El Asesino de Claribel Medina


Obra Original de El Fauno, versión final de Carlos Quesón

Parecía que los asesinatos de famosas a manos de Quesones era una cuestión de rutina, al que nadie le daba importancia. Solo un Queso más, sin mayor relevancia, algo que ya no despertaba el interés de la opinión pública. Y se cumplía aquel viejo dicho de que el Queso tiene tantos agujeros, que uno más no se le va a notar. 
A pesar de ello, había fans de algunos programas, con ira por el asesinato de conductoras, deseadas y admiradas. Por ejemplo, aún clamaban venganza los televidentes de El Garage. Existían los fans de los programas de Andrea Poletti, asesinada por Carlos Machado. Por el contrario, también estaban los fans de los Quesones, que admiraban y vitoreaban a los asesinos, como por ejemplo, Carlos Leonel Schattmann, que se ganó la admiración de todos por haber asesinado a Jimena Barón, o el propio Carlos Delfino, al que muchos agradecían haber asesinado a la odiosa y derechosa de Valeria Mazza.
También estaban las productoras de TV, agencias de modelo, empresas cosméticas, grandes marcas de ropas, representantes artísticos, que recibían pedidos de pagar dinero por protección, y a los que alguna negativa había coincidido con un crimen ritual, al estilo Quesón, con fetichismo de pies y repleto de Queso, con algún Carlos como asesino.
Por esas razones, el Comisario Miguel estaba bajo presión, de mal humor, que no pudo disimular ante la Santillana de Telenoche, conocida como María Laura Santillán, la Santillana Alfa, la líder del cuarteto, la más fiel de las cuatro copias de la conductora asesinada por el automovilista Carlos Sainz “Junior”.


- Justo ahora cuando me iban a incluir en una historieta de superhéroes, como le pasó al colega Meneses, en el Caballero Rojo. Estaba ilusionado incluso que se pudiera trasladar a una serie de Netflix. “Las Aventuras del Comisario Miguel” con la música de Man Ray como banda sonora. Investigando siempre crímenes de mujeres, con mujeres como víctimas o mujeres como asesinas. Era mi sueño, para ganar dinero con los derechos e irme a vivir a alguna casa de las afuera de Barcelona, y estar cerca de mi amada Marquesa de Avila, ahí en Sabadell, Manresa y Vic. Quería caminar con ella por las Ramblas y por el Passeig de Graciá. Claro que Meneses no tuvo problemas con... esta gente, con estos Quesones, con estos Carlos. Son amigos, pero me llenan de tantos Quesos, que yo me estoy desprestigiando como investigador policial.
El Comisario recordó que aunque clonada y complaciente, era una dama. Así que se moderó. La Santillana Alfa escuchó con mucha atención aquel relato, a pesar de ser de pocas palabras, estaba programada para funcionar bien en el noticiero, fuera de eso (y de sus servicios a los Quesones o al Clan Dumitrescu) siempre parecía estar cansada.
- Y no olvidó que respetan a mi Hilda (la de Man Ray). Y la amistad con la Marquesa. Pero tantos casos no resueltos, me están desprestigiando. Un Queso por alla, un Queso por aca, alguno puede pasar como suicidio, otro puede pasar por un accidente, se pueden reportar desapariciones, raptos de extraterrestres, búsquedas místicas, pero estos Carlos no paran de asesinar, y me enteré que también están llenando de Quesos a toda España y a toda Europa.


La Santillana lo miró con compasión, ternura y dulzura, pues se dio cuenta que el Comisario estaba un poco tristón, y notó que no estaba de humor para ser entrevistado, así que le ofreció algún trago, también algo más, con otras tres Santillanas.
- Tal vez podamos ayudarlo – dijo la Santillana Alfa y convocó a sus tres “hermanas” – girls, come here, please.
En una actitud ochentosa, que le hizo recordar al Comisario sus tiempos jóvenes, las Santillanas comenzaron a cantar las canciones de Las Primas, (“Saca la mano Antonio” y “Los nenes con los nenes, las nenas con las nenas”) y bailaron alrededor del Comisario, héroe de la Patria y de la Fe, que envalentonado, se chupó una lata de cerveza, y tras juguetear con las Santillanas, pareció recobrar la alegría. 
El Comisario, héroe de la patria y de la fe, se sentó y siguió jugando con las Santillanas, justo en ese momento sonó el timbre, la Santillana Alfa recibió a Carlos Pagni, sí, el Quesón Pelado, columnista del noticiero.
Luego de contribuir a mejorar el humor del comisario, héroe de la patria y la fe, la Santillana de Telenoche, se reunió con Carlos Pagni, columnista del noticiero. El Comisario observó el diálogo entre la Santillana Alfa y Pagni.
- Si me llamaste me imaginó que es para tirar un Queso – dijo Carlos.
- Por supuesto, quiero que asesines a Claribel Medina – le dijo la Santillana Alfa.


