La Asesina del Chano Carpentier, Matías Sesto y Matías DeFederico

LA SAGA DE CARLA ROMANINI, LA QUESONA ASESINA (11/17)
LA ASESINA DE SANTIAGO "CHANO" CARPENTIER, MATÍAS SESTO Y MATÍAS DE FEDERICO

LA ASESINA DE SANTIAGO "EL CHANO" CARPENTIER


El conocido músico Santiago “Chano” Moreno Charpentier, ex Tan Biónica, se encontraba haciendo lo único que puede y saber hacer: consumir drogas. Estaba tirado en el piso de su departamento, después de inyectarse y de fumar de todo, viendo toda clase de alucinaciones a su alrededor, por ejemplo imaginaba frente a el una pantalla de cine donde proyectaban una película. En la misma, se descubría que Superman se llamaba en realidad Carlos (Kal-El es el equivalente de Carlos en Krypton) y dado que era Quesón, asesinaba a la Mujer Maravilla, entre otras cosas.
- Qué buena película – murmuró Chano – seguro que el Comisionado Gordon lo va a atrapar a Superman y lo va a mandar a Arkham con el Guasón y el Pingüino.
- No creo – dijo una voz de mujer – porque el Comisionado y Arkham pertenecen a la sagas de Batman.
- ¿Y vos quien sos? – pregunto Chano al ver ante el a una mujer rubia y muy bella - ¿Sos real o sos una alucinación? ¡Decime que sos real así te cojo!
- Claro que soy real – dijo la rubia – soy Carla, la modelo Carla Romanini, ¿No oíste hablar de mí? Me llaman la Quesona Rubia.



- Nunca sentí ese nombre, vos sos Celeste Cid, que fue asesinada por Carlos Leonel Schattmann, que volviste de la muerte y te disfrazaste de esa Carla.
- Sí te complace que sea eso, soy eso, ja, ja – río Carla.
- Yo hubiera sido un gran Quesón pero mis viejos me pusieron Santiago, un error, no hubiera sido un Quesón de la talla de Delfino o Sandes, pero sí uno como Eisler, tendría que llamarme Carlos, quizás sería “Charly Charpentier”. ¿Así que te dicen Quesona Rubia? Eso significa que hay una morocha.
- Sí, hay una, es Carla Conte, pero prefiero no hablar de ella.
Carla se acercó a Chano y puso sus pies encima del músico, este empezó a besarlos y chuparlos, y la rubia se puso encima, el Chano generalmente se inhibía sexualmente cuando consumía una gran cantidad de drogas, pero no fue este el caso, los pies de Carla sobre su rostro sirvieron como gran estimulante sexual, y la pija se le paró, y entonces cogieron de una manera espectacular, fue algo sublime, Chano nunca disfrutó tanto, y en su historial tiene muchas cogidas dignas de ser recordadas.



Al terminar el sexo, Chano estaba aún más eufórico y contento que antes, miró a Carla y le dijo:
- ¿Vos no estabas muerta? ¿No te había asesinado un basquetbolista? Yo algo leí en un blog de internet, escrito por un tal Carlos Queso, Carlos Quesote o Carlos Quesón, algo así.
- Quizás era un clón mío, ja, ja, aca si hay alguien muerto, ese sos vos – dijo Carla.
Y Carla se dio vuelta, y cuchillo en mano, con un cuchillo gigantesco, se tiró encima del Chano, y le clavo el cuchillo en el pecho, y a continuación, le aplicó más de cien cuchillazos, lo destrozó a cuchillazos al Chano, cuyo cadáver quedó totalmente ensangrentado.
- Queso – dijo Carla Romanini mientras tiraba el Queso sobre el cadáver de Chano.
La asesina se fue del lugar tan misteriosamente como había llegado, sabiendo que aquello no fue un simple asesinato más en su larga y sangrienta lista de crímenes, fue una verdadera ejecución, un acto de justicia.


