El Asesino de Pamela David
Gran conmoción produjo en la opinión pública el asesinato de Silvina Luna, se hablaba de un basquetbolista asesino, el Comisario Miguel señaló en conferencia de prensa que la “pista del basquetbolista asesino esta muy firme, pero dar una precisión sobre quien es el sospechoso sería muy aventurado o por lo menos, precipitado, además de irresponsable”.
Pamela David estaba en el baño mirándose la cara en el espejo, y trago saliva temblando, mientras escuchaba que a Silvina Luna la decapitaron y le tiraron un Queso.
- Ajjjj – dijo Pamela en voz alta – tengo miedo el basquetbolista asesino puede venir por mí.
- Ja, ja, tranquila – le dijo el mayordomo, el fiel Carlos Sebastián Beneitez, que estaba a cargo de los negocios de Daniel Vila, el esposo de Pamela, de viaje por Calcuta, Bangkok y Hong Kong – primero tenes una gran custodia, es imposible que te pase algo. Segundo, lo del basquetbolista asesino es una leyenda urbana.
- ¿Leyenda urbana? Brenda Gandini, Cecilia Bonelli, Florencia Gómez Córdoba, Valeria Mazza, Julieta Prandi, Silvina Luna están muertas. Estoy aterrorizada, llena de pánico.
- Bah, quédate tranquila. Mira si Luis Scola, Fabricio Oberto, Emanuel Ginobili o Carlos Delfino, todas estrellas de básquet , campeones olímpicos, van a estar por ahí, tirando Quesos.
- También asesinaron a Viviana Canosa y a Soledad Solaro, aunque dicen que fue otro asesino.
- Bah, puras leyendas urbanas, igual quédate tranquila, el Comisario Miguel y el Fiscal Carlos Gonella nos aseguraron custodia, la tendremos.
Pamela David fue a hacer su programa por la pantalla de América. Estaba intranquila, no sabía por que. En el canal de TV se cruzó con el rugbier Carlos Ignacio Fernández Lobbe, el gran Nacho Lobbe, el jugador de Los Pumas, a la sazón ya retirado de la selección nacional, que estaba participando en las grabaciones del programa “Scrum”.
- Qué alto ese tipo, que robusto – comentó Pamela David – Y qué olor a Queso, que tenía.
- Fue jugador de rugby, estuvo en Los Pumas hasta 2008, fue uno de los grandes baluartes en el tercer puesto de 2007. Sí, huele a Queso, siempre – le comentó Ilona Dumitrescu, la maquilladora.
- ¿Tanto sabe usted señora Dumitrescu?
- Yo sé muchas cosas.
La grabación llegó a su fin. Pamela iba a regresar a su casa, la Mansión Xanatru, en Nordelta, rodeada de dos oficiales de policía, el Oficial Carlos Missirian y el Oficial Carlos Lupión. Al llegar a la camioneta, estaba el chofer, un tipo treintañero y de pelo largo, onda el chofer de los Simpsons, cuyo nombre era Carlos Costa, parado al lado del auto.
- ¿Pasa señor Costa? – preguntó Pamela.
- No funciona la camioneta. Hay que llamar al service. No arranca.
- ¡Oh! ¡Qué problema! – exclamó Pamela David.
- ¿Puedo ayudar en algo? – de repente apareció el rugbier Carlos Ignacio Fernández Lobbe.
- ¿Usted jugaba en Los Pumas, no? – dijo el Oficial Missirian.
- ¡Una gloria de nuestro deporte! ¡Es el Nacho Fernández Lobbe! – dijo el Oficial Cáceres.
- La camioneta no anda – dijo Costa.
- Debo llegar a Nordelta con rapidez – dijo Pamela – tengo que ir a una reunión pautada. No puedo retrasarme más.
- Yo la llevo – dijo el rugbier – voy para alla. Soy técnico de Delta Rugby.
- Estará en buenas manos, vaya con el rugbier – señaló el Oficial Cáceres.
En apenas unos minutos después, Pamela iba en la camioneta junto al rugbier Carlos Ignacio Fernández Lobbe, rumbo a Nordelta. Aunque el rugbier era muy amable y simpático, Pamela no podía disimular su incomodidad por el fuerte olor a Queso que despedían los pies de Fernández Lobbe.
