La Asesina de Mariano Ontañón, Matías Nani, Jonatan Arioli, Fabrizio Silva, Matías Paz y Marcos Delía
LA SAGA DE CARLA ROMANINI, LA QUESONA ASESINA
LA ASESINA DE JUAN CARLOS EL QUESERO (FAUSTO BENGOECHEA), MARIANO ONTAÑÓN, MATÍAS NANI, JONATAN ARIOLI, FABRIZIO SILVA, MATÍAS PAZ Y MARCOS DELÍA
Una semana despues de los asesinatos de Matías Alemanno y Matías Sotelo y ocho semanas antes de los asesinatos de Javier Ortega Desio y Matías Moroni, y unas doce semanas antes de los asesinatos de Emilio Di Marco, Agustín Bernasconi, Pablo Sinema y Juan Pérsico comenzó lo que voy a contaros a continuación
La Asesina de Juan Carlos (el Quesero)
Un día de rutina en la Quesería, una aburrida tarde para Juan Carlos, el joven empleado, veinteañero tal vez, un muchacho muy delgado y de baja estatura, que rompió el aburrimiento al ver que una rubia joven y bella, con aspecto de modelo, ingresaba a la Quesería.
- ¡Qué minón! – pensó Juan Carlos.
- Hola. Soy Carla Lucía Romanini – dijo la mina – quiero seis Quesos como esos – y la bella rubia señaló una gran horma de Queso Emmenthal, donde sobresalían sus agujeros.
- ¿Seis? – dijo Juan Carlos - ¡Solo tengo esa!
- No importa. Conseguime seis y llevamelas a esta dirección – la rubia sacó una tarjeta donde figuraba como dirección un lujoso y amplio departamento de Puerto Madero – Los pago lo que sea.
- ¿Lo que sea? – preguntó Juan Carlos y tiró un precio totalmente alocado – 300 dólares cada una.
- Perfecto – dijo Carla – aca tenes mil dólares, lo que falta cuando me lleves los seis Quesos a esa dirección. Nos vemos… ¿Cómo te llamas?
- Juan Carlos.
- Qué nombre de viejo. Pareces un pibe, nacistes con setenta años… ¿Cómo te vas a llamar Juan Carlos? Te debes de llamar Axel, Brian, Jonatan, Kevin…
- Me llamó así. Juan Carlos.
- Bueno, Juan Carlos… si te pusieron ese nombre – dijo Carla – te pareces a un actor de “Argentina Tierra de Amor y Venganza”, sos igual al que hace de “Alambre”. Fausto
Bengoechea se llama el actor.
- Sí – dijo el Quesero – todos me dicen lo mismo. Parece que somos iguales. Pero ese tiene plata, es sobrino de Darín, yo soy un pobre trabajador, un humilde vendedor de Quesos, que no tiene un mango partido al medio.
- Bueno, te espero con los Quesos.
- Me llevará un par de días conseguir los seis Quesos.
- Nos vemos en un par de días entonces – dijo Carla.
Y en un par de días, Juan Carlos (el Quesero) llevó los Quesos. Dejo los Quesos, uno a uno, sobre una gran mesa. Eran seis. Carla estaba casi desnuda, y el Quesero se sentía intimidado, casi que esperaba que la modelo le dijera…
Pero la modelo nada dijo, solo observó que el Quesero ponía los Quesos sobre la mesa. El vendedor se disponía a recibir los dólares que faltaban y extendió la mano. Carla abrió un cajón, pero no sacó ningún dólar, lo que sacó en cambio, fue un revolver, con silenciador.
- ¿Qué significa esto? – preguntó Juan Carlos, mientras tragaba saliva.
- Si eras un deportista famoso o un modelo, me hubiera gustado tener sexo, con vos, así fue con Matias Alemanno y Matías Sotelo, mis dos primeras víctimas – le dijo Carla – pero vos mismo lo dijiste, sos “un pobre trabajador, un humilde vendedor de Quesos, que no tiene un mango partido al medio”, y ahora ni siquiera recibirás uno de esos Quesos tan finos y exquisitos, sí en cambio este Queso, más sencillo – y Carla señaló una horma de Queso Edam marca “Sancor” mientras apuntó con un revolver y………..
- ¡Noooooooooooooooooooooo! – gritó de terror Juan Carlos.
¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! Juan Carlos recibió los ocho balazos y su cadáver, totalmente ensangrentado, quedó en el piso.
- Queso – dijo en voz alta Carla Romanini, la asesina, mientras tiraba el Queso sobre el cádaver de Juan Carlos (el Quesero).
No fue difícil deshacerse del cadáver. Con lo chiquitito y livianito que era este Juan Carlos, la asesina tiró el cadáver en un contenedor de basura, Queso incluído.
Así Carla Romanini decidió continuar su carrera de asesina, una semana despues de asesinar a Matías Alemanno y Matías Sotelo, con seis Quesos por delante por tirar.
Una semana despues del asesinato de Juan Carlos (el Quesero) y una semana antes del asesinato de Matías Nani
Era un evento de modas muy importante, y el modelo Mariano Ontañón observó que entre las modelos presentes estaba la rubia y bella Carla Romanini.
- ¡Carla! – le saludo Mariano - ¡La novia de Emilio Di Marco!
- ¡Hola! ¡Sí, soy Carla, la novia de Emilio Di Marco! ¿Vos…?
