El Asesino de Fernanda Herrera
La mediática abogada Fernanda Herrera concurrió a una importante reunión en el Colegio de Abogados. Un famoso abogado yanqui, oriundo de New Orleans, y nieto de un primo lejano de Louis Armstrong, autor del libro “La ley y el orden” fue a dar una conferencia. La misma fue un éxito, una vez finalizada, los abogados fueron invitados a un catering.
Herrera para cuidar su figura decidió no probar nada pero observo como el fiscal Carlos Gonella copó la mesa de los Quesos, donde había toda clase de Quesos, y empezó a devorar los Quesos como un monstruo depredador.
- Vaya, vaya, parece un ratón voraz, Doctor Gonella – le dijo Herrera a Gonella.
- Me gusta mucho el Queso – le aclaró Carlos – no lo puedo evitar, y menos este Gruyere, mira que de Quesos se mucho, he comido Quesos deliciosos a lo largo de mi quesera vida, pero nunca algo tan exquisito como este.
- Todo un maestro Quesero, Doctor Gonella.
De repente, Herrera sintió que Gonella la estaba tocando con el pie, y con el pie comenzó a acariciarle las piernas.
- ¡Ay, Doctor Gonella! ¡Qué mimoso esta con los pies!
- Es que calzo 47. Tengo pies muy grandes.
- ¡Qué patón que es Doctor Gonella!
- No soy patón, soy Quesón, ja, ja, y no me digas más “Doctor Gonella”, mi nombre es Carlos, decime Carlos.
- Caaaarrrloooossss – dijo Herrera.
- Como me gusta que digas así mi nombre. Me encanta. ¿Te conozco? ¿Tu nombre?
- Fernanda Herrera, la abogada mediática.
- Te veía cara de conocida de algún lado.
- ¿Vio lo de los asesinatos Quesones? ¡Estan asesinando a muchas famosas!
- Muchas de esas causas han caído en mi fiscalía. Haremos todo lo posible para que haya justicia.
- Amenazaron a Ximena Capristo. La enviaron a Comodoro Rivadavia.
- Ahí estará segura – dictaminó Carlos Gonella.
- Que guapo que esta doctor Gonella, perdón, que lindo que estas Carlos, sos siempre muy atractivo, un churro bárbaro como decían las viejas de antes.
- Ja, ja, gracias – dijo Carlos Gonella - ¿No te gustaría pasar una noche agradable los dos juntos?
- ¿Tiene un lugar donde pasar una buena velada?
- Por supuesto.
- Deseo oler esos pies, debe ser Queso puro.
- Sí, es Queso. Queso. Queso.
- Vamos para alla entonces.
Media hora después, Carlos y Fernanda estaban en un departamento.
- Brindemos con champagne – dijo Carlos.
- Con mucho gusto, Carlitos.
- Por el Queso – dijo Carlos mientras brindaba con Herrera.
Tras el brindis, Carlos se tiró en un sofá.
- Sacame los zapatos, Fernanda, y olelos, a ver que te parecen, ja, ja.
Fernanda le sacó los zapatos a Carlos talle 47, unos bien lustrados zapatos oscuros, muy caros, los olió, y dijo:
- ¡Puffffff! ¡Qué olor a Queso!
- Ja, ja, eso no es nada mi amiga – dijo Carlos – ahora sácame las medias, o los calcetines, como dicen en España.
Herrera repitió la experiencia esta bien con las medias de Carlos y el resultado fue el mismo.
- ¡Puffffff! ¡Qué olor a Queso!
El Fiscal entonces le dijo:
- Ya tengo los pies descalzos, perdón los Quesos bien descalzos, olelos, chupalos, lamelos, besalos, dale, Fernanda, dale.
Fernanda obedeció las ordenes de Carlos. Al principio sintió repugnancia, el olor a Queso en los pies de Carlos era asfixiante e intenso, pero resistió y la repugnancia se convirtió en placer; quedó como drogada, extasiada. El olor a Queso de Carlos era muy fuerte y casi que hipnotizaba a las mujeres que lo olían.
- Cogeme Carlos cógeme – le decía Fernanda.
