El Asesino de Carla Rebecchi
Unos años atras, una importante institución desarrollo un gran festival deportivo donde invitó a destacadas figuras del deporte, como los tenistas campeones de la Copa Davis de 2016, o las Leonas y y los Leones, los integrantes de las selecciones mayores de hockey, entre otros.
Uno de ellos era Carlos “Charly” Berlocq, el tenista oriundo de Chascomús, que un tanto aburrido, se fue a un costado, a un lugar donde no lo veía nadie, y empezó a ver en el celular videos de Roland Garros y Wimbledon.
- ¿Para que miras eso si nunca vas a ganar un Grand Slam, Charly? ¡Si vos como tenista sos un Queso! – dijo una voz de mujer, al escucharla, Charly levantó la vista.
- ¡Carla Rebecchi! – exclamó el tenista, al ver frente a él a la destacada jugadora de hockey, estandarte de Las Leonas.
- Ja, ja, sí, Carla, la gran Carla, la mejor de las Leonas
- Vos que siempre fuiste un teniste mediocre, ahora te mandas la parte de que ganaste la Davis, cuando no estuviste en la final sino en algunos partiditos, y encima todavía soñas con ganar Wimbledon o Roland Garros – dijo una voz de mujer - Ja, ja, ja, sí que sos un soñador, Charly, ja, ja – aquellas risotadas sonaron muy fuerte.
- Carla Rebecchi – dijo Carlos Berlocq un tanto balbuceando al ver frente a el a la delantera de las Leonas, Carla Rebecchi, una de las más destacadas jugadoras de la selección femenina de hockey.
- No soy una Carla cualquiera, Charly, yo soy Caaaarrllaaaaaaaa Rebecchi, ja, ja, ja – la jugadora de hockey puso un palo de hockey sobre la cabeza del tenista y comenzó como a frotarlo suavemente una y otra vez. El tenista comenzó a temblar de miedo y luego quedó como mudo y paralizado - ¿Tenes miedo que te asesine, acaso, Carlitos? ¡Ja, ja, ja! Yo se que hubo un tipejo que publicaba cuentos en un blog donde ya asesinaba a los tipos con un palo de hockey, parece que asesinaba a todos los integrantes de CQC, pero no te preocupes Charly, ja, ja, eso es toda una infamia y ya practique la cultura de la cancelación, esos relatos están borrados, aunque pensándolo bien, no hubiera estado mal ser una asesina. Una Quesa, una Quesera o una Quesona, así me decían me parece, sí, una Quesona.
- Una Quesona – dijo Carlos Berlocq.
- Sí, una pelotudez atómica, para la persona que escribía el blog, parece que todos los Carlos, como vos, son Quesones y todos las Carlas, como yo, Quesonas.
- Ja, ja, ja – río ahora Carlos Berlocq, como más tranquilo y distendido – que divertido, yo un Quesón y vos una Quesona, como dos grandes Quesos, uno masculino y otro femenino. Yo también leí ese blog. A mí al principio me asesinaba una serial killer, una asesina que se llamaba “la Matacarlos” (la asesina de los Carlos), esa asesina también asesinaba a balazos a Carlitos Tevez, despues de amasijarme a mí, despues parece que al chabón le gustó más que mis papeles fuesen de asesino, porque empezó a escribir cuentos donde mataba minas como Edith Hermida o María Eugenia Ritó, de las que me acuerdo, y hasta me parece que a Nancy Duplaa, muy divertido.
- Mira si un tenista como vos va a andar por ahí asesinando minas y tirando Quesos, o yo lo mismo, matando chabones de CQC con un palo de hockey, ja, ja, que idiotez sí.
- ¿Una idiotez? – dijo el tenista Carlos Berlocq – quizás para vos sea una idiotez, para mí, que sí soy un Quesón, es solo un Queso más. Además Carla, yo sí soy un asesino, un tenista asesino.
- ¡Ja, ja, ja! – río con sarcasmo Carla Rebecchi – vos sos un idiota.
- Un idiota con olor a Queso – dijo el tenista.