- ¿Cuánto calzas? – fue la pregunta de Pamela David, que no pudo evitar hacerla.
- 49. ¿Por qué me preguntas?
- Me llamó la atención, tenes pies muy grandes, parecen de basquetbolistas, mas que de rugbier.
- Los rugbiers también somos patones, mejor dicho Quesones, ja, ja. Che, que cosa, los basquetbolistas, dicen que uno de la generación dorada es el asesino de esas minas, de Valeria Mazza y las demás.
- Sí, estoy aterrorizada – dijo Pamela, mientras la camioneta se detenía en un peaje.
- Quizás yo no sea ese asesino – dijo Carlos Ignacio Fernández Lobbe – porque no soy el basquetbolista asesino, porque no soy basquetbolista, pero sí puedo otro asesino, puedo ser el rugbier asesino, el que asesinó a Soledad Solaro y a Viviana Canosa, je, je. Yo también soy un Quesón. Yo también tiró Quesos.
- ¿Me estas hablando en serio, Carlos? – preguntó
- Por supuesto, Pamela – dijo el rugbier, a la vez que le metía un algodón en la boca y en la nariz, Pamela quedó dormida, narcotizada, desvanecida, totalmente.
Al despertar Pamela David estaba en una habitación oscura, atada de pies y manos, comenzó a gritar desesperada, se encontraba prisionera. Ante ella, apareció el rugbier Carlos Ignacio Fernández Lobbe.
- ¡Ja, ja, no podrás escapar! ¡Estas prisionera como lo estuvo aca, en este mismo lugar, Soledad Solaro!
- ¡Nooooooooooooo! – gritó desesperada Pamela David – entonces vos sos el asesino, no serás el basquetbolista asesino, el que decapitó a Valeria Mazza y a las demás, pero sos el otro, el rugbier asesino.
- Sí, soy yo, ja, ja – dijo Carlos Ignacio Fernández Lobbe – y decime la verdad, ¿No es cheto llamarse Carlos Ignacio Fernández Lobbe? ¡Ja, je, ji, jo, ju! ¡Ja, je, ji, jo, ju!
- ¡Socorro! ¡Ayudenme! ¡Auxilio!
- Estamos en una isla del Tigre, nadie vendrá – señaló el rugbier.
- ¿Cómo puede ser? ¿Cómo llegue hasta aca? ¡Todos me traicionaron!
- Todos Carlos, todos Quesones señora Pamela, ja, ja, su mayordomo, Carlos Sebastián Beneitez, su chofer, Carlos Costa, los oficiales Carlos Lupión y Carlos Cáceres, y obviamente el Fiscal, Carlos Gonella, ja, ja, la conspiración perfecta.
- ¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh! - comenzó a gritar Pamela David.
En ese momento, Fernández Lobbe le tiró un Queso, un enorme Queso Emmental, el golpe fue terrible, pero Pamela tuvo encima de su rostro, el pie derecho del rugbier, lleno de olor a Queso. David los olio, chupó, lamió y besó, aterrorizada, luego repitió lo mismo con el pie izquierdo. A continuación, el rugbier parecía que se iba a tirar encima, como si fuera un scrum, dispuesto a violarla.
- ¡No! – gritó Pamela – hagamoslo sí, pero no me violes. Una relación consentida. En el fondo siempre quise tener sexo con un asesino como vos.
Tuvieron sexo, en forma salvaje y desenfrenda, con los gritos todo el tiempo por parte de Pamela David. Le penetró la pija por la concha. Al terminar, el rugbier agarró el cuchillo, un cuchillo tipo Rambo, Pamela creyó que la iba a apuñalar, y en cierto modo, hasta lo veía con alivio, pues quería acabar con ese sufrimiento. Pero Carlos Ignacio Fernández Lobbe clavó el cuchillo en la cama, mientras gritaba:
- ¡Queeesooooooooooooooooooo!
Al día siguiente, Pamela David permaneció prisionera en el lugar. Carlos Ignacio Fernández Lobbe regresó recién a la noche. Pese a que lo intento a lo largo de todo el día, Pamela no pudo zafar de las ataduras.
- Vaya, vaya – dijo el rugbier – veo que te portaste bien, aca tenes, ¡Queeesooooooooooooooooooo!
