El Asesino de María Victoria Botto
María Victoria Botto (“Vicky”) había caído en una profunda depresión despues de que su novio Matías Criolani fuera asesinado por Carla Romanini, la temible, bella, sanguinaria y seductora Quesona Rubia. De ese asesinato ya hemos hablado en un relato anterior (1).
Vicky desconocía que su amiga Carla fuese la asesina, al contrario, esta con total cinismo e hipocresía simuló una total indignación con el asesinato. Vicky quería justicia y solo reclamaba eso.
- Debo saber quien es el asesino – dijo indignada María Victoria Botto.
María Victoria ("Vicky") Botto
- No hay ningún asesino, fue una asesina – le dijo una mujer, igual a la Princesa Leia.
- ¡No! – declaró indignada Botto - ¡No puede ser!
- La asesina le dio sexo y después lo acuchilló y le tiró un Queso, el tal Matías te fue infiel, tenes que reconocerlo.
- ¿Y usted de donde salió, usted que es igual a la vieja de Star Wars?
- Yo soy la voz de la justicia – dijo Leia, como quien emite una sentencia contundente.
- Usted es una borracha – le dijo Vicky – si fuera la voz de la justicia investigaría quien es el asesino de Matías Criolani.
- Ya te he dicho que no hubo ningún asesino, fue una asesina, y fue tu amiga, Carla Romanini, y tu lo sabes desde el día uno, solo debes abrir tu mente.
- ¡Noooooooooooooooooooooooooooooooooo! – gritó de terror María Victoria Botto - ¡Caaaaaaarlaaaaaaaaaaaaaa! ¡Maldita Carlaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! ¡La debería asesinar con mis propias manos! ¡La golpearía con una maza! ¡Maldita asesina! ¡Pero no tengo valor!
Ser amiga de Carla Romanini, una asesina, le costó a María Victoria Botto, que su novio fuera asesinado a cuchillazos y quesoneado
- Yo conozco gente que puede facilitarte las cosas. Estos son asesinos. Son asesinos, pero asesinos de mujeres, ve a verlos, contrata a uno de ellos, y Carla Romanini será asesinada, la que mata por el Queso, debe morir por el Queso. Esta escrito.
- La que mata por el Queso, debe morir por el Queso, es cierto. Me vengaré de esa traidora, de esa maldita Carla.
Así fue como María Victoria Botto, clamando venganza, llamo al teléfono que le dio Leia. Ahí la atendieron como si fuera una obra social, le dieron un turno, y le dijeron que sería atendida por un Quesón llamado Carlos Gustavo David Quintana. Botto desconocía que este muchacho, un hombre alto y patón de 1,92 metros, era jugador de fútbol, con trayectoria en equipos como Lanús, Huracán, Douglas Haig (el Milán de Pergamino), Talleres de Córdoba, Argentinos Juniors y Patronato de Paraná.
Vicky concurrió al turno, estaba muy nerviosa, al borde del llanto.
- Mi novio fue asesinado, acuchillado y quesoneado – decía balbuceando – vengo a reclamar justicia, quiero que asesinen a la asesina, que era mi mejor amiga, Carla Romanini, estoy dispuesta a pagar lo que sea.
- Somos muy caros, Señora Botto, un millón de dólares, 300.000 por anticipado, el resto cuando la víctima haya recibido el Queso – le dijo Carlos Quintana – le cuento que yo soy Carlos “el Hacha” Quintana y como mi nombre lo indica, asesinó a las mujeres con un hacha, con un hacha como este – y Carlos Quintana le mostró el hacha a María Victoria Botto.
Matías Criolani, asesinado por Carla Romanini, y su novia, María Victoria Botto
- ¡Ohhhhhhhhhhhhhhhhh! – exclamó asombrada Vicky, al ver el Hacha.
Carlos Quintana le acercó el hacha y Botto sintió el frío filo del hacha sobre su cuello y su espalda, la chica quedó muy impresionada, y al mismo tiempo, sintió como un estímulo sexual. Comenzó a mirar los pies de Carlos: no era para nada menos, el Kingtana, calza cuarenta y nueve, y se sintió como cohibida al oler el Queso que había en el ambiente, Queso que venía de los pies de Carlos.
- ¿Sabe una cosa, señor Carlos? – lo trataba de usted – Despues del asesinato de mi novio, quede muy sola, necesito una alegría, ¿Podría usted dármela?
