El Asesino de Claudia Fontán
Era el año 2007 o 2008, y aunque Claudia Fontán llevaba ya mucho tiempo separada del inolvidable y querido Horacio Fontova, de vez en cuando se encontraba con el creador de “Me siento bien” para cantar juntos aquella canción y pasarla bien. Aquella noche, en que la luna se mostraba rojiza, iba a ser uno de sus encuentros. Al fin y al cabo si no era por Fontova, Fontán no existiría en el Mundo del Espectaculo.
Fontán
escuchó la puerta y empezó a cantar “A pesar de todo me siento bien” mientras
iba contenta a abrir la puerta, pero al hacerlo, del otro lado, no estaba
Fontova, sino un tipo alto y patón, con aspecto de modelo, y cierto aire al
actor Christian Charles Bale y también, con algún esfuerzo, al ciudadano catalán
Lionel Messi.
-
¡Gracias por el recibimiento! – dijo el muchacho
- ¡Me siento bien, yo también! ¡Me siento bien, yo también!
-
¿Pero quien sos? – dijo Fontán, molesta al no
ver a Fontova.
-
Soy Carlos Alberto Reich, pero me podes decir
simplemente Charlie.
-
¿A que venís?
-
Me creerías si te digo que vengo a tirarte un
Queso, ja, ja.
-
Tomatelas, Charlie, fuera, su ruta.
-
¿Me echas Claudia? ¡Mira que te traje este
Queso! – y Charlie le mostró un gran Queso a Fontán.
- ¿Qué te pensas? ¿Qué soy un ratón? Por favor, Charlie, ándate, decile a Horacio que esta broma es una pelotudez.
-
Ninguna broma y no me mando Fontova. Soy un
Quesón y vengo porque yo quiero.
Charlie
entonces le tiró el Queso a Fontán, y esta se cayó al piso como consecuencia
del Quesazo que recibió, al intentar incorporarse, Fontan se incorporó y se
agarró de Charlie, pero movida de un extraño instinto, le abrió el pantalón y
empezó a chuparle la pija.
-
Rico Queso tenes, Charlie – dijo Fontan.
-
El de abajo te va a gustar más – le señaló
Charlie, y entonces Fontán empezó a olerle, chuparle, besarle y lamerle los
pies.
-
Ahora entiendo todo, sos un Quesón – dijo
Fontán.
Tras
eso, Fontán, dueña de una increíble potencia sexual, se tiró sobre el modelo, y
casi que ella lo cogió a el, porque cogieron de forma muy intensa y apasionada,
revolcándose por toda la habitación, Charlie pensó que “con razón Fontova es
así”, y aunque la cogida fue sensacional, Fontán quedo medio hecha bolsa.
-
Me encantó, que bueno, ¿Hay más? – dijo Fontán -
¡Pero me siento bien, a pesar de todo me siento bien!
-
Claro que hay más, para un Carlos como yo, falta
lo mejor, el Queso.
-
¿El Queso?
-
El Queso. Dale hacete la graciosa ahora.
Charlie
sacó un revolver con silenciador apuntó a Fontán y le disparó seis balazos.
Cada vez que disparaba uno, decía en voz alta “Queso, Queso, Queso, Queso,
Queso, Queso”, pudieron haber sido dos balazos más, pero Fontán ya estaba
muerta y para Charlie era suficiente.
-
Queso – dijo Carlos Reich mientras tiraba un
enorme Queso Emmenthal sobre el cadáver de su víctima, al mismo tiempo que lo
contemplaba como un cazador contempla a su presa.
Y ya no hubo más acciones ni palabras, porque ya estaba todo hecho y dicho, el asesino desapareció sin dejar rastro, porque un Carlos tiró un Queso en la noche de la luna roja, #Queso.
se nota que no la asesinaban por respeto a Fontova, al que el autor del blog parece tener mucho respeto, pero ahora le llegó del queso, que parece que estas minas, como de los cuernos, nunca se salvan
ResponderBorrarQUE GRANDE QUE ERA FONTOVA Y QUE SORETA ESTA MINA
ResponderBorrarcon que gusto le daría yo esos balazos a Fontan
ResponderBorrarQue inesperado esa intensidad sexual, que algunas modelos, mujeres exuberantes no demuestran. Aunque luego haya quedado exhausto.
ResponderBorrarYa no pudo decir que se sentía bien. Ni mal. Ni nada, con lo rápidamente letal que fue el quesón.
Recuerdo que le dio un beso tanto a Matías Camisani como a Dolores Barreiro. Así que tenía algo de desprejuiciada.
Borrarlas balas deberían salir de los agujeros del queso
ResponderBorrar