Una horma de Queso Emmenthal cayó sobre la cabeza de Pamela David. El rugbier le comentó:
- Te doy una noticia. Hoy Carlitos Delfino volvió a las andadas. Asesinó a Zaira Nara. Porque el es el basquetbolista asesino, no es Oberto ni Ginóbili, es un Carlos, un Carlos, un Quesón, como yo, ja, ja, le cortó la cabeza como hizo con las demás.
- ¡Locos! ¡Dementes! ¡Estan todos locos! ¡Deben ser internados en un neurosiquiatrico! ¡Deben pudrirse en la cárcel!
- Tranquila, hoy no te voy a violar, je, je.
Entonces el rugbier empezó a masajearla, le hizo caricias en todo el cuerpo primero, después cosquillas, y la obligó a ponerse de espaldas, el rugbier le chupó el culo.
- Como te portaste bien – le dijo Carlos Ignacio Fernández Lobbe – te voy a dar algo para comer, pero no te voy a desatar, yo mismo te lo daré en la boca.
Carlos entonces le dio de comer un pedazo de Queso Port Salut.
- Un Queso Port Salut, un Queso ideal para una dama como vos.
- ¡Ajjjjjjjjjjjjjjjjjj! – dijo Pamela David a la vez que escupía el Queso.
Al día siguiente, Pamela David seguía prisionera, y otra vez el rugbier desapareció todo el día, pero esta vez Pamela logró desatarse, y zafar de las ataduras. Se arrastró hasta la puerta, pero no pudo salir. Las ventanas estaban selladas. Busco algún arma, un cuchillo o cualquier herramienta, pero no encontró nada.
Ya era de noche, cuando se abrió la puerta, el rugbier encontró a su prisionera libre de las ataduras, y le dijo:
- ¡Oh no! ¡Quería cogerte pero no tengo alternativa! ¡Ahora te apuñalaré!
- ¡Noooooooooooooo!
Pamela se levantó, pero sin fuerzas, casi sin dormir y sin comida, nada pudo hacer, el asesino parecía dispuesto a asesinarla, pero la ató otra vez, y entonces cumplió con su objetivo inicial, y tuvo sexo salvajemente, por el culo y por la vagina, al terminar, levantó el cuchillo. Lo clavó en la teta izquierda de Pamela, y desde allí le hizo un profundo corte por todo el cuerpo. Después hizo lo mismo, pero desde la teta derecha.
Una tercera puñalada fue un profundo corte en el abdomen, y desde ahí le hizo un triángulo. A continuación le dio como noventa y nueve puñaladas. Sí, noventa y nueve, no llegó a las cien.
Al terminar, tiró el Queso sobre el cadáver diciendo en voz alta:
Luego, puso el cadáver totalmente ensangrentado, con el Q ueso encima, en una barca, que se fue río abajo. Así fue asesinada Pamela David, por el rugbier Carlos Ignacio Fernández Lobbe.
- ¡Queeesooooooooooooooooooo! – gritó el rugbier mientras la barca desaparecía en un riacho del Delta y se internaba, vaya uno a saber donde.
excelente, los relatos quesones con todo su magnificencia y excelencia
ResponderBorrarla hicieron queso a Pamelita ja ja ja
ResponderBorrary la barca donde llegó? brillante, diez puntos
ResponderBorrarSoledad Larghi y Julieta Navarro, dos minas que trabajan en América, buenas candidatas para "Carlos Ignacio Fernandez Lobbe"
ResponderBorrarO para Carlos Delfino, para que le haga dobles y triples sobre sus nalgas. O para algún Carlos que estrangule.
BorrarSi alguna vez dejo de comentar en este blog, va a ser por la verificación de palabras. ¿Por que funciona tal mal?
más que un Quesón Fernández Lobbe es un Requesón je je
ResponderBorrarel verdadero Fernández Lobbe sabrá que existen estos cuentos? (Carlos Delfino sí lo sabe porque hasta los tuiteo y todo)
ResponderBorrarlo del Queso Botánico que era Fernández Lobbe en que quedo?
