El Asesino de Nicole Luis

A la actriz y modelo Nicole Luis, integrante de Patito Feo, entre otros programas, recibió una invitación para participar de una campaña publicitaria, era para una obra de bien, la Fundación Dumitrescu la convocaba para recaudar fondos para disminuir el hambre en el Mundo.

-          - Al fin una causa justa y urgente, algo realmente bueno, que va a beneficiar a la humanidad en su conjunto, que organización tan seria, loable y altruista es la Fundación Dumitrescu - pensó Nicole.

Nicole llegó al lugar indicado, era una oficina, común y silvestre, con una mesa, una computadora antigua, esas IBM de los 80, un teléfono de línea como si fuera de 1960, y eso sí, una espléndida vista, porque estaba en Puerto Madero. Pero lo más llamativo es que la atendió una mujer igual a la Princesa Leia de Star Wars, que encima, estaba tomando vino de un tetra break.

-         - Gracias por venir señora Nicole Luis – dijo borracha Leia – quedese aca, en breve llega el señor Carlos Alberto Reich.

Totalmente borracha, Leia se fue de la oficina, y apenas unos segundos despues, entro un joven alto, patón y con aspecto de modelo.

-         -  Buenas tardes Nicole Luis, soy Carlos Alberto Reich, los que me conocen me dicen Charlie.

-          - Que mujer tan extraña la que se fue hace un momento.

-          - Oh, le gusta chupar vino, ja, ja, nada grave.

-          - Es una adicción, debería tratarse en Alcohólicos Anónimos.

-          - Yo también tengo una adicción, soy adicto al Queso.

Charlie entonces le mostro a Nicole una bandeja donde había un gran Queso…

-          - ¿Comes Queso todo el tiempo?

-          - Sí, debería ir a Queseros Anónimos, dicen que comer mucho Queso, aumenta el deseo sexual.

-         -  Deberías tener ganas de coger todo el tiempo entonces.

-          - Y la tengo, ahora mismo no doy más.

-          Cojamos entonces, así pasa algo divertido esta tarde – dijo Nicole Luis, mientras se desnudaba ante Charlie.

-          - Me gusta empezar con los pies, sácame los zapatos, las medias, y chúpame todo…

Y así fue, se acostaron en un sofá y a Nicole Luis le encantó el papel de esclava sexual sumisa, sacándole los zapatos a Charlie, oliendo, besando, chupando y lamiéndole los zapatos, luego le saco las medias, una por una, oliendolas, besandolas, chupandolas y lamiéndoselas, y luego al quedar con los pies descalzos, lo mismo, y la verdad que Charlie no solo era adicto a comer Queso, sino que tenía un olor a Queso repelente para cualquier mortal, pero para Nicole Luis era como estar en un sueño, sueño que siguió con una relación sexual furiosa y salvaje que la dejó totalmente agotada.

-          - Ya me olvidé para que vine aca, pero esto fue espectacular, Charlie – dijo Nicole Luis.

-          ¿Sabes una cosa? Hace unos años, asesiné a una mina que se llamaba Nicole Neumann, no me acuerdo si le dí seis, ocho o diez balazos, y le tiré un Queso, hoy te tocó a vos, Nicole Luis, otra Nicole, y no te dará ni seis ni ocho balazos, te daré siete balazos.

-          - ¡Nooooooooooooooooooooooooooooooooooo! – exclamó aterrorizada Nicole.

Charlie, ya elegantemente vestido, agarró un revolver con silenciador con sus guantes negros y apuntó hacia Nicole Luis, disparando los balazos, fueron siete, y con cada balazo, pronunció la palabra “Queso”. El primer balazo impactó en el cuello, el segundo en la teta izquierda, el tercero en la teta derecha, el cuarto en el estomago, el quinto en el hombro derecho, el sexto en el pecho, y el séptimo en la frente, así Charlie Reich asesinó a Nicole Luis.

-          - Queso – dijo Charlie Reich tirando el Queso sobre el cadáver de su víctima.

El asesino se fue con total impunidad, del resto se ocuparon las Santillanas. Y colorín colorado, otro cuento se ha acabado.