- Soy Mariano Ontañón, modelo, lo conozco a tu novio. ¿El esta por acá?
- Sí, por allá, en un rato se va para participar de una misión de la ONU en Burkina Faso.
- ¿Burkina Faso?
- Sí, Burkina Faso, ex Alto Volta.
- Desconocía que eras experta en geografía africana.
- ¿Burkina Faso esta en Africa? Creía que era una provincia de Brasil, que es el país más grande de Asia.
- Me parece que de geografía no sabes nada, Carla, ja, ja, ja.
- Ja, ja, ja – río Carla – pero dado que mi novio en un rato ya esta volando a Burkina Faso, te espero en mi departamento de Puerto Madero, creo que sos mi compañero ideal para una publicidad, podríamos hacer un buen casting juntos, lo subimos a Instagram y si a la gente le gusta, vamos para adelante.
Así fue como el modelo Mariano Ontañón rato después estaba en el departamento de Carla en Puerto Madero. Al modelo le llamó la atención ver una mesa con seis Quesos, seis enormes y gigantescas hormas de Queso Emmenthal.
- ¿Y esos Quesos?
- Estan en exposición, me gusta tenerlos, yo no los como, no como Queso para no estropear mi figura. Quizás uno sea para vos, Mariano.
- ¿Para mí? – preguntó Mariano Ontañón, con intriga y sorpresa.
No terminaba de decir eso, cuando Carla, dotada de una extraordinaria fuerza, agarró uno de los Quesos y se lo tiró encima a Mariano. El Impacto del golpe fue tal, que el modelo cayo al piso, y quedó tendido, al volver en sí, vio que Carla estaba encima suyo, cuchillo en mano, cortando una parte del Queso en cubos, y que el estaba rodeado de cubos de Queso…
El modelo no pudo ni quiso desobedecer a Carla, y entonces tuvieron sexo apasionado en medio de los cubos de Queso, y del Queso, que estaba allí, disfrutaron mucho de aquello, tanto que Mariano sentía haber alcanzado el goce y la felicidad perfecta.
- Pero hay más Mariano – dijo Carla.
- ¿Más?
- Sí, más. Quiero más y tendrás más.
Carla, cuchillo en mano, se tiró sobre Mariano, y comenzó a apuñalarlo salvajemente, le dio un brutal cuchillazo en el pecho, y luego otro, y otro, y otro, hasta asesinarlo con más de sesenta o setenta puñaladas. La asesina sintió satisfecho su instinto criminal.
- Queso – dijo en voz alta Carla Romanini, la asesina, mientras tiraba el Queso sobre el cádaver de Mariano Ontañón.
Al día siguiente, grande fue la sorpresa y la conmoción, cuando descubrieron flotando en Puerto Madero, una bolsa de dormir, con el cadáver apuñalado de Mariano Ontañón, y un Queso adentro.
Una semana después del asesinato de Mariano Ontañón y una semana antes del asesinato de Jonatan Arioli…
La Asesina de Matías Nani
El futbolista Matías Nani no lo podía creer. Qué fácil le había resultado llevar a la cama a Carla Romanini, esa bella y rubia modelo, a la que había conocido esa tarde. Todo fue casual, en ese evento de ropa deportiva. Matías Nani, con su 1,89 metros de altura no tuvo problemas en acceder a desfilar para presentar una nueva línea de indumentaria. Luego de hacerlo, Matías mantuvo un breve diálogo con Carla.
El futbolista Matías Nani no lo podía creer. Qué fácil le había resultado llevar a la cama a Carla Romanini, esa bella y rubia modelo, a la que había conocido esa tarde. Todo fue casual, en ese evento de ropa deportiva. Matías Nani, con su 1,89 metros de altura no tuvo problemas en acceder a desfilar para presentar una nueva línea de indumentaria. Luego de hacerlo, Matías mantuvo un breve diálogo con Carla.
- ¿En serio sos futbolista, y no modelo? – le preguntó Carla.
- Sí, soy futbolista. Matías Nani.
- ¿Matías? Me encantan los Matías. Debes de jugar en un equipo importante de Europa, que se yo, el Barcelona, por ejemplo, o el Manchester – Carla dijo todos los equipos de Europa que conocía, su conocimiento sobre fútbol, era bastante limitado.
- No – le contestó Matías – yo juego en Central Córdoba de Santiago del Estero.
- ¿y dónde está ese equipo? ¿En la Z? ¡Ja, ja, ja, ja!
- No, estamos en Primera División en esta temporada. Lo tuyo no es el fútbol.
- Lo mío es el modelaje, y creo que lo tuyo también debería serlo. Sos muy guapo.
- Gracias – le contestó Matías – vos también sos muy linda.
- Mi novio, Emilio Di Marco, está en Europa. O sea que estoy libre, para que podamos tener una noche de diversión.
- ¿Me estas hablando en serio?
- Tan en serio como que me llamó Carla Lucía Romanini, y soy una Quesona.
- ¿Una Quesona? Me causa gracia, ja, ja.
- Vamos a mi departamento de Puerto Madero. La vamos a pasar por muy bien.
Así fue que rato despues el futbolista estaba con Carla en ese departamento. Al futbolista le llamó la atención ver una mesa con cinco Quesos, cinco enormes y gigantescas hormas de Queso Emmenthal.
- ¿Y esos Quesos?
