El Asesino de Mariana Brey
Mariana Brey es una periodista, modelo y panelista Argentina quien ha participado en numerosos programas de TV, especialmente en los programas de chimentos y farándulas. Una noche, Mariana se quedó trabajando más de la cuenta, cuando observó en el cielo la Luna, y le llamó la atención el color rojo que presentaba la Luna.
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Noche de Luna Roja, Luna de Sangre o Luna
Sangrienta – le dijo una anciana, rumana, que trabajaba como empleada de la
limpieza en el estudio de TV – en mi tierra natal, mal augurio, la noche en que
Drácula salía a atacar, a beber sangre, la noche en que varias mujeres son
asesinadas por los Carlos.
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Pelotudeces – le dijo Mariana – leyendas
idiotas, que están buenas para algún programa de TV de chimentos, algo me voy a
invitar al respecto, ja, ja, es un fenómeno astronómico que ocurre dos o tres
veces por año.
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Pero cuando entra en conjunción con Júpiter es
aún más devastador, niña – le dijo la rumana – yo me tomaría las cosas a la
ligera.
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Váyase señora rumana, ya limpió todo lo que
tenía que limpiar. Voy a investigar esa leyenda urbana sobre las dobles o los
clones de María Laura Santillan, seguro puede dar para cubrir varios programas,
inventaremos cosas, será muy interesante, ji, ji, ji.
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Me voy señora Brey – le dijo la rumana a la
chimentera – pero le dejo esta copa de vino, tómesela mientras mira la luna
roja.
La
rumana se fue, Brey al principio se quedó con la copa de vino, no la iba a
beber, pero tras mirar una y otra vez a la luna roja, lo hizo, la bebió, y
empezó a tener sueño, mucho sueño, y empezó a escuchar la canción “En un bosque
de la China”.
“En
un bosque de la china la chinita se perdió, como yo andaba perdido nos
encontramos los dos. En un bosque de la china la chinita se perdió como yo
andaba perdido nos encontramos los dos.
Era de noche y la chinita tenía miedo miedo tenía de andar solita anduvo
un rato y se sentó junto a la china junto a la china me senté yo, y yo que si y
ella que no, y yo que si y ella que no, y al cabo fuimos y al cabo fuimos, y al
cabo fuimos de una opinión”.
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¿Qué pasa? ¡Qué raro todo esto! – exclamó
Mariana Brey, que ya no sintió más sueño.
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¡Es que es noche de luna roja! ¡Y mientras
cantamos En un Bosque de la China, estoy yo aca a tu lado, yo que soy Carlos
Ariel Luna, o sea, el Chino Luna! ¡En mi noche, en la noche de la luna roja, la
noche del Chino Luna! – sí, como salido de la nada, ante Mariana Brey estaba
Carlos “el Chino” Luna, el mítico goleador de Tigre.
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¿Noche de luna roja? ¿El Chino Luna? ¿Esto es un
sueño o esto es verdad?
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Sí podes resistir mi olor a Queso será un sueño,
si no lo podes resistir, será realidad.
El
goleador de Tigre se sacó las zapatillas y sus pies, que parecían haber crecido
hasta alcanzar un apreciable talle 46/47, empezaron a oler a Queso, y el olor
fue tal, que Mariana Brey no pudo ni supo resistirlo, y ahí se dio cuenta que
todo aquello era realidad, y en la noche de la luna roja no pudo resistirse al
Chino Luna, y la música empezó a sonar muy fuerte, cada vez más fuerte, como en
un bosque de la China, y olió, lamió, besó y chupó los pies de Carlos, y luego
le chupó la pija, el le hizo cosquillas y caricias en el cuerpo entero,
lamiéndose todo, con suavidad y delicadeza, para hacer esa noche eterna, como
la china que se perdió en un bosque de la China, y ella cogió con el Chino con
gran pasión, era algo increíble, jamás pensó que podría sentir esa atracción
sexual por el Chino Luna, pero lo sentía, y disfrutó de todo aquello con gran
pasión.
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Increíble – dijo Mariana Brey – Nunca me imaginé
tener este sexo con vos, Carlos Chino Luna.
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Yo tampoco – dijo Carlos el Chino Luna – pero el
ser Quesón me permite darme estos lujos y pláceres, ¡Ahora a tirar el Queso,
que para eso hemos venido!
Y
entonces ahí, Carlos el Chino Luna sacó una veintena de shuriken (estrellas
ninjas) y las tiró sobre Mariana Brey, una por una, ocasionándole a la
chimentera heridas profundas y sangrientas en todo el cuerpo, fue una muerte
lenta, dolorosa, metódica, un asesinato con estilo, la verdad, muy creativo,
aunque no era el primero que el Chino Luna cometía de esa manera.
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Al principio las asesinaba a balazos – dice
Carlos el Chino Luna – pero esta se disfruta mucho más, asesinar mujeres con
las estrellas ninjas es un método muy “Chino Luna”, especial en esta Luna Roja.
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Queso – dijo Carlos Luna mientras tiraba un
enorme Queso Emmenthal sobre el cadáver de su víctima, al mismo tiempo que lo
contemplaba como un cazador contempla a su presa.
Y ya
no hubo más acciones ni palabras, porque ya estaba todo hecho y dicho, el
asesino desapareció sin dejar rastro, porque un Carlos el Chino Luna tiró un
Queso en la noche de la Luna Roja, y dicen que la rumana pasó a mirar el
cuerpo, y dicen que las Santillanas se encargaron del resto, #Queso.
otro asesino que creció mucho, como Schattmann, y que hoy comete grandes asesinatos, ya se hizo especialista en tirar las estrellas ninjas
ResponderBorrarno estaría mal un cuento donde Carlos Luna asesina a una mujer disfrazado de tigre porque es un símbolo de Tigre
ResponderBorraral principio era como que estaban Delfino Bossio y Lobbe, y los demás eran unos boludos, después se sumo Sandes, y ahora Reich, Eisler, Elder, Schattmann, Izquierdoz, Luna, Charly Alberti están con todo, a la altura de los otros, todos grandes asesinos, grandes quesones
ResponderBorrarcreía que ya la habían quesoneado a esta mina, son tantas, deberia haber algún alerta entre las que van sobreviviendo, en una época no estaba el Danger Cheese o algo así?
ResponderBorrarhubo roces entre Mariana Brey y Floppy Tesouro, más tarde o temprano, las dos terminaron con un Queso
ResponderBorrarInfaltable en este quesón, Luna en tiempo de luna roja, teniendo tanta importancia los nombres.
ResponderBorrarCreativo, muy visual método.