El asesino de Jimena Cyrulnik
Jimena Cyrulnik llegó a Pehuajó, la tierra de Manuelita. “Estamos haciendo una campaña para concientizar de que todos podemos usar cualquier talle” dijo Cyrulnik, pero ¿Porqué Pehuajó? “Porque de aca salió Manuelita a París, y precisamente nuestra campaña terminará en la capital francesa”. La tranquilidad pueblerina habitual se vio un poco alterada, aunque Cyrulnik solo iba a sacarse algunas fotos y al día siguiente ya se iba del lugar.
Un grupo de actores locales la fue a visitar al hotel y la invitó a presenciar una función de “El ladrón de cadáveres” que se representaba aquella noche en el TIP (Teatro Independiente de Pehuajó). A Cyrulnik mucha gracia no le hizo aquello, pero bueno, decidió asistir para no despreciar a los lugareños.
La función le gustó mucho, una comedia negra, donde el protagonista era Charles, un serial killer que a lo largo de la obra, va amasijando a varias minas y cuyo personaje lo interpretaba el actor Carlos Sebastián Beneitez, la figura local.
- Este Beneitez debería llegar a la gran ciudad, participar en un teatro o película, tiene gran talento – dijo una persona del público, cuyo dialogo fue escuchado por Cyrulnik.
La ignorancia de Cyrulnik era muy grande, y no sabía distinguir un libreto de Shakespeare de una obra de Jorge Corona, o una opera de Verdi de un show musical de la Tota Santillán. Cuando la función terminó, Cyrulnik ya se iba, pero los actores de la obra la invitaron a participar en un brindis.
- Será un honor para nosotros.
Un poco podrida por todo, Cyrulnik fue al brindis. Allí estaba Carlos Sebastián Beneitez, el actor principal, que estaba comiendo una gran horma de Queso. Quedaron los dos solos, en un costado. Beneitez la miró a Cyrulnik y le dijo:
- ¿Te gusta el Queso?
- Eh, no mucho, yo, en realidad, prefiero comer otras cosas, ¿Y a vos te gusta el Queso?
- ¿El Queso?, ¡Me encanta, no podía ser de otra manera! ¡Me llamo Carlos Quesón!
- ¿Carlos Quesón? ¿Ese es tu nombre?
- Ja, ja, ja, no, me llamo Carlos sí, pero Quesón no es mi apellido, es Beneitez, Carlos Quesón era un personaje que hice en otra obra muy exitosa “El Asesino del Queso”, ja, ja.
- Pero sos un gran actor, ¿Porqué no vas a la gran ciudad a tener alguna oportunidad en una obra importante?
- Ya estuve ahí, “El Asesino del Queso” fue un éxito espectacular en todo el país. Pero ahora estoy en Pehuajó, no me queda otra, semi exiliado, me busca la justicia, soy prófugo, yo asesiné a una chica llamada Valeria Gutierrez. Fue un crimen atroz. Decenas de puñaladas y balazos, hasta use un cinto, despues le tiré un Queso. ¡Y qué Queso!
- ¿Me estas hablando en serio? ¡Sos un asesino entonces!
- No tenía opción. La chica era una asesina serial. Era ella o yo. Había asesinado a muchos chabones, entre ellos mi amigo, un rapero, el Imigrante Rap, José Verano Carlos Morón, lo despachó de ocho balazos.
- ¡Ohhhhhhhhhh! ¡Sos un justiciero entonces! ¡Como me gustaría intimidar contigo!
- Hagamoslo.
- ¿Dónde?
- En mi casa, vamos para alla.
Rato después, Beneitez y Cyrulnik estaban en una habitación. Beneitez tirado en la cama mientras Cyrulnik chupaba, lamía, besaba y olía sus pies.
- ¡Deberías llamarte Carlos Quesón en serio! ¡Tus pies apestan!
- Ja, ja, ja, sí, tengo mucho olor a Queso.
- Tenes olor a Queso en todo el cuerpo, no solo en los pies.
- Sí, ja, ja, por supuesto, el Queso vive en mí, soy un Queso, ja, ja.
Cogieron en forma intensa, Cyrulnik disfrutó mucho, muchísimo, no solo Beneitez la penetró también le chupó las tetas, el culo y la concha.
- Sos el amante perfecto – le dijo Cyrulnik - pero ahora debo irme.
Cyrulnik se preparaba para irse, cuando iba a salir, Beneitez, con guantes negros y una bandeja con un gran Queso, se puso delante de la puerta y le dijo:
- ¿Te gusta el Queso?
- ¿Qué significa esto Carlos?
Beneitez sacó un revolver con silenciador y disparó dos balazos.
¡Bang! ¡Bang!
- ¡Nooooooooooooooo! – gritó Cyrulnik.
Impactaron en las piernas de Cyrulnik, una bala en la pierna derecha, la otra en la izquierda, la mina al estar herida, cayó al piso. El asesino entonces sacó un puñal, se tiró encima de Cyrulnik, y la apuñaló, primero en la teta izquierda, después en la teta derecha. Le hizo otro corte en el cuello. Cyrulnik se iba desangrando de a poco, cuando Beneitez sacó otra vez el revolver y le dio un balazo en la frente, poniendo el fin al sufrimiento de la tipa.
- Tiro y puñalada para Jimena Cyrulnik, ja, ja.
- Queso – dijo Carlos Beneitez mientras tiraba el Queso sobre el cadáver de Cyrulnik.
No tuvo problemas para deshacerse del cuerpo. De eso se encargo una señora rumana, que estaba en el Oeste Bonaerense, de apellido Dumitrescu. Por algo Beneitez interpretaba “El ladrón de cadáveres”.
moraleja: si sos famosa no pises Pehuajo, el Quesón te espera y un Queso te tira
ResponderBorrareste asesino existe, y como Manuelita, de Pehuajó a París se va a ir
ResponderBorrarParece que los actores de la obra fueron cómplices. Que curioso que no estén usando el efluvio quesón, para dominarlas. Bien por la detallada descripción de la ejecución. Parece que el interés por estar en el ranking, los hacer ser más crueles. También hubo detalle de las prácticas sexuales, lo de chupar la anatomía de la Cyrulnik. Hasta ella quedó contenta, antes de que se diera cuenta lo que seguía. Ni Conteponi ni Pagni han podido hacerlo.
ResponderBorrarBuen relato. Y ahora una pausa, para ir a El asesino de Cameron Díaz.
¿Que será del cadaver? ¿Será un banquete para la dama vampiro y sus mucamas. o peor, quedará para que la devoren unos licantropos a servicio de la Lady.
ResponderBorrarDumitrescu se alimento de la sangre de Cyrulnik... no hay dudas! Beneitez es pariente de Dumitrescu allá en Pehuajó je je lo sé muy bien
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