- Eran seis. Ahora quedan cinco. Y quizás el próximo sea para vos.
- ¿Para mí? – preguntó Matías Nani, con intriga y sorpresa.
Ella lo obligó a agacharse, y mientras el estaba de rodillas, se desnudo ante él, ahí el le chupó las tetas, los pies, el culo, todo, entonces ella le fue sacando pieza por pieza, y cuando quedó desnudo, le puso una venda en los ojos. El accedió gustoso, a eso, y con la venda en los ojos, cogieron en forma intensa y apasionada, como le gustaba a Matías, y como le gustaba a Carla.
Aún con los ojos vendados, y despues de haber disfrutado de aquella intensa relación sexual, Matías Nani le preguntó a Carla:
- Espero que un futbolista aunque sea de un equipo modesto, y no del Manchester o del Barsa, te haya feliz esta noche.
- Me hicistes muy feliz esta noche y por eso tendrás un regalo.
Carla le sacó la venda de los ojos a Matías, pero el futbolista no la vio pues le daba la espalda, entonces no vio que Carla tomó un gran cuchillo, lo levantó y ¡zas! le dio una brutal puñalada en la espalda.
- ¡Aaaaaaaaaaaajjjjjjjjjjjjjjjjj! – gritó de dolor Matías Nani mientras le daba aquella brutal puñalada.
Siguieron otras puñaladas, ahora con el cuerpo de Matías de frente, cuchillazos en todos lados, Carla era una asesina cruel y sanguinaria, le dio hasta sesenta o setenta puñaladas, una tras otra, hasta saciar su instinto criminal.
- Queso – dijo en voz alta Carla Romanini, la asesina, mientras tiraba el Queso sobre el cádaver de Matías Nani
Para Carla, fue apenas una rutina meter el cadáver de Matías Nani, Queso incluído, en una bolsa para dormir, y tirarlo en los diques de Puerto Madero, donde flotó un buen rato hasta que quizás alguien lo descubrió.
Una semana después del asesinato de Matías Nani y una semana antes del asesinato de Fabrizio Silva…
La Asesina de Jonatan Arioli
Un nuevo evento de modelos donde Carla Romanini concurrió con su novio Emilio Di Marco, otro modelo, Jonatan Arioli, se acercó a saludar a la feliz pareja. Carla le comentó:
Un nuevo evento de modelos donde Carla Romanini concurrió con su novio Emilio Di Marco, otro modelo, Jonatan Arioli, se acercó a saludar a la feliz pareja. Carla le comentó:
- Me encanta esa foto tuya que hay en Google, con ese sombrero, tipo del Oeste.
- Gracias, gracias, sí, a muchas le han gustado, y a muchos también, ja, ja.
- ¿Sabes una cosa, Jonatan? Siempre soñé con tener sexo con alguien con un sombrero así.
- Callate Carla, ahí esta tu novio, Emilio.
- No pasa nada, Jonatan. Esta saludando al Ministro de Asuntos Gays y a su pareja, ni cuenta se da que estamos hablando. Si te interesa mi propuesta, te espero en mi departamento de Puerto Madero, hoy no, porque va Emilio, pero sí mañana, si aceptas, serás bienvenido.
Y fue bienvenido Jonatan Arioli la noche siguiente, concurriendo con aquel sombrero que a Carla le había parecido tan seductor. A Jonatan le llamó la atención ver una mesa con cuatro Quesos, cuatro enormes y gigantescas hormas de Queso Emmenthal.
- ¿Y esos Quesos?
- Eran seis. Ahora quedan cuatro. El próximo es para vos, cuando te ví ayer, y recordé esa foto con ese sombrero, no tuve dudas, vos sos el próximo quesoneado.
- ¿Para mí? – preguntó Matías Nani, con intriga y sorpresa - ¿Quesoneado?.
- Dale cógeme con ese sombrero – le dijo Carla.
Se tiraron a un sofá, el con el sombrero, se chuparon, lamieron, besaron todo el cuerpo, ella le tiró encima primero el Queso, uno de esos Quesos de la mesa, despues una botella entera de champagne, se hicieron cosquillas, y tuvieron sexo, y que sexo, muy intenso, el goce fue más grande.
Terminaron de coger cuando Carla le puso el sombrero sobre la cabeza, tapándole la vista a Jonatan.
- Ahora viene lo mejor Jonatan.
Jonatan no vió que Carla tomó un cuchillo y tras gritar bien fuerte…
- ¡Quuuuuuuuuuuuuueeeeeeeesssoooooooooooooooooooooo!
Le clavó el cuchillo, sí Carla le clavó el cuchillo a Jonatan, y lo apuñaló salvajemente, sació su instinto criminal despues de setenta u ochenta puñaladas.
- Queso – dijo en voz alta Carla Romanini, la asesina, mientras tiraba el Queso sobre el cádaver de Jonatan Arioli.
Carla metió otra vez el cadáver de Jonatan en una bolsa de dormir, con el Queso incluído, pero esta vez no lo tiró en Puerto Madero. Aprovechó que su novio la llevaba a un country en Berazategui, y entonces ella le dijo que tenía basura para tirar, y lo tiraron bien lejos de Puerto Madero, en el Parque Pereyra Iraola.
