El Asesino de Cardi B y Audri Nix
Nacida como Belcalis Almánzar, el 11 de octubre de 1992, en el oscuro y pesado barrio de El Bronx, en la neoyorquina ciudad de Nueva York, Cardi B es una rapera, compositora y actriz yanqui, ex stripper y prostituta, que drogaba y dormía a los clientes, para robarles.
Según me han contado, un destacado basquetbolista americano de origen dominicano, Charlie Villanueva, oriundo de Queens, cuando aún jugaba en Dallas, se acostó con la citada Cardi B. Pasó una noche de sexo muy divertida, lleno de gozo y placer, pero en algún momento, se quedó dormido, o lo durmieron, y al despertar, no solo le habían robado cincuenta mil dólares, sino también un reloj de oro, las zapatillas talle 52 que calzaba, y lo más insolito, hasta se llevaron el inodoro (1).
El robo le provocó un gran trauma a Charlie Villanueva, pero lo que más le afectó no fueron las zapatillas ni el reloj de oro, tampoco el dinero, sino el inodoro. Porque era un inodoro de lujo, un inodoro de colección, un inodoro que habían usado grandes estrellas de Hollywood, como por ejemplo Charles Chaplin y Charles Bronson, no cualquiera, sino dos Charles.
Muy traumado quedó Villanueva por el robo, pero un día reconoció a Cardi B en la TV.
- ¡Esa es la ladrona! – murmuró en inglés, claro, porque siempre trataba de hablar en inglés para no pasar como un inmigrante latino - ¡Debo vengarme!.
Unos meses después, dicen que Villanueva caminaba por las calles de Nueva York, por la isla de Manhattan, más precisamente cerca del cruce de Broadway con la calle 1, próxima al Soho, cuando una noche se cruzó con una anciana de aspecto rumano.
Nada raro en Nueva York, la ciudad más cosmopolita del mundo, donde nadie se siente extranjero, cruzarse con una anciana rumana. La anciana le interceptó el paso a Villanueva, algo nada fácil pues mide 2,11 metros, el basquetbolista intentó zafar con sus dotes propias de un basquetbolista, pero la anciana, dotada de una gran habilidad, otra vez le interceptó el paso. Charlie se paro, la anciana comenzó a hablar, en español, idioma que por su origen dominicano, Villanueva entendía perfectamente.
- Sos un Quesón. Para un Quesón no hay nada mejor que otro Quesón. El asesino que estais buscando, para vengar lo del inodoro, lo hallaras en Instagram, es un Carlos, un Charlie.
- Yo no me llamo Carlos, me llamo Charlie, siempre lo tengo que explicar, mis padres me anotaron así, Charlie, no como Carlos ni Charles. Charlie Alexander Villanueva, ese es mi nombre.
- Lo sé – dijo la anciana – eres Quesón lo mismo, lo reitero. Abre tu Instagram y encontraras lo que busca.
- Si soy Quesón lo mismo, puedo asesinar yo mismo a Cardi B. No la denuncié porque hubiera sido un escandalo, por eso solo se difundió el tema del inodoro.
- Si, pero este es un trabajo para otro Charlie. Hazme caso. Y llama también a otra rapera, una puertorriqueña, Audri Nix.
Charlie quedó un poco contrariado, pero le hizo caso a la anciana, que se esfumó de su vista, abrió el Instagram, su Instagram, el @cvbelieve. Y casi inmediatamente apareció un stripper argentino, presumiblemente taxi boy, @charliecarlosp.
- ¡Oh, este es el Quesón indicado!
Charlie Villanueva le mandó un mensaje a Charlie, cuyo nombre era completo y auténtico era Carlos Alberto Gaplieri.
- Hola Carlos. Necesito tu ayuda. Te pagaré muy bien. Simularemos que filmaremos un videoclip. Quiero que quesonees a una mina. Se que sos un Quesón. Hay mucho dinero en juego. El asunto es en Nueva York.
Charlie no tardó en contestar.
