El Asesino de Antonela Ramírez
Antonela Ramírez modelo, influencer y DJ tenía alguna repercusión, como alguna inclusión en algún blog de bellezas argentinas. Podría sumarse que hizo un streaming duchándose para el público virtual.
El no haber llegado a una fama tan masiva la había dejado fuera de la mira de los Carlos Asesinos, los Quesones, los asesinos matamujeres y tiraquesos, que se habrían interesado en una mujer tan bella, exuberante y deseable, que se mostraba en poses muy provocativas.
Pero eso se terminó cuando comenzó a participar de fiestas clandestinas, como DJ.
Esto indignó a una Carla, que estaba lejos de ser una quesona. Una Carla fea y sucia. Pero estaba encumbrada, ocupaba un alto cargo a nivel gubernamental, estaba conectada con algunas de las asesinas rituales, como Carla Conte.
- No puede ser que esta chica ande vuelta por ahí – dijo esta Carla que encontró datos de la DJ en Google a través del blog de Bonitas Argentinas y del Mundo – las minas de este blog, la mayoría han sido quesoneadas, pero los Quesones dejaron pasar a esta mina, ya le tendrían que haber tirado un Queso.
Esta Carla no Quesona decidió comunicarse con esferas aún más altas, y recurrió a Lady Dumitrescu, consejera de su Majestad Reptiliana, Elizabeth de la Casa de Windsor.
- Es que los Quesones están quesoneando minas todo el tiempo, alguna se le puede pasar – le dijo Dumitrescu a la Carla no Quesona.
- Tu amante, el basquetbolista Sandes, bastaría que le ponga un pie encima, el machete y listo, asunto resuelto.
- Hace mucho que no lo veo por la pandemia y las medidas que pone tu infectadura, pero no te preocupes, sos una Carla indigna del nombre que llevas pero igual nos vamos a ocupar, convocaré a una reunión, y no hay nada más que hablar, esto tendrá un precio caro, ya les voy a mandar la factura – dijo Dumitrescu, cortándole el teléfono a la Carla no Quesona, que quedo algo intimidada ante la energica respuesta de la notable rumana.
Se convocó a una reunión virtual pero en la misma hubo ausencias importantes y relevantes, pero igual había un número importante de Carlos y Carlas, aunque casi todos de las segundas líneas de los Quesones y Quesonas. Dumitrescu explicó el caso. Cuando la noble rumana nombró a la Carla no Quesona, hubo una reprobación generalizada.
- Que se encargué el Quesón, ese Carlos, el barbudo – propuso Carla Quevedo.
Se trataba del Carlos barbudo, hincha de Racing, que trabajaba en una óptica, el gordo patón (más patón que un basquetbolista de la NBA), al que alguien bautizó como “el Capitán Garfio”.
- La secuestró, la encierró en mi baño y ahí la asesinó, despues de violarla varias veces – propuso Carlos el barbudo (que en twitter afirma ser “Charly, el rey escorpión” y jura amor eterno a la Academia).
Pero Antonela Ramírez era de las modelos que entrenaban, levantando pesas. Y se había resistido. Así que era mejor recurrir a métodos que se habían usado con famosas más aguerridas.
- No, de esa manera, no. Podemos usar un torneo, como hicimos con las cosplayers de Mortal Kombat – propuso Carlos Bernal, el bailarín que participó en varias ediciones de Bailando y que fue compañero de baile de Yanina Latorre, antes que esta fuese asesinada por Carlos Delfino.
- Y así quesonearon a Carly Baker – intervino la voleibolista Carla Castiglione - Ella podría haber sido una de nosotras, como las Karlie, las Charlize, las Charlotte, etc. ¡Respeten el pacto!
-¡Haya calma! Que para un Carlos no hay nada mejor que una Carla y para una Carla no hay nada mejor que un Carlos – dijo Carlos Habiague, el Quesón del Tango.
- Para todos no. Carlos Tevez fue asesinado por Ravelia, la Quesona – señaló Carlos Costa, Charly el 22.
- Y Carla Rebecchi acaba de ser asesinada por Carlos Berlocq – dijo Carla Ritrovato, la mina de la Rock and Pop.
- Pero esa fue una traidora que le vendió el alma a la Liga de la Pureza – añadió Carlos Kramer – y lo pagó con un Queso, como corresponde.
- Y muchas Carlas fueron asesinadas por Quesones, como Calu Rivero, asesinada por Carlos Delfino, Carla Peterson por Carlos el Bebe Contepomi, y hasta hay quien dice que Carla Conte fue estrangulada por Carlos Roa – empezó a gritar fuera de sí la modelo Carla Del Huerto - ¿Y Carla Czudnowsky? ¿Por qué nunca figura en ningún relato? ¡Sería una excelente asesina! ¡Algunos dicen que fue asesinada en una misión conjunta por Carlos Bossio y Carlos Fernández Lobbe! ¡Ellos nos matan a nosotras y nosotras nada!