- Lo haré, pero primero chúpame la pija.
Herrera lo hizo, la chupó, y también le chupó el culo. En ese momento Carlos agarró la botella de champagne, estaba casi llena, apenas habían tomado, y le tiró encima el champagne a Herrera.
- ¡Ay Carlos, Carlos, me bañaste con el champagne!
- Las champagne las pone mimosas decía Sofovich.
Carlos entonces empezó a chuparle la concha a Fernanda, y le hizo cosquillas por todo el cuerpo.
- ¡Como me divierte, Carlos! ¡Como me divierte!
Después la penetró primero con los pies por el culo, después con el pene por la vagina. La satisfacción de Herrera era de un gozo indescriptible.
- Creía que no había amante mejor que Lázaro Baez. Me equivoqué.
En la mesa donde estaba la botella de champagne había también un gran Queso, un enorme y gigantesco Queso Gruyere, donde los agujeros sobresalían en forma voluminosa.
- ¡Como te gusta el Queso Carlos!
- Te aseguro que ese Queso me lo como yo solo.
- No te creo.
- Creeme.
Fernanda observó como Carlos se ponía los guantes negros y agarraba un enorme cuchillo, un cuchillo gigantesco, Herrera se asustó un poco, parecía que el Fiscal se acercaba en forma amenazante… para acuchillarla… para apuñalarla… para asesinarla…
Un poco asustada, Fernanda, se arrodilló y dijo:
- ¡No me asesines Carlos! ¡No me asesines!
- Ja, ja, ¿Creías que te iba a asesinar? ¡Ja, ja! Dale, el cuchillo es para cortar el Queso.
- Claro, ja, ja, para cortar el Queso, es cierto que a este ratoncito llamado Carlitos le gusta mucho el quesito, ja, ja.
Se sentaron a una mesa, Carlos corto el Queso, y empezó a devorar un buen trozo de Gruyere. Herrera ni lo probó: no le gustaba comer Queso y tampoco iba a poner en riesgo su delicada figura. La abogada empezó a ver unas fotos colgadas en la pared. Ocho retratos de mujer.
- ¿Quiénes son esas mujeres, Carlos?
- Mis esposas. Mis ocho esposas – contestó Carlos mientras masticaba el Queso.
- ¿Ocho esposas? ¿Te casaste ocho veces?
- Sí, me casé ocho veces – dijo Carlos con total tranquilidad mientras otro cubo de Queso ingresaba a su boca.
- ¿En cuanto tiempo?
- La primera vez a los veinte, la octava a los cuarenta, ja, ja, ahora tengo cuarenta y tres. Un matrimonio cada dos años y medio más o menos.
- Entonces sos casado, Carlos.
- Soy viudo – y Carlos seguía comiendo Queso – me gusta el Queso, soy Quesón, y el estado ideal de un Quesón es ser viudo, ja, ja.
- ¿Cómo murió tu octava esposa? ¿Y las demás, viven, donde están?
- Estan todas muertas. Yo las asesiné y les tiré un Queso. Soy un asesino. Soy un Quesón. Ja, ja – río Carlos Gonella, que agarró el cuchillo con gran rapidez, el mismo cuchillo con el que cortaba el Queso.
- ¡Nooooooooooooooo! – exclamó aterrorizada la abogada.
Pero ya era tarde, con una rapidez increíble, Carlos le clavó el cuchillo en el estomago, hundiéndolo hasta el mango. Le hizo un corte profundo, luego sacó el cuchillo, y mientras Herrera se iba desangrando, le asestó un brutal cuchillazo en el cuello, luego otro en el pecho, y así, le dio noventa y seis cuchillazos.
- Te hubiera dado cien – dijo Carlos Gonella en voz alta – pero esa cantidad solo queda reservada para mis esposas, ja, ja. Igual no creo que me vuelva a casar, con ocho esposas es más que suficiente.
Agarró el Queso y lo tiró sobre el cadáver de Fernanda Herrera.
- Queso – dijo en voz alta.