Una semana después del asesinato de Jonatan Arioli y una semana antes del asesinato de Matías Paz…
La Asesina de Fabrizio Silva
El modelo Fabrizio Silva, sí Fabrizio con “Z” como si fuera brasilero o portugués, no “Fabrizzio” que es italiano, con dos zetas, se encontraba plácidamente disfrutando de una jornada de sol en el Tigre, y en otro evento social, se encontró con la modelo Carla Romanini y su novio, Emilio Di Marco, se saludaron…
El modelo Fabrizio Silva, sí Fabrizio con “Z” como si fuera brasilero o portugués, no “Fabrizzio” que es italiano, con dos zetas, se encontraba plácidamente disfrutando de una jornada de sol en el Tigre, y en otro evento social, se encontró con la modelo Carla Romanini y su novio, Emilio Di Marco, se saludaron…
- Fabrizio, con una zeta – le aclaró el modelo a Carla, mientras la saludaba.
- Me encantan los Fabrizios, como Fabricio Oberto, aquel basquebtolista que fue asesinado, le degollaron y le tiraron un Queso.
- Sí, pobre, dicen que fue una mujer.
- Una gran asesina, solo una gran asesina puede cometer un crimen de esas características, ja, ja.
La velada prosiguió y el barco llegó hasta una isla del Tigre, donde desembarcaron todos los que viajaban ahí, Fabrizio fue a un costado, donde no lo veía nadie, para fumar un porro, aunque casi todos los invitados lo hacían, a Fabrizio le gustaba así, solo…
- ¿Te gusta fumar porro así solo? – le preguntó Carla que lo sorprendió en aquella soledad – Compartí, dale, no seas malo, y sí es de la buena, mejor.
- Parece que hoy debo compartir – dijo Fabrizio resignado – toma una pitada.
Carla agarró el porro pero en vez de fumarlo, lo tiró, y como estaban en el Tigre, y en una isla, lo tiró en medio del río.
- Tengo mejor que esto, pero en mi departamento de Puerto Madero, vamos allá.
- ¿En serio me lo decís? Se van a dar cuenta que nos vamos y tu novio esta ahí.
- Están todos fumados, nadie se da cuenta de nada.
Un rato despues, y navegación mediante, Carla y Fabrizio estaban en el departamento de ella de Puerto Madero. A Fabrizio le llamó la atención ver una mesa con tres Quesos, tres enormes y gigantescas hormas de Queso Emmenthal.
- ¿Y esos Quesos?
- Eran seis. Ahora quedan tres. Tres ya los tiré. El próximo será el que pite este conmigo – y sacó un porro – el que se fume esto, recibirá su Queso, será Quesoneado.
- ¿Para mí? – preguntó Matías Nani, con intriga y sorpresa - ¿Quesoneado? ¡Dame el porro!
- Que desesperado que estas, con lo fácil que es encontrar esto – le dijo Carla, y se puso el porro en medio de la concha – si queres el porro, cogeme.
Y cogieron, y cogieron de lo lindo, pero ella lo disfrutó más que el, porque el solo quería pitar la marihuana. Al terminar el sexo, Fabrizio parecía más feliz pitando aquella mariahuana, de una calidad superlativa. Carla, de repente, estaba ante el.
- ¿Pasá algo Carla?
- Sí – le dijo Carla – te iba a degollar como Ravelia, la Quesona, degolló a Fabricio Oberto, pero lo voy a hacer más rápido, como la otra Ravelia, también Quesona, pero la tatuada, asesinó a Fabricio Maximiliano Miranda, a balazo limpio, así asesinó también al Rapero, al Imigrante Rap.
- ¿Qué estas diciendo loca?
Pero Carla no contestó, levanto un arma con silenciador y desplegó una lluvia de balas sobre Fabrizio…
¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! Fabrizio recibió los ocho balazos y su cadáver, totalmente ensangrentado, quedó en el piso.
- Queso – dijo en voz alta Carla Romanini, la asesina, mientras tiraba el Queso sobre el cádaver de Fabrizio Silva.
Navegación mediante, de Puerto Madero al Tigre, esa misma noche, Carla tiró la bolsa de dormir con el cadáver de Fabrizio Silva, Queso incluído, en medio de uno de los cientos de ríos que se cruzan en el Delta del Paraná, en la zona del Tigre.
Una semana después del asesinato de Fabrizio Silva y una semana antes del asesinato de Marcos Delía…
La Asesina de Matías Paz
Para sorpresa de Carla Romanini, que no lo esperaba, el modelo Matías Paz se hizo presente en el departamento que la rubia modelo tenía en Puerto Madero.
Para sorpresa de Carla Romanini, que no lo esperaba, el modelo Matías Paz se hizo presente en el departamento que la rubia modelo tenía en Puerto Madero.
- Tu novio Emilio Di Marco me dijo que viniera acá para participar de un casting.
- ¿Un casting aca? – preguntó intrigada Carla Romanini – Aca no hay ningún casting. ¿Vos quien sos?
- Matías Paz.
La modelo ya iba a echar a Matías Paz pero echó una mirada para adentro de su departamento y al ver la mesa con los dos Quesos, hizo entrar al modelo.
Matías entró al departamento. A Fabrizio le llamó la atención ver una mesa con dos Quesos, dos enormes y gigantescas hormas de Queso Emmenthal.
- ¿Y esos Quesos?