- ¿Claribel Medina? – dijo el Comisario Miguel, escupiendo el whisky que había tomado.
- ¿Cómo esta comisario? – le dijo Carlos saludándolo de lejos – Usted sí es un ejemplo para la institución policial – Carlos volvió su mirada hacia la Santillana Alfa - De ninguna manera. Es un desprestigio. Asesinar a esa mina. Tal vez no sea el mejor, no soy Carlos Delfino, tampoco Carlos Bossio, menos Carlos Matías Sandes, pero no voy a caer baja. Que la asesine Carlos Machado, que acuchilló a Andrea Politti. Que llamen a Carlos Melia, es el indicado para esto.
- Seguro que esa zorra pagó para no ser asesinada hasta ahora. No tengo dudas, ahora tengo todo claro – dijo la Santillana Alfa - Recordá con quien estás hablando. Soy la conductora y vos sos apenas un columnista. Un Quesón jamás rechaza un Queso.
El Comisario Miguel lanzó una mirada como insinuando “desobedecer a una Santillana, es como desobedecer a Lady Dumitrescu”, Pagni lo miró, y regresó a la Santillana Alfa.
- Somos Santillanas - intervinieron las otras tres Santillanas, que acompañaban a la clon conductora.- Las protegidas de Lady Dumitrescu y la Marquesa -  Y vos asesinastes a nuestras hermanitas fallidas, así que te conviene obedecer a nuestra líder.
- Bueno, esta bien, la asesinaré – dijo Carlos Pagni, entrando en razones – pero le tiraré un Queso Fresco, no gastaré un Gruyere o un Emmenthal, tampoco un Reggianito, como le gusta a Carlos Melia. 
El Comisario Miguel hizo un gesto de aprobación y levantó la copa en honor a Carlos Pagni.
- Por Claribel Medina – dijo el Comisario, en evidente estado de ebriedad.
- Por la auténtica María Laura Santillán, asesinada por Carlos Sainz Vázquez de Castro, Carletes – como desafiando a la Santillana Alfa, que temblo al escuchar el nombre completo del asesino de la original.


A pesar de la cuarentena vigente por la pandemia, algunos bares estaban abiertos en forma clandestina, con la protección de las huestes policiales del Comisario Miguel, que el dinero que recaudaba lo enviaba a la Fundación Dumitrescu.  Así que hubo cafés, con clientes mirando la televisión, donde se emitió un documental de Netflix sobre los asesinatos Quesones. La serie se centró en seis asesinatos, los de Valeria Mazza, Soledad Solaro, Belen Francese, Nicole Neumann, Florencia Raggi y Alina Moine, asesinadas por Carlos Delfino, Carlos Ignacio Fernández Lobbe, Carlos Bossio, Carlos Reich, Carlos Elder y Carlos Matías Sandes, respectivamente.
- ¿Y que está haciendo el comisario Miguel? – dijo una de las asistentes al bar, en evidente estado de ebriedad, la única mujer en medio de hombres, de todas las edades, que estaban chupando birras en aquella cervecería clandestina - ¡Ese corrupto encubre los asesinatos de estas minas! ¡A mí no me asesinaron!