- ¿Un Queso en Nueva York? Voy para alla.
Dos días después, Charlie caminaba por la Quinta Avenida, cerca del Central Park, se encontró con Villanueva.
- Se trata de Cardi B y de otra rapera, Audri Nix.
- Perfecto, soy Quesón, a veces asesinó por placer, a veces por dinero, y a veces por ambas cosas, como en esta ocasión, cincuenta mil dólares no menos.
- Perfecto – dijo el basquetbolista.
- ¿Dónde encuentro a las minas?
- Estan en una terraza de Manhattan, en el cruce de la Septima con la 36, ahí nomás del Empire State, filmando un videoclip, una especie de nueva versión de “West Side Story” (Amor sin barreras).
- ¡Oh! ¡No lo puedo creer! ¡Gran obra musical! Soñaba con interpretar el papel de Tony, o por lo menos el de Bernardo, aunque Bernardo era morocho, y yo soy rubio, allá en mi Entre Ríos natal, cuando gobernaba Jorge Busti la provincia, mi fantasía era caminar por Nueva York, por el lado oeste…
Charlie fue al lugar. No tuvo problemas en entrar al set de filmación. Ahí vio a Cardi B y a la otra rapera, Audri Nix, bailando por la terraza, haciendo el baile de “America”.
Charlie se sintió en el sueño americano, y aunque había ido con una misión muy concreta, que era asesinar a esas dos minas, no pudo evitar la tentación… de repente, entró en medio de la grabación, y empezó a bailar, y a repear con Cardi B y Audri Nix.
“La vida está bien en América, si eres blanco en América”.
- ¡Corten! – dijo el asistente de dirección, el mexicano Carlos Vela.
- ¡No! ¡Sigan filmando! ¡Es una improvisación pero será un suceso! – dijo el director, el hondureño Carlos Pavón.
Charlie estaba como extasiado, metido en el baile sin parar. La filmación continuó. Y al terminar, todos aplaudieron.
- ¿Quién es usted? – preguntó el hondureño.
- Carlos o Charlie, stripper argentino.
- ¿Argentino? ¡Un argentino en Nueva York!
- Le pagaremos muy bien con esto. Su intervención será un suceso. Nos salvó el video.
- Gracias. Pero soy un Quesón y no debo olvidar que debo quesonear.
Cardi B y Audri Nix quedaron en un costado, un poco fastidiosas dado que la inesperada aparición de Charlie les había quitado protagonismo.
- No se preocupen niñas, soy un stripper, soy gay, pero esta noche vamos a divertirnos, vamos a Coney Island, en Brooklyn. Quiero coger a un chabón, y después las quesoneó a ustedes.
Las dos minas entendían perfectamente el castellano, bueno, la puertorriqueña se había criado en ese idioma, vale la aclaración porque estaban en Nueva York.
- Vete a la mierda – dijo la puertorriqueña – eres un Queso argentino.
- Son of Bitch – dijo Cardi B.
Las dos minas se iban, y ahí, Carlos debio apelar a sus dotes de Quesón, sacó los infaltables pañuelos que usan los Quesones, y en un rápido movimiento durmió a las dos minitas.
Rato después, Cardi B se despertó. Estaban en un callejón, y no era precisamente el callejón de Don Gato y su pandilla. Era el lado oeste, más alla de la Octava Avenida, los bajos fondos de Nueva York, nada de Park Avenue, del lado del río Hudson. Atada a un palo con cadenas, tirada al piso, a su lado, la rapera puertorriqueña Audri Nix.
- ¿Qué es esto?
- Son mis prisioneras – dijo Charlie, desnudo, con guantes blancos, rodeado de Quesos, y fogatas como fuente de iluminación.
Charlie pusó sus pies encima del rostro de Cardi B, olían profundamente a Queso, un olor a Queso muy fuerte, intenso, asfixiante, la cantora los olió, lamio, beso y chupó, una y otra vez; después hizo lo mismo Audri Nix.
Charlie les dijo:
- Muestrenme su culo.