- Eran seis. Ahora quedan dos. Cuatro ya los tiré. Me parece que vos sos el próximo quesoneado, no se porque me gusta quesonear a tipos que se llaman Matías, ya lo hicé con Matías Alemanno, Matías Sotelo, Matías Nani, como si el destino los pusiera en mi camino. Hubo otros que no se llamaban Matías, pero con ustedes tengo algo especial.
- ¿De que estas hablando?
- De esto, Matías.
Carla agarró el Queso y lo tiró encima de Matías Paz, que se sorprendió ante esto, y cayó al piso. Grande fue la sorpresa del modelo al ver que tras sacarse el Queso de encima, Carla estaba encima suyo…
Carla sintió que Matías la rechazaba, que no quería tener sexo con ella…
- No quise molestarte Matías, solo quería jugar con vos.
- Bueno, sí querías jugar, perdiste el juego, yo no quiero jugar, yo vine a hacer un casting.
- Lo siento Matías, pero sí eso es un juego, y lo perdí, te aclaro que soy una mala perdedora.
Carla agarró un hacha, un gran hacha…
- ¿Qué haces loca? ¿Qué es esto? – preguntó aterrorizado Matías Paz, mientra la asesina se acercaba a el, hacha en mano…
- ¡Noooooooooooooooooo! – grito Matías Paz.
La asesina le dio un gran hachazo, que le produjo una brutal herida en el cuerpo, a Matías Paz, luego otro hachazo, y otro, y otro, lo decapitó, lo cortó en dos, en tres, en cuatro… era la venganza por haber sido rechazada.
- Queso – dijo en voz alta Carla Romanini, la asesina, mientras tiraba el Queso sobre el cádaver mutilado de Matías Paz
Esta vez resultó mucho más fácil deshacerse del cadáver, ni siquiera lo metió en una bolsa de dormir, tiró los restos, con el Queso, ahí en pleno Puerto Madero, las ratas se encargaron del resto, eso si, ella se quedó con la cabeza de su víctima.
Una semana despues del asesinato de Matías Paz y una semana antes de los asesinatos de Javier Ortega Desio y Matías Moroni
La Asesina de Marcos Delía
Una semana despues de haber asesinado a Matías Paz, del que se desconocía su paradero, Carla Romanini, la bella y rubia asesina serial de hombres, la Quesona, como la llamaban, estaba otra vez en un evento social con su novio Emilio Di Marco, que desconocía que su novia fuese una asesina. El evento era otra el lanzamiento de una ropa deportiva, esta vez para el básquet, por eso muchos basquetbolistas estaban presentes. Carla pensó que uno de esos basquetbolistas debía ser su próxima víctima, a Ravelia la Quesona le encantaba asesinar basquetbolistas, había quesoneado a Andrés Nocioni, Juan el Pipa Gutierrez, Emanuel Ginóbili, Fabricio Oberto y Luis Scola, con diferentes armas; la otra Ravelia, la tatuada, la otra Quesona, tenía en cambio la costumbre de estrangular basquetbolistas: Patricio Garino, Máximo Fjellerup y Nicolás Brussino eran sus víctimas. Carla sentía que tenia la oportunidad de homenajear a esas dos grandes asesinas, y ahora su objetivo era estrangular a uno de ellos… pero ¿Cuál? ¿Quién? Eran muchos…
Una semana despues de haber asesinado a Matías Paz, del que se desconocía su paradero, Carla Romanini, la bella y rubia asesina serial de hombres, la Quesona, como la llamaban, estaba otra vez en un evento social con su novio Emilio Di Marco, que desconocía que su novia fuese una asesina. El evento era otra el lanzamiento de una ropa deportiva, esta vez para el básquet, por eso muchos basquetbolistas estaban presentes. Carla pensó que uno de esos basquetbolistas debía ser su próxima víctima, a Ravelia la Quesona le encantaba asesinar basquetbolistas, había quesoneado a Andrés Nocioni, Juan el Pipa Gutierrez, Emanuel Ginóbili, Fabricio Oberto y Luis Scola, con diferentes armas; la otra Ravelia, la tatuada, la otra Quesona, tenía en cambio la costumbre de estrangular basquetbolistas: Patricio Garino, Máximo Fjellerup y Nicolás Brussino eran sus víctimas. Carla sentía que tenia la oportunidad de homenajear a esas dos grandes asesinas, y ahora su objetivo era estrangular a uno de ellos… pero ¿Cuál? ¿Quién? Eran muchos…
Lo vio a Gabriel Deck, pero sintió que no era la víctima adecuada. Tampoco Facundo Campazzo, menos Nicolás Laprovíttola, hijo de la gran política, legisladora y estadista Margartia Stollbizer, tampoco Luca Vildoza, ni Pablo Prigioni, quedaba entonces… Marcos Delía, sí Marcos, como Marcos Milinkovic, decapitado por Ravelia la Quesona, o Marcos Kremer, también víctima de la Quesona, tal vez de la otra Quesona, la tatuada.
Lo cierto es que Marcos Delía, en forma inocente, atraído por la belleza de Carla, aceptó la invitación de concurrir al departamento de Puerto Madero. Creía que era una fiesta con decenas de invitados, eso era lo que le dijo Carla.
- ¿Y los otros invitados? – preguntó Marcos Delía con sus 2,11 metros de altura a cuestas.
- Ya vendrán – dijo Carla Romanini.
- ¿Y ese Queso? – dijo sorprendido Marcos al ver una gran horma de Queso sobre una mesa.
