La Asesina de Matías Fioretti Versión 2.0





LA ASESINA DE MATÍAS FIORETTI (CRÓNICA DE UN ASESINATO QUESÓN)
o como el basquetbolista Matías Fioretti asesinado fue por Carla, una bella y rubia modelo, que lo asesinó y le tiró un Queso, por eso ella, la asesina, es la Quesona y el, la víctima, es el Quesoneado

Matías Fioretti (monitoforetti) es un jugador de básquet, que ha militado en la Liga Nacional, luegoen los Torneos de Ascenso, mide dos metros y juega de escolta. Ignorado por el gran público, solo alcanzó una efímera fama en el mundo del básquet, por una burla que le hizo el relator Facundo Bonetto cuando dijo “Fioretti vende yugo y ¡Queisho! ¡Queisho!”.

“Queisho, Queisho” suena parecido a “Queso” aunque en realidad el relator hacía referencia a la droga, según parece. Pero bueno, el Monito Fioretti, como lo llaman, continua su camino por el básquet, pasando por otras instituciones. 

 

Presente en las redes sociales, la cuenta de Instagram @monitofioretti es privada, y solo acceden a ver sus contenidos quienes desee Matías. Ocurrió entonces que una tal @carla_asesina solicitó su seguimiento.

Matías Quedó impresionado al ver las fotos de una hermosa, bella y rubia modelo, tanto le encantó que aceptó el seguimiento y el mismo empezó a seguir la cuenta. Pero @carla_asesina (que se presentó asimismo como “la Quesona”) empezó a mandarle muchas fotos por privado, al principio era muy agradable y a Matías le encantaba, eran imágenes provocativas y sensuales de Carla desnuda, con insinuaciones de sexo.


 


Una tarde, Matías recibió un enlace http://cuentossangrientos.blogspot.com/2020/01/carla-romanini-asesina-06.html, una fan fiction donde Carla lo asesinaba en un baño y su cuerpo salía flotando…

"¡Ja, ja, ja!" se río Matías "que divertido, así que me asesina una loca y mi cadáver salgo flotando, pero mira que cosita, ja, ja, yo creo, que sí me encuentro con la rubia, va a haber un crimen, pero es obvio que la que termina muerta es ella, ja, ja, ja, además merezco un cuento propio, no compartido con Matías Alé ni con ese modisto puto llamado Santiago Artemis. Que Quesona ni Quesona, ja, ja, ja"

Pero lo gracioso despues se convirtió en un verdadero acoso, Carla le mandaba imágenes todo el tiempo, y se burlaba de el usando la frase de Bonetto ““Fioretti vende yugo y ¡Queisho! ¡Queisho!” y Matías entonces bloqueó la cuenta. No quería ser más molestado. Aparecieron otras cuentas, @quesona_rubia, @la_quesona_de_los_matias @asesina_de_matias_fioretti, etc, y Matías las bloqueaba a todas, una por una, hasta que finalmente ya no hubo más.

Pasaron unas semanas, y Fioretti se olvidó totalmente de las cuentas, de @carla_asesina, de la Quesona y de todo eso, y de todo eso, total era algo irrelevante, pero para sorpresa del basquetbolista, una noche en que se encontraba solo en su casa, en un barrio perdido del Conurbano bonarense, la rubia se apareció ante él, como si nada, y le preguntó:

"Porqué me bloqueaste Matías? ¡Yo solo quiero tener sexo con vos!”

“¡Caaaaaaaaaarlaaaa!” exclamó Matías “¡La Quesona!”

“¡Sí, Carla, la Quesona! ¡Ja, ja, ja! ¡Fioretti vende yugo y Queisho Queisho! ¡Queisho Queisho!  ¡Queisho Queisho!” exclamó en tono de burla Carla.


- ¿Qué haces aca? ¿Cómo llegaste? ¿Cómo sabes que vivo aca? ¿Qué queres, Quesona? – le dijo Matías mientras empezó a zamarrear a Carla.

