Matías Sandes – fue un sueño muy real, fue como si lo hubiera vivido todo, en una dimensión paralela, en un mundo alternativo.
- Pero contame de que fue el sueño. Yo también soñé cosas raras, que era una princesa y me asesinaba un asesino enviado por una reina enemiga malvada, y el asesino eras vos.
- Yo soñé que vos me ibas a envenenar con un Queso, ja, ja, y entonces, en venganza, terminaba asesinándote en una ejecución ritual.
- Qué raro – dijo Maru – los dos, en diferente forma, soñamos lo mismo, que vos me asesinabas a mí, y me tirabas un Queso. Que raro, pero que gracioso al mismo tiempo. Ja, ja, ja, ja – y empezó a reir en forma descontrolada.
- ¡Queso! ¡Queso! ¡Queso! ¡Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja! – más risas descontroladas de Carlos Matías Sandes.
Todo terminó con risas pero todo aquello era ¿Sueño, deseo, premonición, realidad, realidad en un mundo alternativo o una dimensión paralela, un anticipo de algo que inevitablemente, por la fuerza del destino, terminaría ocurriendo? Solo el Queso lo sabe. Queso.
SOS RETORCIDO QUESÓN, POR ESO ME GUSTAN ESTOS CUENTOS
ResponderBorrarPara mí la asesinó en serio, pero Sandes tiene un bloqueo mental que le impide reconocer el hecho, y por eso prefiere recordarlo como un sueño, pensando por algún influjo de Lady Dumitrescu, que Maru sigue viva, es mi interpretación ja, ja
ResponderBorrarYo no sé como es esto, si admiras a estos deportistas o los odias, por eso son todos asesinos, aunque también pienso que Carlos Quesón y Carlos Matías Sandes quizás sean la misma persona
ResponderBorrarUn gran relato, con mucho de terror, y mucha psicología, un asesino que quiere asesinar a alguien, pero duda demasiado, era todo un sueño? No lo creo, en todo caso eran sueños de asesino (título para una película tipo Scream), y lo que soñó, es realidad, bueno eso de que le fue a pedir consejos a los otros Quesones
ResponderBorrartiene toques freudianos el cuento puede ser
BorrarPropongo una saga donde los cinco Quesones a los que Sandes les pide consejo cada uno asesine a Maru Sandes según sus métodos, “los Asesinos de Maru Sandes”, todo es un sueño de Carlos Matías Sandes, parte de sus delirios de psicópata y asesino
ResponderBorrarYo me imagino las altas llantas de Sandes y que se yo viste…
ResponderBorrarUno de los mejores Relatos Quesones, es terror en serio, donde no falta el Queso, como debe ser, Maru esta condenada, sea un sueño o una premonición de algo que inevitablemente sucederá
ResponderBorrarYa estaba dispuesto a protestar.
ResponderBorrarPero buen giro argumental, algo que no suele suceder Que haya sido un sueño extraño me gusta.
Maru Sandes tiene que seguir viva, tal vez pidiendo más víctimas, porque algunas famosas le caen mal. O que Sandes se destaque como quesón.
Maru se ha mostrado como una buena amiga de Lady Dumitrescu.
Que quede claro nada de quesonear a Maru Sandes.
Ya estaba dispuesto a protestar.
ResponderBorrarPero buen giro argumental, algo que no suele suceder Que haya sido un sueño extraño me gusta.
Maru Sandes tiene que seguir viva, tal vez pidiendo más víctimas, porque algunas famosas le caen mal. O que Sandes se destaque como quesón.
Maru se ha mostrado como una buena amiga de Lady Dumitrescu.
Que quede claro nada de quesonear a Maru Sandes.
sí, sigue viva, ja, ja, podría tener un encuentro con Lady Dumitrescu, para convencer a Carlos Matías de asesinar a varias famosa, una podría ser Nicky Nicole, que ya esta siendo solicitada, mide 1,40 metros, casi que todo su cuerpo es igual al pie de Sandes, podría ser un buen crimen, no?
BorrarLa trapera podría hacer un videoclip con jugadoras de voley, como hizo un homenaje al El Padrino, videoclip que contaría con la participación de Maru. Pero la trapera se gana la antipatía de ella. Y ya se está sabiendo como deriva eso.
Borrarbrillante cuento, la verdad muy bueno, como dicen otros comentarios, el giro argumental y ciertos toques psicologicos le crean una atmosfera muy interesante, felicitaciones!
ResponderBorrarPROPONGO UNA HISTORIA RETORCIDA, FIEL A TU ESTILO CARLITOS, QUE TAL SI MARU, EJEMPLO DE MADRE Y ESPOSA, MANDA A ASESINAR A MAESTRAS Y PROFESORAS DE SUS HIJOS, Y A LAS MADRES DE LOS COMPAÑERITOS, ALGO BIEN MACABRO, CARLOS MATÍAS CUMPLE LAS ORDENES Y ANDA POR AHÍ TIRANDO QUESOS, A MI AL PRINCIPIO NO ME GUSTABA SANDES, PERO AHORA DEMOSTRÓ SER UN EXCELENTE QUESÓN
ResponderBorrarUN RELATOS SINIESTRO PODRÍA SER UN ACTO DEL COLEGIO, LAS MADRES LO VEN A CARLOS Y SE SIENTEN ATRAÍDAS POR SER UN BASQUETBOLISTA, POR SU GRAN ALTURA, POR SUS PIES GRANDES, Y MARU SE PONE CELOSA, Y ENTONCES ORDENA QUE UNA A UNA SEAN TODAS ASESINADAS, AL SER TANTAS CARLOS MATIAS SANDES QUIZAS NECESITE LA AYUDA DE OTROS QUESONES, Y AHÍ CONVOCAN A CARLOS LEONEL SCHATTMANN Y A CARLOS EMILIO LAMPE
ResponderBorrarMe gusta la idea, más con las maestras. No tanto con las madres, que los hijos de Sandes pueden terminar siendo despreciados por sus compañeros. Y alguna maestra puede haber sido enviada por Lady Katiysha, la enemiga de Lady Dumitrescu.
