QUESO (UN SIMPLE RELATO QUESÓN)
El muchacho, alto y muy patón, con pies muy grandes, seguramente deportista, quizás modelo, se llamaba Carlos. La chica, no importa su nombre, era joven y muy bella. Se habían conocido esa misma tarde, en una pista de patinaje sobre hielo. El le dijo que se llamaba Carlos. Ella nunca dijo su nombre.
Tuvieron una noche de mucho goce y placer, se ofrecieron streap tease en forma mutua, uno a otro, el le arrancó la ropa, ella hizo lo mismo, jugaron con los pies, lo de Carlos olían a Queso, los de ella a perfume francés, pero se los olieron, chuparon, lamieron y besaron uno a otro.
Despues tuvieron sexo con violencia, con técnicas bondage, ella simuló darle latigazos, el simuló darle patadas en el culo, se pegaron uno a otro, y la penetró por adelante y por atrás, con furia y salvajismo.
Exhausta, pero muy contenta, la chica le dijo a Carlos:
- ¡Carlos! ¡Carlitos! ¡Caaaaaaarrrloooossssss! ¡Quiero más, Carlos!
Entonces, Carlos le dijo a la chica:
- Vas a morir asesinada, nena.
- ¿Porqué Carlos?
- Porque te asesinaré, nena.
- ¿Y porque me vas a asesinar, Carlos?
- Porque soy un asesino, nena.
- ¿Y porque sos un asesino, Carlos?
- Porque me llamo Carlos, nena.
- ¿Y porque te llamas Carlos, Carlos?
- Porque me gusta el Queso, nena.
- ¿Y porque te gusta el Queso, Carlos?
- Porque soy un Quesón, nena
- ¿Y porque sos un Quesón, Carlos?
- Porque te voy a tirar un Queso, nena.
- ¿Y porque me vas a tirar un Queso, Carlos?
- Porque tengo olor a Queso en los pies, nena.
- ¿Y porque tenes olor a Queso en los pies, Carlos?
- Porque mis pies son grandes y olorosos, calzo cincuenta, nena.
- ¿Y porque calzas cincuenta, Carlos?
- ¡Basta, nena!
Ya no hubo más palabras, Carlos, con sus guantes negros, blandió el cuchillo, atacó a la joven mujer y la asesinó de decenas de heridas, tajos, cuchillazos y puñaladas, al terminar tiró un Queso sobre el cadáver.
- Queso – dijo Carlos mientras tiraba el Queso sobre el cadáver de su víctima.
Cuando hablamos de un Queso, estamos hablando de una gran horma de tipo Gruyere o Emmenthal, repleta de agujeros, de gran tamaño.
Y así sucedió. QUESO.
EL ASESINO DEL CUENTO, SOS VOS CARLOS?
ResponderBorrarUn Carlos genérico asesinando a una desconocida.
ResponderBorrarUna historia del mundo quesón.
¿Qué tal un relato en que un quesón termine con una mechera, una mujer anónima? Y sea aplaudido por comerciantes, que se cansaron de ser robados.
¿el mensaje de estos cuentos es que todos los Carlos son asesinos de mujeres?
ResponderBorrarestan historias anónimas estan buenas, debería haber más, el asesino podría ser cualquier Carlos, aunque para mí es el que escribe el blog
ResponderBorrardel cuento de la buena pipa al cuento del buen queso
ResponderBorrarDos películas que ví hace tiempo y que no recuerdo los nombres, seguramente hechas para TV, eran como los cuentos quesones, en una un chico joven conoce a una chica en una pista de patinaje (como dice este relato) y esa misma noche la asesina a puñaladas, en otra, un tipo mata mujeres que se estaban por casar, muy quesos los asesinos
ResponderBorrarentre tantos chabones quesoneados, no se olviden de Santiago Del Moro y Gastón Dulmau
ResponderBorrarBien. Sobre todo el primero. Para Carla Conte o Carla Quevedo.
Borrarun Quesón olvidado
ResponderBorrarhttps://www.goal.com/es/amp/noticias/que-paso-con-carlos-marinelli-el-nuevo-maradona-que/a0wlvpwalbax176bjirog6chw
un relato autobiográfico
ResponderBorrarCreo que entre los relatos con quesoneadas anónimas, estaría bien un relato con mecheras. Me refiero a esas mujeres que se meten mercadería entre las ropas, para irse de los negocios sin par. Generalmente roban ropa, pero también actúan en supermercados, robando vinos caros.
ResponderBorrarA veces actúan de a varias, teniendo una el papel de tapar a las otras.
Cuando son descubiertas, puede haber represalias. Llegan a golpearlas o desnudarlas para humillarlas. ¿Qué pasaría si un par de mecheras se encontrara con un Carlos deportista o músico?