- No me maltrates Matías, Solo quiero divertirme con vos, ¿O acaso tenes miedo? ¿Crees que voy a asesinarte como en ese cuento?  ¡Ja, ja, ja! Soy Carla Romanini, la Quesona, y ya te digo, quiero divertirme con vos, Matías. Aca tengo un Queso, como en el cuento, ja, ja, ja – y Carla le mostró el Queso a Matías, un Queso de enorme y colosal tamaño, con agujeros más que voluminosos.

- ¿Cómo voy a tenerte miedo, Carla? Al contrario, Quesona. Voy a matarte, voy a destrozarte, voy a violarte, quiero ser tu violador esta noche, te voy a hacer mierda. Aca va a haber un crimen, pero yo no seré precisamente la víctima, al contrario, ja, ja, ja. Y ese Queso se lo comerán los ratones o terminará sobre tu cadáver, ja, ja, ja.

- ¡Fioretti vende yugo y Queisho Queisho! ¡Queisho Queisho!  ¡Queisho Queisho! – gritó Carla, mientras se tiró en un sofá y dijo – Haceme mierda, Matías, o Monito como se que te llaman, para eso vine, poneme esos pies olorosos encima míos.

- Mira que son muy grandes, calzo cincuenta, y huelen a Queso.

- Por eso Matías, por eso, ¡Queisho! ¡Queisho! ¡Queisho! ¡Queisho!

- Y sí, yo vendó yugo y Queisho, Queisho, Queisho, Queisho, Quesona.

Matías entonces puso sus enormes pies sobre Carla, y efectivamente olían muy mal, pero a Carla eso parecía gustarle mucho, los olió, besó, chupó y lamió, una y otra vez, despues le hizo cosquillas al basquetbolista, en los pies, en la panza, en el cuerpo entero, y tras torturarlo con las cosquillas, le chupó la pija, la fellatio fue impresionante, hecha con salvajismo, con Carla arrastrándose como una esclava sexual, a Matías le gustaba aquel sometimiento, y empezó a darle patadas, fuertes patadas, una tras otra, como a Carla le gustaba, o al menos eso parecía, le dio aún más patadas, y despues Carla volvió a gritar:

- ¡Fioretti vende yugo y Queisho Queisho! ¡Queisho Queisho!  ¡Queisho Queisho!

 Y ahí, Matías, como un toro de lidia en medio de una corrida, la cogió, primero por atrás, metiéndole la pija bien en el culo, despues por adelante, penetrándole con furia la vagina, un acto sexual violento y salvaje, algo impresionante para quien pudiera haber visto aquello. 

 

Pero no fue lo único que ocurrió, Matías la tomó del cuello y simulo estrangularla, y pudo haberla estrangulado, dado que Carla no ofreció resistencia alguna, al contrario, se hubiera dejado asesinar por Fioretti, pero tras jugar brevemente con asfixiarla, Matías se quedó sin fuerzas, como si de repente su batería hubiera quedado sin energía y alguien desenchufó el clave.


- No doy más, Caaaaaarlaaaaaaaa, o Quesona, como te gusta que te llamen – dijo Fioretti – pero que bueno todo esto, te mate en serio, ja, ja, ja, y pude haber estrangulado, ¿Sabes una cosa? Cuando te tomé el cuello, sentí la tentación de convertirme en un asesino, y esta pensé que sería un buen asesino de mujeres si me hubiera dedicado a eso.

- Y lo serías Matías – dijo Carla, mientras se vestía y ponía los guantes negros, a diferencia del basquetbolista, parecía dotada de gran energía y resistencia – pero aunque oles a Queso, no sos un Carlos, y por ende no sos un Quesón.

- ¡Ja, ja, ja! Huelo a Queso y con eso basta, ¿Acaso debo llamarme Carlos? ¡Me divierte eso, Quesona!