- Por supuesta, señora Botto.
Carlos se sacó las zapatillas y Botto se acostó en una especie de diván, el futbolista puso sus enormes pies encima, y esta empezó a olerlos, besarlos, lamerlos y chuparlos, le chupó los pies, le chupó la pija, dejó que el le pegará, porque ella hacía lo quería, el futbolista le dio unas cuantas patadas como si estuviera jugando al fútbol, y ella disfrutó de eso, para despues penetrarla con intensidad y pasión.
- La verdad nunca Matías me dio un sexo así, esto fue brutal, tan brutal como encantador, señor Carlos.
- Los Carlos somos así, señora Botto.
Botto quedó en el diván, muy contenta y entusiasmada, parecía haberse olvidado de la venganza que clamaba cuando entro a esa misma habitación, tan eufórica quedó, que ya no vio a Carlos Quintana, no vió cuando Carlos se puso los guantes negros, no vio cuando Carlos agarró el hacha, no vio cuando Carlos blandió el hacha, y no vió cuando Carlos descargó el golpe mortal. Un golpe certero, pudo haberla decapitado, pudo haberla cortado en dos, pero no fue del agrado de Carlos Quintana hacer eso ahora, prefirió asestarle tres brutales hachazos en el pecho, y con eso fue suficiente para asesinarla.
- Queso – dijo Carlos Quintana mientras tiraba el Queso sobre el cadáver de María Victoria Botto.
Consumado el asesinato, Leia no tardó en entrar al consultorio.
- Quería asesinar a una Quesona, esa fue su sentencia de muerte, ahora estará feliz con su novio quesoneado en el más alla.
- Me conseguiste una buena víctima, Leia, ahora quiero ser tuyo.
- Lo serás Carlos, pero primero que las Santillanas se lleven el cuerpo.
Las Santillanas se llevaron el cuerpo, mientras Leia, rejuvenecida con el aspecto de la primera película de Star Wars, la de 1976/77, cogió de lo lindo con Carlos Quintana, y se convirtió así en otras de las mujeres que disfrutaba del sexo con un Carlos, sin riesgo de que la asesinaran.
"La que mata por el Queso, debe morir por el Queso" que frase!!!!!!
ResponderBorrary bueno, esta bien, no podía pasar otra cosa, Carla debe seguir asesinando y si le mataron al novio, es ley que ella también reciba el queso, así son los quesos
ResponderBorrarCarla Romani es mala, no por sus asesinatos, sino por como trata a sus amigas, entregándola a un quesón.
ResponderBorrarElla pagó para que una mujer sea quesoneada. Y resultó ser ella.
Un tercer asesinato sin saña, que la famosa no lo sintió.
Me gustó lo de sexo con Leia. Debió de ser intenso, si es como su homónima, quien tuvo sexo con medio elenco.
Una potencial víctima entre las internacionales no tan conocida, Kari Byron, de Mithbusters, en que se refute el mito de que una persona decapitada tiene unos segundos más de vida.
Creo que la quesona rubia se le aparecerán también los fantasmas de sus amigas traicionadas. Esta sería la segunda.
ResponderBorrarun buen relato, pertenece más a la saga de Carla Romanini, que a la de los Quesones, yo creo que esta asesina se vale de los quesones para ir asesinando a sus amigas, es la más asesina de todas, porque ella mata a los chabones y manda matar a las minas, realmente temible
ResponderBorrarCarla Romanini se esta portando mal, quizás deberían ajusticiarla, aunque sus asesinatos son muy populares parece, pobre la amiga, no hizo justicia y le tiraron un queso
ResponderBorrarMe opongo. Es la quesona rubia, como Carla Conte es la quesona morocha. Debe haber misiones conjuntas de las dos.
BorrarAunque podría recibir alguna represalia. Como caer en alguna trampa como en el relato de la piscina. Y que sea rescatada por otra quesona, como Carla Conte.
Podría recibir un ataque al estilo El Ente, por sus quesoneados. Y sus amigas traicionadas. Tal vez tener alguna pesadilla.
Incluso ser poseída por algunas Carlas, quesoneadas antes del pacto con con los Carlos. Sería una forma en que podría regresar Carla Peterson, siendo una quesona encarnada en Carla Romanini.
O como penitencia, tener sexo con muggles afines a los quesones, sin asesinarlos. Estando vigilada por Carlos. Lo que sería molesto para ella, un castigo.