La Asesina de los Carlos 01: Carlos Grosso
Aquel día era un viernes. Carlos Grosso estaba en su contaduría, como cualquier otro día, cuando pensaba ocuparse de la empresa Barclays & Mason, uno de sus clientes más importantes y recientes. Grosso, un hombre de unos cuarenta y pico de años, le dijo a su secretario y asistente personal: - Puede retirarse Matías, ya es tarde, yo me ocupo del tema. - Muy bien, señor Grosso. - ¿Durante mi ausencia hubo alguna novedad? - Sí, mandaron este paquete. Carlos se acercó al paquete, lo abrió y para su sorpresa, se trataba de un Queso. Era un Queso pategras, con cáscara roja. - ¿Quién envió esto? - No lo sé, no tiene remitente, pero se lo envían a usted, fíjese, dice “Sr. Carlos Grosso”. Quizás sea una atención de Barclays & Mason, ellos comercian alimentos. - Puede ser, sí, puede ser – contestó Grosso, que de todas formas continuaba intrigado ante el Queso que había recibido. Matías, el asistente, se retiró de la