- ¿Te divierte? Perdiste la oportunidad de asesinarme y ahora de asesino pasarás a ser asesinado. Aca va a haber un asesinato, yo la asesina, vos la víctima.

En ese momento, Carla blandió un enorme machete y se puso en posición de ataque, y sin que el basquetbolista pudiera reaccionar, comenzó a atacarlo con furia y salvajismo.

- ¡Nooooooooooooooooooooooooo! – gritó Fioretti de terror, mientras era salvajemente herido por Carla - ¡Caaaaaaaaaaaaaaaaarlaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! ¡No me mates! 

Y cuando dijo otra vez el nombre de su asesina “Caaaaaaaaaaaaaaaaarlaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa” Matías exhaló su último suspiro, luego de recibir múltiples heridas de machete por parte de Carla, en todo el cuerpo, principalmente en el tórax, la asesina usó un cuchillo machete con el que hubiera podido cortar un árbol en dos.

- Queso, Matías Fioretti – dijo Carla en voz alta mientras tiraba el Queso sobre el cadáver de su víctima pronunciando en voz alta el nombre y apellido del asesinado.

La Quesona tomó las enormes zapatillas de su víctima, y se las llevó como un fetiche trofeo, un recuerdo del basquetbolista al que había asesinado. Pero Carla se acordó de el, y entonces arrastró el cadáver de Fioretti hasta el baño, no fue fácil pues era muy pesado, pero lo logró, y lo metió en la bañera, con el Queso encima, prendiendo las llaves del agua.

Entonces la asesina huyó con total impunidad, y sin ser vista por absolutamente nadie, en aquel perdido barrio del Conurbano bonaerense…

Mientras tanto, el agua fue saliendo más y más, y el baño empezó a inundarse, uno de sus vecinos se dio cuenta de aquello, y viendo como chorreaba el agua por debajo de la puerta, golpeó esta una y otra vez, pero al no tener respuesta, llamó a los bomberos, y estos, fueron y rompieron la puerta, y entonces, el cadáver de Matías salió flotando, con el Queso encima, para estupor de aquellos servidores de la comunidad.


 


Cómic Bonus Track: 

La Asesina de Matías Fioretti


Comentarios

  1. este Matías tiene potencial como "falso quesón" para otros relatos, que lo hayan asesinado no significa que no vuelva a aparecer, los Relatos Quesones son como la dimensión desconocida, todo es posible...

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  2. bien por estos Relatos, aunque ya los habían asesinado, me parece bien la incorporación de nuevo material, además parece que es parte de una miniserie de Alfredo Jichcock, muy interesante la verdad, lo mismo los relatos que se prometen

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  3. Fioretti tiene pinta de chabón del conurbano y de indio comanchero, parece que iba a matar a Carla, pero creyó que era todo un juego y Carla no perdonó, no lo perdono tanto, que lo asesinó en dos relatos, a falta de uno

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  4. yo se que para el autor del blog es sagrado que los asesinos de mujeres se llamen Carlos, pero no estaría mal algún relato alternativo, que no altere las sagas clásicas, donde esta Carla sea asesinada por un Matías, al menos, es lo que se merece, y ya hay varios relatos donde casi la matan me parece

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    Respuestas
    1. el autor te lo arregla con Carlos Matías Sandes como asesino y además ya hay un relato alternativo donde asesina a esta Carla, aunque despues la hicieron pasar por un clon

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  5. Me gusta lo de metarelatos, que los acechados por Carla Romani lean los relatos, quieran huir de ella. Inútilmente.
    Interesante que este Matías la haya poseído con rudeza. Y hasta amagado con estrangularla, a lo que ella no se resistió. ¿Tiene alguna fantasía con ser sometida y con arriesgarse a ser quesoneada?

    El Fauno

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  6. lo hizo bolsa a este Matías, lo hizo puré, que digo puré, lo hizo quessssoooooooooo

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