- ¿Nada? Hubo una Quesona que solo asesinaba Carlos, la Matacarlos, la asesina de los Carlos, averiguen, busquen datos, no hablen pavadas – señaló bastante furioso el rugbier Carlos Repetto.
Aunque era una reunión virtual la cosa parecía que iban a llover Quesos.
- ¡Basta de peleas! ¡Aquí debe primar la concordia! – dijo Lady Dumitrescu.
- Es cierto – señaló más tranquilo Carlos Kramer – nuestra misión es tirar Quesos, no lo olvidemos, propongo asesinarla como en la mitología griega, un homenaje al mito del minotauro, el Monstruo de Creta, que se pierda en un laberinto y que el Quesón que la asesine, que sea por sorteo, la quesonee en ese lugar.
- Eso es una idiotez – retrucó Carlos Costa – es como proponer asesinarla en un duelo del viejo oeste, a balazos, en ese caso la tendría que asesinar Carlos Reich o Carlos Melia, que veo, están ausentes de la reunión.
- Es una misión para un Quesón de segunda línea, como el stripper Carlos Paglieri, el tanguero Carlos Habiague o el bailarín Carlos Bernal. Uno de ellos debe ocuparse – opinó Carlos Quesón, que también participaba del Zoom.
- Que se encargue Charly Alberti, por algo es el Queso de Oro – propuso el Fauno, único hombre participante que no se llamaba Carlos.
- Que lo decida la suerte – dijo Lady Dumitrescu, algo cansada y molesta, con deseos de terminar la reunión – sí sale par, gana el Fauno, sí sale impar, gana Carlitos Quesón.
Tiraron a la ruleta y salió par. Ganó el Fauno, misión para Carlos Ficicchia, AKA Charly Alberti.
- Es cheto quesonear a una DJ – opinó Carlos Quesón en un dialogo con Dumitrescu – era una buena misión para Carlos Ignacio Fernández Lobbe, Rugbier y Quesón.
- Pero ese forro ni se conectó, además dijiste que tenía que ser Carlos Paglieri, Carlos Bernal o Carlos Habiague, esta bien que lo decida el Fauno, al fin y al cabo los asesinos siempre los elegís vos Carlitos – dijo la ilustre rumana – y por otro lado esta bien que el Quesón sea Charly Alberti, reciente ganador del Queso de Oro, reclamó el derecho, tratándose de algo vinculado con la música, recordando los remix de Soda Stereo.
Y así fue. Pronto una Carla anónima recibió una invitación por red social. Que distribuyó por un wathsapp creado a partir de pacto Carlos-Carlas.
Y así llegó el día de la fiesta clandestina. Antonela desplegó su equipo, para hacer su show. Y no está demás contar que ante ella hubo una multitud, que desatendió todo protocolo, ni barbijo ni distancia social.
Salvo por algunas excepciones, que si tenían el barbijo. Era un grupo de Carlos y de Carlas, quienes fueron ocupando lugares cercanos al escenario. Incluyendo el acceso al escenario. Así fue como Charly Alberti encontró el camino despejado, llegando hasta Antonela, quien reaccionó rápidamente.
-Me voy a defender, Charly. Ya sé que sos un Quesón. Me lo dijo el Carlos que no pudo conmigo.
Entonces, Charly se descalzó.
Antonela sintió ese olor intenso que le produjo tanto repugnancia como un intenso deseo sexual, que la hizo desnudarse ante el público. Fue como una rutina de gimnasia, en la que fue desnudando su tonificado y exuberante cuerpo.
-Cuando el cuerpo no espera lo que llaman amor se siente y se vive Canción Animal, Canción Animal.–acotó Charly, quien la masajeó, practicando percusión en su cuerpo.
Antonela no pudo evitarlo, quiso usar su fuerza física, pero estaba bajo un flujo hipnótico, presa del deseo. Así que pidió ayuda al público.
Pero fue inútil. La mayoría se encontraba en un estado en que no sabían dónde estaban. A otros les pareció un show más interesante que lo que habían presenciado.
Antonela quedó indefensa ante el influjo hipnótico de Charly, quien le abrió las nalgas, para penetrarla con los pies, con su miembro viril, bien adentro. Y la dio vuelta, para penetrarla por la vagina, lo que provocó alguna clase de terremoto, que destrozó las bandejas de la DJ.
Charly podría haber terminado con ella. Pero tenía algo en mente, alguna clase de espectáculo en que participara el público. Hizo subir a algunos espectadores, tres hombres y una chica que se había sumado, para tener una nueva experiencia,
Bajo el flujo hipnótico, ella se entregó, para ser poseída,- Antonela sintió que nunca viviría algo tan intenso.
-Y así va a ser –dijo Charly Alberti, quien había convertido un cable descartado en una soga, al que había hecho un nudo corredizo.
Antonela Ramírez se dispuso a resistir. A hacer un movimiento, para atacar, con potencia. Pero a Antonela no le respondió el cuerpo. Sintió los efectos físicos de tan intensas experiencias sexuales
-Nena, nunca voy a ser un superhombre. Sueles dejarme solo. Estoy abriendo un juego eléctrico.