- Eran seis. Ahora solo queda uno. el próximo es para vos.
- ¿Para mí? – preguntó Marcos Delía, con intriga y sorpresa.
- Sí, tomá este champagne.
Carla le dio a Marcos una copa de champagne, el basquetbolista la bebió, y con sus 2,11 metros de altura a cuestas, empezó a sentir mareos, a ver todo borroso, y se cayó al piso, dura fue la caída, pero la amortiguo con la lentitud con que cayó con semejante altura, no tardó en volver en sí, pero esos minutos, aunque no fueron muchos, sí fue el tiempo suficiente para que la asesina lo atara de pies y brazos sobre el sofá.
- ¿Qué significa esto? – pregunto aterrorizado Marcos - ¡Sacame de acá! ¡Esto es una trampa!
- Creí que tenías olor a Queso, pero tus pies están muy limpios, Marcos.
- ¡Desatame, loca! ¡Auxilio! ¡Ayudenme!
- Cogeme Marcos, cógeme Marcos – le dijo Carla.
- ¡Nooooooooo! – gritó Marcos - ¡No quiero sexo! – y el basquetbolista trataba de desatarse.
La asesina se sentó en una silla alta, detrás de la cabeza de Marcos, rodeó el cuello de Marcos con sus piernas, a la vez que le metía sobre la cabeza, una bolsa, con la intención de asfixiarlo…
- ¡No! – dijo la asesina – no te asesinaré con la bolsa, con mis piernas, basta – y sacó entonces la bolsa.
Rápidamente, la asesina empezó a estrangularlo con las piernas, fue lento, muy lento, el basquetbolista intentó oponer una fuerte resistencia, pero las piernas de Carla pudieron más, no sin mucho trabajo… lo estranguló hasta dejarlo sin aire.
- No me quisiste darme placer con el sexo, me diste placer asesinándote, así, estrangulándote con mis piernas – dijo Carla Romanini, mientras, para asegurarse que el basquetbolista estuviera muerto, puso el Queso sobre su rostro, tapándole cualquier posibilidad de recibir aire.
- Queso – dijo en voz alta Carla Romanini, la asesina, mientras tiraba el Queso, el último Queso que quedaba sobre la mesa, sobre el cádaver de Marcos Delía – Marcos Delía.
No resultó fácil para la asesina deshacerse de este cádaver, con sus 2,11 metros de altura, en algún momento pensó en cortarlo con una sierra eléctrica, pero desistió de la idea, con gran paciencia, lo metió en una bolsa de dormir, Queso incluído, y lo llevó bastante lejos, en una zona cercana al Aeropuerto de Ezeiza, colgándolo de un árbol, a la usanza del Viejo Oeste.
#Queso
Carla estaba más que satisfecha. Ya había asesinado a nueve hombres. Estaba más que radiante, su novio Emilio Di Marco, de visita en ese departamento de Puerto Madero, donde habían ocurrido todos los asesinatos, apenas un día después del estrangulamiento de Marcos Delía, vio que la mesa que tenía los Quesos estaban vacía…
Carla estaba más que satisfecha. Ya había asesinado a nueve hombres. Estaba más que radiante, su novio Emilio Di Marco, de visita en ese departamento de Puerto Madero, donde habían ocurrido todos los asesinatos, apenas un día después del estrangulamiento de Marcos Delía, vio que la mesa que tenía los Quesos estaban vacía…
- ¿Y los Quesos? ¡Eran seis!
- Ya los tire todos.
- ¿Para eso los comprastes? ¿Para tenerlos de adorno y despues tirarlos? ¡Sí vos no comes Queso para mantener tu figura como la tenes!
- No te preocupes Emilio, yo se lo que hago, pero quizás algún día, a vos también te tiré un Queso. Queso.
Y Carla Romanini miró fijamente a su novio y le dijo:
- Queso.
Y Carla Romanini miró fijamente a su novio y le dijo:
- Queso.
Y nosotros sabemos que aquella profecía se cumplió, aunque todavía faltaba un tiempo para que Carla Romanini quesoneará a Emilio Di Marco.
Una semana despues de los asesinatos de Matías Alemanno y Matías Sotelo y una semana antes de los asesinatos de Javier Ortega Desio y Matías Moroni, y unas cinco semanas antes de los asesinatos de Emilio Di Marco, Agustín Bernasconi, Pablo Sinema y Juan Pérsico ocurrió lo que os a acabo de contar, y lo demás es Simplemente Queso.
la sigo en instagram a esta minita, la verdad que esta buena, ahora milita por el agua ja ja
ResponderBorrarhacía rato que no entraba al blog y ahora me encontre con esta joyita, felicitaciones!!!! un cuento cinco estrellas
ResponderBorrarcomo le tomaste el gustito a los cuentos de esta asesina, la verdad que esta bueno, por lo menos tiene cierto encanto narrativo
ResponderBorrarME IDENTIFICO CON LA PRIMERA VICTIMA, AUNQUE NO SE LA COGIO
ResponderBorraruna obra maestra de los relatos quesones
ResponderBorrarque manera de asesinar chavales... por que los asesina? por simple placer? por el gozo que le produce tirar un Queso? porque se llama Carla? o por todo eso mezclado?
ResponderBorrarEsta chica. Ya pidieron estar con ella y ser salvado, a último momento, por Las Santillanas.