Las dos minas les mostraron el culo. Charlie las penetró, primero con los pies, después con la pija, mientras penetraba a una con el pie derecho, penetraba a otra con el pie izquierdo, las dejo secas, en el sentido literal de la palabra, las penetró hasta el cansancio extremo. Las dos minas quedaron tiradas en el piso, sin poder hacer nada, nada, nada.
Charlie entonces sacó de algún lado dos enormes lanzas y sin piedad alguna, y mientras las dos minas continuaban inclinadas con el culo, se las clavó en el culo, penetrándolas con la lanza en todo el cuerpo, hasta salir por la cabeza, un crimen con una crueldad total, un empalamiento perfecto.
Carlos les tiró un Queso a cada una.
- Queso – decía, mientras clavaba el Queso en la punta de cada lanza.
Un crimen cruel, sanguinario, como pocos, Cardi B y Audri Nix quedaron ahí, clavadas, con el palo, ensangrentadas por todos lados.
El Quesón se fue de la escena del crimen. Estaban en Nueva York, pero en la real, no vendría Spiderman, Superman o Batman, tampoco la Mujer Maravilla, a salvar a nadie. Si, en cambio, apareció una anciana.
- ¡Perfecto! – dijo Dumitrescu.
Dumitrescu chupó y absorvió la sangre de Cardi B y Audri Nix, hasta dejarlas secas.
- ¡Maravilloso! – exclamó Dumitrescu, que ya no era una anciana, sino una mujer joven, radiante, llena de belleza y juventud, que aparentaba tener unos veinte años, y que se fue a una fiesta a Wall Street, con todos los magnates de Manhattan.
Charlie Villanueva le entregó el dinero convenido a Charlie.
El Quesón stripper dijo, mientras caminaba por la calle 42:
- Me quedaré un tiempo en la Gran Manzana, aca se quesonea bien, después volveré a Buenos Aires. Ja, ja, ja.
(1) https://www.notimerica.com/sociedad/noticia-exjugador-dominicano-nba-charlie-villanueva-sufre-robo-mas-raro-historia-20171222151358.html
no conocía a ninguna de estas minas... no sé la historia... el Quesón es muy sádico eso es bueno y lo de Dumitrescu... pero la historia no me termina de cerrar
ResponderBorrarEl Quesón Empalador de la ciudad de Nueva York
ResponderBorrar¿Ahora los Quesones asesinan de a dos?
ResponderBorrarque las mate con el culo
ResponderBorrarBuena información tiene el relato, no sabía quien era la otra rapera.
ResponderBorrarEl único detalle es que quedó un poco rara una frase, "...que le robaba a los clientes, para robarles". Sería más exacto, "...Que drogaba a sus clientes, para robarles".
Pero está muy bien la aparición de la admirada Lady Dumitrescu para conectar al basquetbolista, con Carlos Paglieri, un experto quesón. Parece tener grandes poderes de observación, para saber donde están los potenciales asesinos y las famosas que serán víctimas. Podría ser que eso le consuma vitalidad, por eso necesita más sangre de famosas, para rejuvenecer.
Lo interesante es que está muy actualizada, con la tecnología.
Funcionó bien lo de que sumara al videoclip. Y reveló capacidad de planificación, al raptarlas, sin que nadie se entere. Y bien elegido un callejón, como lugar para tenerlas prisioneras.
A pesar de ser gay, cumplió con el ritual, incluso hasta dejarlas secas. Y el empalamiento, parece que Paglieri vio Holocausto canibal. Película que también tiene una escena de decapitación, así que más de un Carlos debió verla.
Y luego apareció Lady Dumitrescu, para dejar seca a las raperas, luego de que lo hizo Paglieri.
¿Cómo será encontrarse con la noble rumana, rejuvenecida y con propósito de divertirse?
Interesante lo de quesonear de a dos.
"que drogaba y dormía a los clientes, para robarles" corregido el detalle
Borrarno las conocía a estas minas... este quesón las mata x el culo... muy cruel ja ja
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