ResponderBorrareste Quesón es el más sádico de todos ja ja
ResponderBorrarquien es el mejor Quesón? Carlos Delfino? Carlos Bossio? Carlos Fernandez Lobbe? la cosa esta entre ellos... aunque Carlos Sandes y Carlos Izquierdoz están haciendo muchos méritos para competir en los primeros planos; el peor Quesón es sin duda Caríos el Bebé Contepomi; hasta un Quesón menor como Carlos Capeletti es mejor Quesón que el Bebe
ResponderBorrarSalvo por la verificación de comentarios, el tener que demostrar que no soy un robot, me gusta este blog. Me recuerda a las páginas de fanfictions, donde las famosas son atrapadas, quedan en poder de lujuriosos. No he encontrado páginas o blogs de estos, con famosas argentinas. Incluso las que menciono, han quedado en pausa. Se ve que no se les ocurre nada.
ResponderBorrarMuy buena esta completa nueva versión.Tiene todo lo que puede tener un relato quesón.
Incluso la participación de Dumitrescu, que parece una gran acechadora, estando en los lugares justos. Debe de ser una gran maestra del disfraz, tomando distintas apariencias. Tal vez haya sido ella quien haya creado a los quesones, hace siglos.
Me gusta el relato con Pamela David aterrorizada, por lo de Silvina Luna. Y yo que pensaba que iba a celebrar por eso. Tiene sentido porque hubo quienes asociaban a una con la otra, participaron juntas en algún programa de Sofovich. Y hasta casi actuaron juntas en alguna de esas obras teatrales.
Tiene mucho sentido lo de la trampa. Recuerda a los métodos usados por los tughs adoradores de la diosa Kali. Sólo que esos no derramaban sangre. Pero prometían seguridad a sus víctimas.
Me gustó lo de dedicarle tiempo a victimizar a una mujer tan exuberante provocativa. Su primer intención fue violarla. Pero ella decidió entregarse, aunque terminó gritando. El quesón no fue suave.
La siguiente lo fue, masajeandola, luego de jugar con su terror, contando como las otras fueron asesinadas.
Parece que el plan era tenerla como esclava sexual, prisionera, algo como lo que cuentan algunas fanfictions internacionales. Pero Pamela quiso escapar, así que este carlos decidió matarla, luego de una rutina de
PAMELA DAVID, DESNUDA Y SOMETIDA.
PAMELA DAVID, DESNUDA Y SOMETIDA.
O sea la violó, como hizo con Soledad Solaro. Y luego le acuchilló las tetas, un morbo previsible para una mujer exuberante. Y resto de su exuberante cuerpo.
Luego va por Daniela Cardone, tan exuberante y deseada como Pamela. Sobre todo antes de los tatuajes masivos.
Creo que Fernandez Lobbe podría usar una rutina parecida. Tal vez un poco de electricidad en los senos, con algún dispositivo que reclaman para Carlos Vives.
Daniela Cardone podría una policía infiltrada como famosa, para descubrir a los asesinos quesones. O una famosa que colabore con la policía. Pero podría trabajar para el Carlos fiscal, que la traicionaría, enviándola a la muerte. Este Carlos, además de tenerla como prisionera, usando el recurso de tener sexo consentido pero brutal, tal vez llegando a violarla, la atormentaría llamando a Delfino para que mate a Brenda Gandini.
o Daniela Cardone podría buscar vengar la muerte de Brenda Gandini. Pero sería traicionada, el arma se la daría un Carlos y fallaría. Entonces pasaría todo lo descripto en el párrafo anterior.
No rechazaría aparecer como un personaje que deja entrar a Daniela Cardone en una habitación de hotel, para que ella se oculte de los Carlos quesones, a cambio dando todo de si. Sería un pago por mis ideas al blog. Claro que luego ella se iría, tal vez por entrar en Internet y descubrir mis comentarios. Y así le iría por dejarme.
Borrarahora sí actualizada la versión de "El Asesino de Daniela Cardone" https://cuentossangrientos.blogspot.com/2016/07/el-asesino-de-daniela-cardone.html
BorrarQuedó muy bien. Todo un relato de corrupción policial y complot contra una deseable famosa.
BorrarCreo que podría surgir la Ravelia Zamas de Daniela Cardone, la tatuada Carla Nadiedone.
una nueva imagen en colores con el quesón y su víctima
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