LA ASESINA DE MATÍAS SESTO


Se habían conocido la noche antes, de casualidad, en la presentación de un evento deportivo. Ella era Carla Romanini, una modelo rubia y bella; el era Matías Sesto, un basquetbolista, de un equipo menor, lejos de las grandes competencias de ese deporte. El solo quería tener sexo con ella, y lo había conseguido, consiguió que lo fuera a visitar a su departamento. Y tuvieron una relación sexual muy salvaje y apasionada, que incluyó fetichismo de pies, y una suerte de juego sexual intenso, ella olió, lamió, besó y chupó los pies del basquetbolista, el hizo lo mismo con las tetas, el culo y todo el cuerpo de la modelo, hubo cosquillas, patadas, golpes, sexo violento, hasta la penetración. Pero aunque el disfrute y el gozo de ambos fue mayúsculo, terminó. El se quedó en el dormitorio, mientras ella fue a vestirse para irse.
Carla se puso los guantes negros, y tras hacerlo, abrió un bolso, del cual extrajo un cuchillo muy largo y filoso, en realidad era uno de esos cuchillos al que se denominan machetes. Sostuvo el cuchillo con la mano derecha, mientras con la mano izquierda, agarró un Queso. Con el cuchillo en una mano y el Queso en la otra, Carla comenzó a avanzar hacia la habitación de Matías.


En forma silenciosa, tratando de no llamar la más mínima atención, Carla ingresó a la habitación de Matías, pero el basquetbolista no estaba allí. Carla escuchó el ruido de la ducha y se dio cuenta que Matías se estaba bañando. La asesina entonces se dirigió al cuarto de baño. Siempre con el cuchillo en una mano y el Queso en la otra.
Matías se estaba bañando y escuchó que alguien entraba al cuarto de baño. El basquetbolista corrió la cortina de la ducha, y vio a Carla, ante el, con el cuchillo y el Queso.
- ¡Carla! – exclamó el muchacho - ¿Qué haces aca? ¿Qué queres ahora?
- Vine a asesinarte, Matías – fue la fría respuesta de Carla.


En un rápido movimiento, Carla le clavó el cuchillo a Matías en el pecho, se lo atravesó literalmente hasta que la punta salió por la espalda. 
- ¡Caaaaaarrlaaaaaa! – exclamó el basquetbolista, mientras la asesina le asestaba la cuchillada.
La herida fue muy profunda, Carla sacó el cuchillo, y le asestó una segunda puñalada, aún más profunda que la anterior. El basquetbolista, con sus dos metros de altura y sus enormes pies, se desplomó sobre la pared, mientras su cuerpo descendía al piso. La asesina le asestó una tercera herida, ahora un profundo corte en el cuello, si le hubiera dado solo esa, hubiera bastado para asesinarlo. El basquetbolista quedó muerto , y su última expresión fue una mirada a su asesina.
- Queso – dijo Carla, mientras tiraba el Queso sobre el cadáver de su víctima.


La ducha siguió corriendo, y la asesina dejó abierta el agua, mientras abandonó la escena del crimen, con una impunidad  total y impunidad, dejando la puerta del baño abierta y cerró la puerta del departamento sin llave. 
- Fue como asesinar a Matías Fioretti, como me gusta asesinar a estos tipos - dijo Carla en voz alta.
El hecho de que el agua siguiera funcionando sin parar, produjo que el departamento se inundará, y el enorme cadáver del basquetbolista asesinado, con sus dos metros y sus pies talle cincuenta, comenzó a flotar. Así, empezó a salir el agua, hacia los pasillos del edificio.
Cuando esto ocurrió, hacía ya algunas horas que la asesina había dejado la escena del crimen. Las vecinas de aquel piso del edificio, todas señoras ancianas, se asustaron al ver salir el agua, y pidieron al portero que fuera a ver que ocurría en el departamento de Matías, el Basquetbolista. El portero así lo hizo, y al abrir la puerta del departamento, salió el agua, y el cadáver del basquetbolista flotando, con el Queso encima.
El portero y las ancianas se horrorizaron. 
- La rubia – dijo el portero – la rubia que salió, esa es la asesina.
- Un asesinato más de Carla, la sanguinaria Quesona Asesina – dijo el Comisario Miguel, resignado, al visitar la escena del crimen - ¿Quién será el próximo deportista en ser asesinado?.