En ese momento, Carlos Berlocq se arrancó la ropa y quedó desnudo ante Carla Rebecchi, que lo miró estupefacta, mientras quedó en bolas y le dijo: “Chupame la pija, Carla”, y eso hizo la jugadora de hockey, se arrodilló y empezó a chuparle la pija, y tras disfrutar de una intensa fellatio, hizo lo mismo, pero esta vez con los pies de Carlos, que olían muy fuerte, los chupó, los olió, los besó y los lamió, con mucha fuerza e intensidad, y tras eso cogieron de manera muy intensa, aunque rápida, casi en modo express.
- ¡Ja, ja, ja! – río Carla – de esta unión entre un Carlos y una Carla saldrán muchos Carlitos y muchas Carlitas.
- No creo Carla – le dijo Carlos Berlocq – porque ya te dije que soy un asesino.
- ¿Un asesino? Me demostraste que podes ser un amante muy fogoso, y a eso le llamas ser un asesino, muy gracioso.
- Gracioso será cuando te asesiné a balazos, Carla Rebecchi, pudiste ser una Quesona, la Liga de la Pureza se metió en lo que no le importa y ahora serás quesoneada.
Carlos sacó un revolver y un Queso, puso el revolver sobre el Queso, y disparó, el Queso actuó co como silenciador, ¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! ocho balazos, Carla Rebecchi quedó tendida en el piso, asesinada.
- Queso – dijo con total frialdad el tenista mientras tiraba el Queso sobre el cadáver de Carla Rebecchi.
Con total frialdad e indiferencia, pero también gozo y alegría, Carlos “Charly” Berlocq continuó su camino, Carla Rebecchi en cambio, quedó ahí, con un Queso. QUESO.
la borraron del mapa y ahora le tiraron un Queso, merecido sin duda, ja, ja, ja
ResponderBorrarlos Quesones empezaron a asesinar a las Leonas, chau Leonas
ResponderBorrarCon este relato hay dos posibilidades:
ResponderBorrar- O el autor del blog se vengó de quienes censuraron los cuentos de esta mina (cuando era asesina) y ahora la mató
- O al autor del blog nunca le gusta como asesina, y ahora prefiere entregarla como víctima
Dos hipótesis interesantes
Me parece que es lo primero.
BorrarY que le gustaba esta jugadora como quesona. Por eso, la bronca por la censura de los relatos.
deberían haberse trenzado en una lucha, ella a punto de asesinarlo con el palo de hockey, ahí el logra sacar la raqueta y la asesina a raquetazos, una lucha entre los dos deportistas, hubiera estado bueno, pero no es el estilo de estos cuentos
ResponderBorrarNo quiero que las quesonas sean asesinadas. Ninguna Leona será quesoneada. Ese era el trato y debe de ser respetado.
ResponderBorrarLa excepción fue Carla Rebecchi, como Carla renegada, que se pasó a Liga de la Pureza. Una traición.
Merece ser embalsamada, para ser exhibida en un museo quesón y tal vez ser clonada.
Debería ingresar una nueva Carla, para reemplazarla. Son muy pocas, comparadas con los Carlos.
Hay candidatas Carla Rebello, de C5N, Carla Ritrovato, de Rock & Pop. Carla Bruni, Charlize Theron, Carla Morrisson.
La actriz española Carla Nieto
https://es.wikipedia.org/wiki/Carla_Nieto
Carla Castiglione, jugadora de voley, que podría arrojar quesos con la misma potencia de saque.
Y si el cronista no se quiere arriesgar a admitir a una Carla conectada con la Liga de la Pureza, puede recurrir a la Ravelia Zamas de Daniela Cardone. Que podría llamarse Carla Nadiedone. Y sería como Daniela Cardone antes de los tatuajes masivos.
Podría haberse agregado a Berlocq disparando al palo de hockey antes de dispararle a ella. Como una forma de morbo extra. Pero el relato tiene su eficacia.
el arma de Charly Berlocq es larga será que la tiene grande?
ResponderBorrarMas cuentos de Carlos Charly Berlocq como quesón, podría ir matando a diferentes mujeres deportistas, a todas les tira un queso, y las mata con una raqueta que en realidad es un revolver o un puñal camuflado, o las dos cosas a la vez, lo de matarlas a raquetazos es demasiado violento, debe ser un asesino más elegante
ResponderBorrares fea Carla Rebecchi, los quesones suelen asesinar minas buenas
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