ResponderBorrarY la verdad que es provocativa y letal. Si uno se encuentra con ella, más vale tener sexo con ella. Que casi seguro será lo último que pasará. Es mejor que ella sea letal, sin otorgar el último deseo.
Ahí está lo criticable de esta entrada, que lo despreció por no ser adinerado.
Un arma de fuego es vulgar para ella. Podría usar este tipo de hacha, que también es arrojadiza.
https://en.wikipedia.org/wiki/Tomahawk
Todavía esta Carla nos debe tirarle un queso a Narazareno Motola, que estuvo en Con amigos así. Como ella es más alta podría asfixiarlo, aplastándolo con sus pies.
Algo que no ha pasado es una misión conjunta de Carlas, Ravelias. O una reunión de Carlas, Ravelas, para elegir víctimas.
Alguna debería tirarle un queso al lamentable humorista Miguel del Sel.
¿Que tal incorporar Carlas musicales?
https://es.wikipedia.org/wiki/Carla_Morrison
https://es.wikipedia.org/wiki/Carla_Bruni
podría haber una competencia sangrienta entre Carla Conté y Carla Romanini para ver quién es mejor Quesona?
ResponderBorrarla conclusión es que la mina mata un chabon x semana
ResponderBorrarojo con el primer crimen de este relato
es el asesinato de un proletario
no sea cosa que eso levante la ira de Lady Dumitrescu
esta bien Carla siguió asesinando después y por donde pasa tira un Queso pero Dumitrescu se podría enojar
excelente relato... lo mejor es que deja una línea temporal clara que podría usarse también en sagas de los Carlos Quesones a veces muy confusas
ResponderBorrarvarias conclusiones:
ResponderBorrar- al Quesero como es una víctima denigrante le tira un Queso barato y no le da el gusto de tener sexo, lo ejecuta directamente
- ella no como Queso para mantener su figura
- todos los asesinatos son en el mismo lugar x lo menos en este cuento (nadie investiga nada?)
- de todos los personajes de los Cuentos (Asesinos y Asesinas) es la única que se deshace de los cadáveres
- esto último insisto no será un motivo para que Dumitrescu se enoje?
se que en relatos posteriores en la línea temporal como Naidich y Cambiaso ya no esconde los cadáveres (a Naidich lo dejo flotando en la piscina y a Cambiaso mezclado en la paja) pero no deja de ser una singularidad eso de tirar los cadáveres
- otra cosa: adhiero a lo que leí en estos comentarios y en otros cuentos recientes, y que Romanini asesine al Chano Carpentier y a Nazareno Mottola
a Nazareno lo podría asesinar en el mismo lugar donde asesinaron a Nazarena Velez y ya que estamos si de jugar con nombres se trata que asesine también a Nazareno Casero
¿Y que tal el mismo Alfredo Casero?
BorrarPodría ser una misión conjunta. Carla Rebecchi le da una paliza con su palo de hockey, para que otras Carlas lo mantengan inmovilizado. Para que Ravelia Zamas, la que se parece a Valeria Mazza le haga comer, cucharada a cucharada, un flan. Con alguna sorpresita, como el que hizo estallar a Coco Silly. Y un queso conjunto por decir estupideces.
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ResponderBorrarLo vio a Gabriel Deck, pero sintió que no era la víctima adecuada. Tampoco Facundo Campazzo, menos Nicolás Laprovíttola, hijo de la gran política, legisladora y estadista Margartia Stollbizer" menos mal que no le intereso asesinar a Deck, los Gabrieles estamos tranquilos, se nota que lo banca Sandes (aunque su segundo nombre es Matías y ya sabemos el especial interés que siente Carla por los que así se llaman)
eso de que Stolbizer es una estadista ya es cualquier cosa
otra cosita
ResponderBorrarCarla es una gran admiradora de las otras Quesonas, comete asesinatos en homenaje a otros asesinatos, también a Martín Naidich lo asesinó como un equivalente del asesinato de Federico Grabich, otro dato interesante
Tanto que el asesinato de Matías Delia tiene algo de como Carla Rebecchi asesinó a Guillermo Andino. Usando las piernas para asfixiarlo.
BorrarLa Romanini le gustaba el queso, el sexo y la sangre. Ben relato. Gracias por compartir
ResponderBorrarCarla, Conte y Romanini, se han estado portando mal, aun siendo quesonas. Ambas podrían molestar un tanto a Lady Dumitrescu.
ResponderBorrarPodrían ser raptadas por Las Santillanas, que las dormirían.
Y despertar en un laberinto vegetal o en un bosque, esposadas mutuamente. La Lady se les aparece diciendo que pueden elegir entre pasar un tiempo en la Charlotte Corday, en poder de Astrid, de las carceleras y de clones de Sabrina Rojas, Alejandra Martinez.
O pasar por el desafío, que consiste en quesonear a algunos hombres que desean capturarlas. Tal vez con motivos obvios, tal vez vengarse. No les faltarán quesos para tirar. Y en algún momento, encontrarán armas.
Podrían ser rescatadas a último momento, son valiosas como Carlas. Pero no necesariamente tengan que saberlo.
Podría ser una interesante variante.
