El Asesino de Denise Ascuet
La bella modelo argentina Denise Ascuet, furor y sensación en Europa, se encontraba en Mónaco, esta vez en la víspera del Gran Premio, una luna roja, la Lune Rouge, brillaba en el cielo, dicen que Denise había ido al Principado con un único objetivo: tener sexo con el piloto de Fórmula 1 Charles Leclerc, de la escudería Ferrari, la más popular entre los seguidores de la máxima competencia automovilística.
- Charles Leclerc? – le dijo Madame Boyer, una dama francesa que residía a veces en París y otras veces en la Costa Azul - Ce ne sera pas facile, mais vous aurez quelque chose, rendez-vous dans la fameuse courbe du circuit de Formule 1, dans la nuit de la lune rouge (no será fácil, pero algo tendrás, ve a la famosa curva del circuito de Formula 1, en la noche de la luna roja).
Denise así lo hizo y esa noche, de la luna roja, pasó en auto a toda velocidad, pero siguió de largo, unos pocos minutos después ese auto, volvió a pasar, pero esta vez se detuvo ante la modelo, y el conductor le dijo a la modelo, en un español muy castizo y madrileño:
- No soy Charles Leclerc, pero soy un Charles, o un Carlos, soy Carlos Sainz Vazquez de Castro, mucho apellido, pero solo tengo un nombre y es Carlos, soy Carlos, me podréis llamar Carletes.
- Lo siento Carletes – le dijo Denise – pero yo quiero a Charles Leclerc, quiero a alguien del Principado, tu eres español.
- ¿Estas segura que no me quieres a mí? – le dijo Carlos Sainz – y se sacó los zapatos, extendiendo sus pies sobre la modelo, esta empezó a olerlos, besarlos, chuparlos y lamerlos, y quedó como atrapada en los pies de Carlos, que olían muy mal para cualquier mortal, pero fue irresistible para la modelo.
La modelo se tiró encima de Carlos Sainz, y el auto quedó detenido allí, en la famosa curva de la Formula 1, y ahí en forma bastante violenta y rápida cogieron, el fue salvaje, como aquella vez en la Isla Nublar, cuando quesoneo a María Laura Santillan, hubiera querido ser algo más delicado y suave, como lo exigía el Principado, y como tal vez hubiera sido Charles Leclerc, pero su instinto lo llevó a eso, y a la modelo, le gusto, aunque no era lo que quería ni buscaba al principio.
Denise quedó exhausta en el asiento de aquel auto, tan cansada que no se dio cuenta que el automovilista, con sus guantes negros, sacó una navaja mariposa, y sin que la chica pudiera siquiera reaccionar, se la clavó en el cuello a la modelo.
- Aaaaaaajjjjjjjjjjjjjjjjjjjj – exclamó de dolor Denise Ascuet mientras Carlos Sainz de Vazquez de Castro le clavaba la navaja. Así fue asesinada la bella modelo. El automovilista tiró el cadáver al mar, en la noche monegasca.
- Queso – dijo Carlos Sainz Vazquez de Castro mientras tiraba un enorme Queso Emmenthal sobre el cadáver flotando de su víctima, al mismo tiempo que lo contemplaba como un cazador contempla a su presa.
- Me voy – dijo Carlos Sainz Vazquez de Castro – ahora vendrán ellas, yo asesiné a la verdadera, mejor que ellas no me vean, no las temo, porque soy un Quesón, pero mejor evitar incomodidades innecesarias.
Efectivamente las Santillanas llegaron al rato y se encargaron del cadáver quesoneado de Denise Ascuet, dicen que en realidad tuvieron dos misiones, pues no solo dijo Carlos Sainz Vazquez de Castro quesoneo a una mina esa noche en Mónaco, también lo hizo Charles Leclerc, pero esa crónica se la pasaron a un cronista francés, no llegó a mí. Y la Lune Rouge siguió brillando aquella noche en Monaco, #Queso.
Sainz siempre sanguinario y muy lady killer
ResponderBorrarUN AUTENTICO QUESON DE LA FORMULA UNO
ResponderBorraral asesinar no solo podría dejar el queso, sino también a las víctimas envueltas en banderas a cuadros
ResponderBorrarLo de arrojar su bello cuerpo al mar estuvo mal. Una complicación para las Santillanas. Al asesinar a la original, las hizo posibles. Pero ellas le temen.
ResponderBorrarCharles Leclere podría quesonear a Virginie Ledoyen.
Mónaco Sangriento
ResponderBorrarMuy buen relato, me encantó el blog desde que lo conocí, un combo entre morbo, humor y fantasia que uno suele tener y se hace realidad con ésta maravillosa página
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