BorrarTal vez más de una quiera convertirse en la esposa de un quesón, para pedirle que mate famosas. Pero Maru no va a permitir ser desplazada.
Y una de las maestras podría ser Cora Cluney, por lo de matarla una y otra vez.
Maru va avanzando como candidata a Mención de Honor.
obra maestra de los Relatos Quesones, me gusta lo que propone Futbolero Velez, estaría bueno eso
ResponderBorrartiene que haber clones de Maru Sandes, así Carlos Matías Sandes satisface su instinto asesino y queson eliminando a los clones, mientras la verdadera sigue viva, coincido con el Fauno, Maru no debe ser quesoneada, buena la propuesta de Futbolero Velez, sería una historia sádica y de terror, bien morbosa
ResponderBorrarle va a pasar lo mismo que a Dexter, la esposa va a tener siendo asesinada por otro asesino serial, la de Dexter fue asesinada por Trinidad, y le chupó un huevo
ResponderBorrarSi fuera mujer y me condenan a ser asesinada por un Quesón, y tuviera el derecho a elegir a ese Quesón, no dudo: Carlitos Sandes
ResponderBorrardaría lo que sea por oler una zapatilla de basquet de Carlos Delfino o Carlos Sandes, lo mismo una de futbol de Carlos Lampe, ni que hablar de Carlos Bossio, hasta una de tenis de Charly Berlocq debe oler muy bien ja ja ja ja
ResponderBorrarPuede sumarse a la trapera María Becerra.
ResponderBorrarhttps://www.youtube.com/watch?v=2Indk29rH6U&list=PLsO6dbZz3mgIVXo2tkIG-6iBj5pZsUxXv&index=6&t=0s
Lady Dumitrescu y la Marquesa de Avila tiene afición por la música. Y hay músicos entre los quesones. Así que podría sumase a la lista de víctimas. Claro que podría quedar para el próximo año.
Víctimas para quesonas.
Julián Serrano.
El Dipy
Martín Cirio
Puede sumarse a la trapera María Becerra.
ResponderBorrarhttps://www.youtube.com/watch?v=2Indk29rH6U&list=PLsO6dbZz3mgIVXo2tkIG-6iBj5pZsUxXv&index=6&t=0s
Lady Dumitrescu y la Marquesa de Avila tiene afición por la música. Y hay músicos entre los quesones. Así que podría sumase a la lista de víctimas. Claro que podría quedar para el próximo año.
Víctimas para quesonas.
Julián Serrano.
El Dipy
Martín Cirio
apoyo lo que propone el Fauno, sumo a Lizardo Ponce que ya fue solicitado, al Polaco y a Santi Maratea (googleen) como futuros quesoneados
ResponderBorrarMaru no debe ser asesinada en parte porque Carlos Matías Sandes la necesita viva, en parte porque le gusta fantasear con que la mata, la fantasía nunca debe ser realidad pero si podría entrevistar a otros Quesones y preguntarles como asesinarian a su mujer, Schattmann ya contesta en esas imágenes
ResponderBorrarNazarena Di Serio, otra candidata al Queso
ResponderBorrarPodría ser para un estrangulador como Carlos Elder o Carlos Roa, El asesino de Silvia Martinez Cassina, que se tome el tiempo con ella. Que haya sexo.
Borrarsi es un estrangulador, sería un buen asesinato para Charly Alberti, o no? ja ja ja
Borrartengo que ir viendo todos los comentarios para ver quienes son las víctimas propuestas para ver como puede ser la Temporada 2021 de los Relatos Quesones ja ja ja
ResponderBorrares interesante la saga de los Sandes, por más historias
ResponderBorrarMaru es muy celosa, una guardiana de su marido, no lo deja ni a sol ni a sombra, Carlos Matías Sandes es un dominado por la mina, un macho domado totalmente, quizás por eso sea un asesino serial de mujeres y fantasee con asesinar a su mujer, ella es cómplice de los crímenes, como mujer dominante alienta a Carlos Matías a que asesine a cada mujer que se le acerque, lo quiere para ella sola, Sandes seguirá asesinando
ResponderBorrarCarlos Matías Sandes es el esposo fiel y dominado, un asesino serial de mujeres cruel y vengativo, que piensa que con cada mujer que asesina le presta un servicio a su mujer, refuerza su fidelidad
ResponderBorrarUna falsa fidelidad como sabemos dado que Sandes mantiene relaciones con la rumana, pero en su construcción mental, Sandes repara esa infidelidad asesinando minas, tratando de demostrar así su amor por Maru
esto es sólo un cuento ja ja pero en la vida real la Maru lo tiene dominado y sometido al Mati
ResponderBorrareste cuento debe tener una secuela, o mejor dicho dos, una donde el asesinato se convierte en realidad y otra donde sigue siendo una obsesión no satisfecha de Sandes
ResponderBorrary otra versión alternativa, donde otro queson (Schattmann sería el candidato ideal) sea el asesino de maru sandes
Borrarla tiene que asesinar y punto
ResponderBorrarMe encantó el relato. Muy excitante. El toque Gore de la decapitación fue mortal en todo sentido xD. Calentó la parte en que bebió la sangre cual vampiro. Y me excitó muchísimo la penetración anal con los quesos
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