Unas risotadas de borracha se escucharon, más que el televisor. La puertorriqueña estaba excedida de cerveza, licor, cognac y whisky, y casi que se arrastraba por el piso.
- Y eso les pasa por hacerse las lindas - dijo eufórica, Claribel Medina, con olor a alcohol, empinando una botella, mezclando el whisky con el cognac - Tanto culo, tanta teta, para ser comida de buitres. Para terminar quesoneadas, para que un Carlos venga y te tire un Queso. Bang, bang. Balazo a las tetas. Clang, una espada en el culo. Clang, a esta loca la decapitan con una katana, o otra que hablaba de fútbol la destrozan a machetazos. A esa otra la ahorcan junto con la mucama. Y después Queso, Queso, Queso, siempre Queso, porque todas terminaron con un Queso, sobre su cadáver.
Los presentes estaban molestos, algunos tenían algo pesado apuntando a la cabeza de la borracha. Pero Carlos Pagni, discreto en algún rincón, hizo una señal. Los demás lo vieron avanzar al pelado periodista, vestido con pinta de asesino, por algo se parece a “Hitman”.
-  ...mientras que yo, que soy fea, soy una llorona, que no sabe actuar, sigo viva. Me van a ver todos los días por televisión. Porque no soy una top model como la Mazza, no le vendí el cuerpo a un futbolista como Nicole, no me acosté con un técnico como Aline, no me casé con un saracatunga como la Florencia, no simulé tener sexo con un rugbier como la Solaro, no me hice la recitadora de versos como la Francese, ja, ja, ja – río Claribel.
- No quiero hacer esto - intervino Carlos Pagni, frente a Claribel, y mientras todos lo veían.
- Muchachos – les dijo Pagni a los presentes – yo no estoy acá, ustedes no están acá, por lo tanto, nadie verá lo que voy a hacer. La Nación paga cerveza para todos.
Los presentes aplaudieron al escuchar esto, y Carlos sacó entonces un arma y apuntó a Claribel Medina. Borracha como diez tanques repletos de vino, Claribel Medina se dio cuenta de que los demás estaban en lo suyo. Y que le estaban apuntando con un arma. Y el que lo hacía era Carlos Pagni, un Quesón. 
- Qué zapatos grandes que tenes – dijo Claribel – como esos asesinos que mataron a esas perras, a esas inmundas, a esas zorras.
- Yo soy uno de esos asesinos – dijo Carlos Pagni, mirándola con cara de desprecio y apuntando el arma hacia la borracha.
El asesino disparó ocho balazos, que nadie escuchó pues uso silenciador. Bang, bang, bang, bang, bang, bang, bang, bang. Adiós, Claribel Medina. La puertorriqueña cayó muerta, asesinada por Carlos Pagni.


- Queso – dijo Carlos Pagni mientras tiraba el Queso sobre el cadáver.
- ¡Bravo Carlitos! – aplaudieron los presentes, aclamando al asesino, la verdad, todos creían estar viendo un show, nadie, ni siquiera el dueño del bar, creyó estar viendo un asesinato en serio.
Las Santillanas aparecieron y tras hacer un show de streap tease que alegró a los presentes, se llevaron el cádaver de Claribel, aunque lo tiraron a los perros hambrientos, pues no servía para la Charlotte Corday.
- Que show excelente – dijo uno de los concurrentes al dueño del bar – como en la película “FX, efectos especiales”, un asesinato delante de todos.
- Brillante – dijo el dueño del bar.
Unos días después, la Santillana Alfa, la de Telenoche entrevistó al comisario Miguel.
- No puedo decir mucho, por el secreto de sumario, María Laura, pero puedo anticipar que se pueden dar por resueltos algunos crímenes. Esta talentosa actriz tenía resentimiento contra la belleza, motivado por un complejo de inferioridad, que la llevó al crimen. Ella ordenó muchos de esos asesinatos, y hasta armó una banda con reclusos, que salían de las cárceles, contrató a presidiarios, todos llamados Carlos, fue fácil hacerlo, eran mano de obra barata. Pero no pudo soportar el remordimiento, por eso tomó esa medida tan drástica. Se suicidó. Una pena. Como dice el tango “Fueron tres años”, Que cosas que tiene la vida, Que cosa es tener que llorar,  Que cosas que tiene el destino. Sera mi camino sufrir y penar... Los que la vieron suicidarse, la escucharon decir esa frase antes de darse el disparo final.
- Así como nos protege nuestro héroe- concluyó la Santillana líder –el Comisario Abel Norberto Miguel, héroe de la Patria y de la Fe, un ejemplo de cómo debe ser un policía al servicio del pueblo, de la nación y de los trabajadores.
El Comisario Miguel sonrió en forma satisfecha como diciendo “acá estoy yo”, mientras exhibía la Orden al Mérito del Libertador General San Martín, con la que lo habían condecorado.
Y así termina este relato, con el comisario Miguel teniendo una noche de desenfreno, con las cuatro Santillanas, quienes desplegaron todos sus recursos sexuales.




MENSAJE FINAL DEL COMISARIO MIGUEL


Comentarios

  1. Muy bien por el regreso de este relato, bien terminado por el cronista.
    Un relato atípico, donde está el morbo de sexo mortal con una famosa, mortal para ella, sino con una actriz que termina recibiendo las culpas de ser la autora intelectual de algunos asesinatos. Algo que su discurso conta algunas famosas parece confirmar.
    Y comida para perros hambrientos.

    ¿Seguirá siendo conductora de Telenoche, la Santillana Alfa? Se supone que iba a ser reemplazada por Luciana Geuna, pero fue quesoneada por Pagni, como Maru Duffard y Sandra Borghi. Algo que Pagni podría mencionarles a las Santillanas.

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