El Asesino de Belen Ludueña
Belen Ludueña alcanzó cierta fama por unos supuestos malos tratos de Antonio Laje y debido a eso se fue de los noticiosos de A24, luego de algunas temporadas, sin embargo, nunca quedo claro que pasó ahí.
Una tarde Ludueña se encontraba en su casa, un country alejada de las urbes, cuando salió afuera, y vio que había un gran paquete.
- ¿Qué tendrá ese paquete? – dijo Ludueña mientras tomaba el paquete y lo abría, y para su sorpresa, había un enorme Queso, un Queso gigantesco. El olor que despidió el Queso era fenomenal, al punto que Ludueña se puso los dedos sobre la nariz, y casi se desmaya.
- ¿Quién trajó este Queso? – dijo en voz alta Ludueña.
- Lo traje yo – dijo una voz masculina – a modo de presentación, soy Carlos Ignacio Fernández Lobbe, rugbier, mido 1,94 metros, calzo 49 y peso 115 kilos.
Ludueña quedó asombrada al ver frente a ella a un rugbier alto, pesado y patón…
- ¿Qué haces aca? ¿A que vinistes, Fernández Lobbe?
- Me entere lo tuyo con Laje, juego al rugby, y los rugbiers somos violentos, sí queres, le doy una golpiza a Laje, se la merece, no va a querer joder más.
- ¿En serio me ofreces eso?
- Por supuesto, no podemos permitir que ese mequetrefe te maltrate de esa manera.
- ¿Y lo vas a hacer gratis?
- Gratis nada, esto tiene un precio, y el precio es ese Queso.
- ¿Ese Queso?
- Queso suena parecido a sexo.
- ¿El Queso era solo eso? – dijo Ludueña - ¡Claro que pago eso¡ ¡Laje se merece esa golpiza!
- Mira que me gusto el sexo violento, el que avisa no traiciona, Ludueña.
Apenas unos minutos después, Ludueña se desnudaba ante Carlos Ignacio Fernández Lobbe, y empezó a chuparle, besarle, lamerle y olerle los pies, despues el le dio algunas patadas en el culo, y la penetró por detrás, fue algo realmente violento, como si de un scrum se tratara, despues ella le chupó la pija, y entonces el la penetró por la vagina, ahora de un modo más suave, como para compensar la violenta penetración anterior, Ludueña quedó muy contenta.
- Ahora sí – le dijo Ludueña – ve y hacelo mierda a Laje.
- Lástima que no te vas a enterar Ludueña, porque te asesinaré – le dijo Carlos Ignacio Fernández Lobbe mientras blandía un cuchillo tipo rambo y se tiró encima de Ludueña.
Las puñaladas fueron más violentas que varios scrums y Carlos Ignacio Fernández Lobbe no se cansó hasta no darle unas ciento seis cuchilladas, una tras otra, solo ahí se dio por satisfecho.
- Queso – dijo con total frialdad Carlos Ignacio Fernández Lobbe mientras tiraba el Queso sobre el cadáver de Ludueña.
Carlos Ignacio Fernández Lobbe, el rugbier asesino, el Quesón cheto, sumó así una nueva víctima a su extensa lista de asesinatos.
pobre mina... se quiso hacer la guapa con Laje y le tocó un queso, ¿la mando asesinar Laje? queda eso en el aire, como un misterio a resolver
ResponderBorrarlinda minita, los carlos no perdonan una, y le tocó el rugbier
ResponderBorraruna víctima cheta para el rugbier cheto, bien
ResponderBorrarEl cheto se merecía una víctima. O no, pero es uno de los más famosos.
ResponderBorrarOtra moraleja. Las famosas tienen que tener cuidado con los pactos que aceptan.
Se ve que Belén no sabía de los quesones. Funciona bien el encubrimiento.
Tal vez Laje se merezca la visita de una Carla.
El rugbier cheto hizo una promesa. Y Lady Dumitrescu podría exigir su cumplimiento.
Claro que si es cierto lo que se dice, el periodista podría ser taimado y tener una trampa para una Carla, que tenga que rescatada por otra.
esta bien, responde al estilo de Fernández Lobbe, que fue directamente a asesinarla, divirtiendose con el sexo previo y tirandole el queso, cuando la vio debió haber tenido una furia criminal que nadie pudo detener, como corresponder al rugby cheto
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