El Asesino de Rocío Quiroz

Rocío Quiroz, cantante cumbianchera, tres veces ganadora del Premio Carlos Gardel, se encontraba viendo la Luna Roja que brillaba en el cielo, a orillas de la Laguna de Chascomús, su lugar natal. De repente, la soledad de Rocío, se vio interrumpida por la llegada de un tenista.

-          ¡Rocío! – exclamó el tenista Carlos “Charly” Berlocq, de el se trata - ¡Al fin te encuentro, que raro, siendo los dos de Chascomús, es la primera vez que te encuentro! Chascomús debe ser algo más que un simple punto en el camino de Buenos Aires a Mar del Plata.

-          ¡Vos sos Charly Berlocq! – exclamó la cantora de “De mi Barrio Pasión” - ¡el tenista! ¡Pero vos estas muerto! ¡A vos te asesino una asesina serial, “la Matacarlos”, la asesina de los Carlos!

-          Boludeces que hay en Internet, ja, ja, también dice que esa asesina asesinó a Carlos Tevez, y que yo asesiné a Edith Hermida, a Nancy Duplá, a María Eugenia Ritó y a Carla Rebecchi, entre otros asesinatos.

-          Cuanta boludez, ja, ja, ja, que hay en internet, igual de esas minas y de Carlitos Tevez no se volvió a saber nada, vos en cambio, pareces bien vivito y coleando, ¿Será cierto esa fama de que los Carlos, los Charlys, como vos, tienen olor a Queso en los pies?

-          Y lo podes probar por vos mismo, algo debes de saber, si ganastes tantos Premios Carlos Gardel – le dijo Berlocq, al tiempo que se descalzaba y ponía sus pies sobre el rostro de la cantante.

-          ¡Apestan! ¡Puaaaaaajjjjjjjj! ¡Qué asco! – exclamó Rocío Quiroz.

-          ¿Y te haces la delicada cuando cantas esas cumbias de mierda?

-          ¿Y vos te haces el cheto porque jugaste en Wimbledon y en Roland Garros?

En ese momento Rocío le pegó una piña a Charly Berlocq, este entonces sacó la raqueta, y le empezó a dar raquetazos a la cumbianchera, raquetazo va, raquetazo viene, raquetazo, uno, tras otro, con violencia, cuando paró se dio cuenta que la cumbianchera estaba totalmente ensangrentada y no se movía, ni respiraba.

-          ¡Uyyyy! – dijo Carlos “Charly” Berlocq - ¡No quería asesinarla! ¡Por lo menos la hubiera cogido! ¡Aunque la verdad que me salve! ¡Que fea que era! ¡Muchas veces me tocan minas feas! ¡Es mi karma! ¡No quiero ser Quesón pero siempre terminó asesinando mujeres! ¡Hasta yo mismo inventé eso de que me asesinó una mujer! ¡Qué suerte para la desgracia! Bueno, lo hecho, hecho esta, soy un Carlos, la asesiné, aunque sea olió mis pies, algo es algo, peor es nada, bueno, ya fue, le voy a tirar el Queso y chau pinela, me voy a comer unas medialunas a Atalaya, eso sí, medialunas con Queso, sin jamón.

-          Queso – dijo Carlos Berlocq mientras tiraba un enorme Queso Emmenthal sobre el cadáver de su víctima. Y la Luna Roja siguió brillando sobre Chascomús, mientras algún tren, algunos micros y muchos autos pasaban por Chascomús, yendo de Buenos Aires a Mar del Plata, o al revés. #Queso.