Pongo el relato a la opinión del cronista y de los comentaristas.
yo creo que el cronista tiene en mente un relato como "El Asesino de Carla Romanini" con Carlos Matías Sandes como Quesón, quizás comenzando con una frase de Lady Dumitrescu
Borrar"Quiero la cabeza de Carla Romanini" y después todo termina en un sueño de Lady Dumitrescu y la Quesona sigue vivita y coleando quesoneando quesoneados
Tendría sentido que la frase sea pronunciada por Leia, cuando aún estaba en conflicto con la Lady.
BorrarLa rumana se despierta de la pesadilla. Y se encuentra a la Marquesa de Avila, quien le reprocha ser tan sentimental.
Entonces la rumana, para evitar que la pesadilla sea real, por si Sandes rompe el pacto Carlos-Carlas, envía al basquebolista a otro objetivo. Lo manda a matar a una famosa, para que se aleje de esta Carla.
Me gusta que está vez, la protagonista sea una quesona
ResponderBorrarHay otros relatos de quesonas. Carla Romanini tiene otros relatos, podés buscarlos con su etiqueta.
BorrarY también hay relatos de quesonas, como Carla Conte, Carla Rebecchi, Carla Quevedo, Carla Gugino y Ravelia Zamas.
se me ocurrió, en base a alguna sugerencia por ahí, que el verdadero nombre de Ravelia Zamas es en realidad Carla Mazza, pero que usa ese seudónimo por su gran parecido con la decapitada modelo por Carlos Delfino, la tatuada seria la hija, una hija que tuvo de muy joven con algún quesoneado, podría andar, también llamada Carla, pero que en honor a su madre asesina, se hace llamar también Ravelia, digo, para mantener la coherencia de las Carlas Asesinas, je, je
BorrarMe gusta que una Ravelia ses hija de la otra. Pero manteniendo que usen el nombre que adoptaron. Podría revelarse en una reunión de Carlas. Con una escena emotiva.
BorrarY revelado ese secreto ambas podrían convertirse en
Las asesinas de Anibal Loctoki
Lady Dunitrescu y la Marquesa de Avila podrían reunir a las quesonas, para revelar la última voluntad de Pamela Spsa, quien fue secretaria y novia del cuestionado cirujano estético. Y las quesonas deciden, luego de la revelación.
Las Carlas deciden que sea la Ravelia-Carla madre, que se parece a Valeria Mazza. El plan es disimular su parecido con una peluca oscura, para hacerse pasar por una paciente. Y en el momento oportuno, chau Lotocki.
Pero el cirujano está en alerta, por El asesino de Pamela Sosa. Y duerme a la quesona, quien despierta atada. Tal vez bajo el efecto de algo paralizante.
El cirujano hace todo un discurso de villano, diciendo que notó parecido con la modelo quesoneada. Lo que confirma luego de desnudarla. Que por culpa de esa Valeria, que decidió no operarse, disminuyeron las cirugías y por todas las famosas exuberantes que fueron asesinadas y acuchilladas en en sus tetas.
Pero que eso cambiará cuando vean a la falsa Valeria Mazza, con cirugía estétita y siliconada. Eso atraerá a más mujeres, para emularla.
Lotocki concluye que hará un buen trabajo pero sin anestesia, que dolerá en extremo, en represalia por querer asesinarlo.
Y entonces aparece la Ravelia Carla hija, la tatuada, que aturde al cirujano de un golpe. Y libera a su madre.
Y juntas, como madre e hija quesonas, terminan con Aníbal Lotocki. Y le arrojan un queson.
Nuevamente, estoy tecleando cualquier cosa. Así que corrijo la frase final.
BorrarY juntas, como madre e hijas quesonas, terminan con Aníbal Lotocki. Y le arrojan un queso.
A Nico Ochiatto ya lo quesonearon (quizás apresuradamente) no se olviden de Daniel Osvaldo
ResponderBorrarEstá bueno. Pero desde el punto de vista del lector, aunque tus textos pueden llegar a entretener, creo que les podrías agregar variantes. No sé, por ejemplo la quesona sale de noche al estilo batman para hacer de las suyas, y es capaz de lanzar un rayo de transformar en quesos a sus víctimas, jajaja, ya sé estoy delirando pero estaría bueno probar cosas nuevas. Saludos.
ResponderBorrarEs un delirio, incluso para los relatos quesones. Pero no está mal alguna variante.
BorrarComo la que propuse yo, varios comentarios antrás, de Carla Conte y Carla Romani buscando asesinar hombres, que desean capturarlas.
El romance de Carla Conte y Andrea Rincón tiene alguna variante.
No estaría mal. Que varias Carlas hayan estado en la convención de terraplanistas, eliminando a algunos de esos obtusos.
Y ya que el cronista se toma vacaciones, podría escribir para el regreso, Las asesinas de Palbo Cosentino, quien estuvo casado con Daniela Urzi. Que fue quesoneada por Fernández Lobbe.
ResponderBorrarY se separó por una aventura con Nicole Neumman, que fue quesoneada por Carlos Reich.
Por lo que podría extrañar a las dos, a su ex esposa y a la que fue su amante. Y creer que se le aparecen, que regresan reencarnadas en dos mujeres. Que resultan ser Carla Conte y Carla Romanini.
Sería una letal y conjunta misión de quesonas.
nicole neumann fue una de las primeras quesoneadas es un milagro que a Fabián Cubero aún no le hayan tirado un Queso
ResponderBorrarCarla Romanini encárgate de hacer justicia
Carla Romanini podría hacerse pasar por Nicole reencarnada.
BorrarO tal vez una venganza fallida.