. Y entonces Antonela pidió ayuda a quienes la habían tenido sexo con ella
-¡Por favor, ayúdenme! Tuvieron mi cuerpo. ¡Me lo deben!
Pero no pudieron hacer nada. Los hombres cayeron ante varias Carlas. Y la chica, ante un Carlos. Jugaron a los pies, qudaronApuñalados, apuñalada, quesoneados los chabones, quesoneada la chabona.
El Carlos en cuestión era Carlos Gabriel Pérez, conocido simplemente como “Charlie Gabriel” y del que ya hemos hablado en algunos relatos. ¿Las Carlas? Sus caras estaban confusas, algunos dicen que eran Carla Quevedo, Carla Castiglione (la voleibolista) y quizás Carla Ritrovato, quizás, porque otra versión habla de una doble de Daniela Cardone, bautizada como Carla Nadione.
Sexo rápido, un rápido asesinato. Y gritos de quesos, arrojando quesos de menor tamaño, pero de un tamaño considerable.
Nadie defendería a Antonela Ramírez. Charly puso el cable convertido en soga, alrededor del cuello. Y le dio una patada en las nalgas, que la arrojó del escenario.
-Agggh –hizo la casi famosa, pataleando hasta morir.
-¡Antonela Ramírez! ¡Queso! ¡Queso! – y el estrangulador tiró el Queso sobre el cadáver de su víctima.
Un cuarteto de Santillanas llegó para hacerse cargo del cuerpo de Antonela Ramírez. Y un segundo cuarteto de Santillanas, para llevarse los cuerpos de quienes habían tenido sexo con ella.
Y así termina este relato del asesinato de una casi famosa, impunemente frente a una multitud. Lo que sirvió para resolver tensiones entre quesones y quesonas, renovando el pacto Carlos-Carlas.
- Veremos si tal pacto se mantiene – dicen que dijo Carla Nadione – quizás concrete mi venganza, Dumitrescu, la nazi de la cárcel, todas morirán, je, je, ya encontraré algún Carlos que se encargué de ellos, algún actor ¿Carlos Belloso tal vez? ¿Carlos Casella? ¡Ja, ja, ja, ja!
COMO BATERISTA UN CAPO, COMO QUESÓN, UN QUESÓN ABURRIDO CHARLY ALBERTI
ResponderBorraryo hubiera preferido algo más intimo y sexual, la mina está buena, merecía una muerte muy violenta, atrapada por los futbolistas Carlos Izquierdoz, Carlos Luna y Carlos Quintana, con cuchillazos, hachazos y shuriken, la inclusión de Vizzotti una cagada
ResponderBorrarno esta mal, los relatos quesones siempre son delirantes y llenos de bizarreadas, pero como crítica constructiva creo que ciertos relatos se pierden con muchos personajes secundarios y lo de las fiestas es un recurso demasiado repetido, con demasiadas citas a otros cuentos quesones
ResponderBorrarCharly debería haberla cogido en medio de un recital, y asesinarla con los platillos de la batería, eso le hubiera dado al relato algo original y al asesino un rol más criminal y sangriento, si es el Queso de Oro, que lo muestre con toda su crueldad
ResponderBorrarme gustó la discusión de Carlos y Carlas ¿se viene una guerra de quesos? y la frase final ¿quieren matar a Dumitrescu?
ResponderBorraresos Carlos podrían crear una logia paralela e intentar matar a Dumitrescu
ResponderBorrarPensé que iba a gustar más. La moraleja podría ser que no hay que dejar que todos los relatos los escriba El Fauno. Hay interesantes sugererncias, para otras minas que estén buenas, que sean exuberantes. Como Delfina Gerez Bosco. Podría surgir algún relato a partir de esas sugerencias.
ResponderBorrarPara mí, el relato tiene su morbo. Y bien las Carrrlas que aparecieron. Alguna podría sumarse.
¿+Trama algo Carla Nadiedone ? Que se encuentre conmigo, como personaje, que tal vez logre convencerla de que cumpla con a misión quesona, no conmigo, sin conspirar contra Lady Dumitrescu.
Lady Dumitrescu es intocable, como la Marquesa.
ResponderBorrarTal vez no tanto Astrid Breitner. Y sino es Astrid, sus dos fieles ayudantes, las dos oficiales que la acompañan podrían ser quesoneadas.
Empecé a hablar con un flaco y tuve la mejor idea de buscarlo en la web y doy con este blog. Lo busco porque su forma de hablar me hacía desconfiar, me nombraba su fetiche por los PIES y que yo no tenía que desconfiar de él, me dijo un par de veces “no soy un ASESINO”. Confié, este ser tiene problemas mentales, es manipulador, psicópata y violento. Este blog y sus obsesiones deben ser un divertimento para ustedes, pero escribo esto para concientizar y que ojalá no les pase lo mismo a sus hermanas, amigas o madres. Ojo no quiero decir que el psicópata sea exclusivamente hombre, puede ser de cualquier género. Pero ¡oh casualidad!, se disgustaba de que una de sus exs sea feminista….
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