Con gran paciencia, Carlos limpió la escena del crimen, y metió el apuñalado cadáver de Fernanda Herrera en una bolsa de dormir, con el Queso incluído. Con gran tranquilidad, siempre con guantes negros, con la impunidad propia de alguien que sabe mucho de procedimientos judiciales, Carlos bajó la bolsa de dormir por el ascensor, la metió en la parte de atrás del auto, y sin mayores problemas, se dirigió a Puerto Madero, ahí tiró el cadáver en uno de los diques.
- Queso – volvió a murmurar el Fiscal.
Al día siguiente los titulares de todos los medios hablaban en forma unánime: “Conmoción, el cadáver de la mediática abogada Fernanda Herrera, flotando y quesoneado, aparece en Puerto Madero”.
José Gómez Fuentes, en Sesenta Minutos, volvió a reiterar:
- Estamos Ganando.
El Comisario Miguel habló ante la prensa.
- El Quesón Asesino esta imparable. En un mismo día Ximena Capristo aparece quesoneada en Comodoro Rivadavia, y Fernanda Herrera en Puerto Madero. Si seguimos así no nos quedará otra que implantar el Estado de Sitio y la Ley Marcial. Y empezar a controlar con medidas propias de un estado militar la comercialización de Quesos.
- Muchos dicen que todo esto es una conspiración armada por los productores de Queso para aumentar el consumo de Quesos, de hecho, dicen que se ha duplicado en apenas un mes.
- Eso no lo sé, señoras y señores, ya informaremos en el próximo boletín.
que gran quesón Gonella... un latin lover... no podíamos esperar otra cosa del queson que quesoneo a Marcela Kloosterboer
ResponderBorrarel fiscal la quesoneo a la abogada hot... ja ja ja ja ja
ResponderBorrarme gusto mucho... muy buena esta tanda de Relatos Quesones, igual esperamos el relato de Carlos Matías Sandes, que esta pendiente
ResponderBorrarcomo hizo un Fiscal para asesinar cada dos años y medio a cada una de sus esposas, y no solo gozar de total impunidad sino también ascender en la carrera judicial?
ResponderBorrarEl comisario miguel un tipo de unos 50 años,policia toda su vida,habia vivido siempre en campana localidad bonaerense, casado y no tenia hijos.Rodeado de problemas mundanos ahogaba sus penas en el alcohol,y a menudo se la pasaba extorsionando gente de la localidad,era muy corrupto.Su mujer,laura,o mejor llamada "laurita" en el barrio,era una mujer de unos 38 que habia conocido a miguel en el cabaret del pueblo,era manipuladora,agresiva,y ninfomana por lo cual muchas veces engañaba a miguel,y a su vez miguel lo hacia tambien,era una relacion toxica.
Borrarsamoretti: vas a pagar miguel,pedazo de sorete,
Borrarmiguel: muchachos yo se que pasaron cosas en sierra chica,pero dejenme en paz estoy casado
carpone: hijo de puta,ni lo menciones,paga 50 grande pro mes o vas a pasarla peor que nosotros....pensalo
en ese momento un hombre de negro,maletin y con un corte de barba casual y un peculiar olor a QUESO entra y se dirije hacia miguel,y le dice:
miguel,yo se lo de su caso,y mire, yo puedo ayudarlo y ud puede ayudarme a mi...
miguel: c-como...? quien -que quiere y quien es ud?
gonella: mi nombre es carlos....carlos gonella,un gusto,pero eso ahora no importa,ud necesita de mi,y yo de ud...vera ud. es el unico que puede ayudarme a encubrir los ultimos casos turbios que ocurrieron el la localidad de campana donde tengo entendido ud.es comisario...
miguel: s-si... mire...
gonella: no diga mas,lo veo en 5 horas en el cafe 36 billares...
así nacio la alianza entre miguel y gonella
Me gustó la conexión con El asesino de Ximena Capristo.
ResponderBorrarMuy astuto el fiscal, para seducir la abogada hot. Muy hábil en la forma en que la degustó, la disfrutó. Y en el momento menos esperada por ella, chau abogada hot.
Creo que la medida que necesitarían es detener a las famosas más atractivas, potenciales víctimas, para custodiarlas. Y que no haya ningún Carlos cerca.