LA ASESINAD DE MATÍAS DEFEDERICO


De baja estatura (1,68), el futbolista Matias Defederico alcanzó más notoriedad por haber estado casado con Cinthia Fernández que por su mediocre trayectoria futbolística, que incluyó equipos como Huracán, Independiente, Nueva Chicago y Agropecuario de Carlos Casares, en todos con un nivel pobre, además de otras instituciones, como el Corinthians de Brasil, Al Dhafra de Dubai, el Eskişehirspor de Turquía y la Universidad Católica de Ecuador. 



Una tarde, regresó a su departamento. Le llamó la atención que Rafael, el portero paraguayo, no estaba aquel día, en cambio había un viejito, como de noventa años, pero con una vitalidad asombrosa, el viejito le dijo:
- ¿Usted es Matias Defederico? Dejaron estos cuadros para usted.
El futbolista agarró un paquete y al llegar a su departamento, los abrió, eran dos cuadros, titulados “el asesino de Cinthia Fernández”, en uno, la vedette olía los pies de Carlos Matías Sandes, su asesino, en el otro, el basquetbolista se disponía a asesinarla con el machete. Defederico quedó aterrorizado, además junto al paquete, había un Queso, un enorme Queso. El futbolista quedó tan presa del pánico, que apenas pudo moverse, y desesperado, agarró unas pastillas para dormir, y se quedó dormido.
Durmió profundamente, y pareció hacerlo durante más de un día entero, el sueño fue muy placentero y lo vivió como si fuera real. Matías estaba en un lugar como la antigua Grecia, rodeado de doncellas, el estaba acostado sobre un diván y todas lo servían, tenían sexo con el, hasta que una rubia muy bella se acercaba a el, y tras jugar con cosquillas en todo el cuerpo, cogían de manera muy placentera, pero al terminar la cogida, la rubia le decía: “Lo siento, pero te dí gozo porque ahora debo asesinarte”, y ahí la rubia ponía una espada sobre el cuello del futbolista, y se disponía a ejecutarlo, y le decía “Todos los hombres que pisan esta isla, deben entregar su cabeza”.



- ¡Nooooooooooooooooo! – gritó Matías, despertándose bruscamente de la pesadilla, abrió los ojos con dificultad, estaba como perdido, y vio en su habitación a una rubia, una rubia muy bella, preciosa.
- Hola Matías.
- ¡Nooooooooooooooo! ¿Qué significa esto? ¡Sos la rubia del sueño! ¡La asesina!
- Claro, soy la Quesona, la asesina de los Matías, Vine a asesinarte, lo siento, Matías Defederico, pero tengo que hacerlo.
- ¡Noooooooooooooooo! – grito aterrorizado el futbolista, que intentó moverse, pero estaba atado, y no pudo moverse en la cama.
Carla descargó sobre el toda su furia asesina, fueron como treinta o cuarenta puñaladas, una tras otra, y al finalizar, la asesina tiro un Queso sobre su cadáver, diciendo en voz alta:
- Queso. Matías DeFederico – dijo Carla Romanini.
Con total impunidad, Carla, la asesina de los Matías abandonó la escena del crimen, sin la satisfacción de otros asesinatos, como quien cumple con una obligación y listo,  considerando que había sido una víctima de poca monta, preguntándose ahora, ¿Quién será el próximo?


Comentarios

  1. un relato breve, quizás repetitivo, Carla, la asesina, vuelve a asesinar a Matías, un basquetbolista, bajo la ducha, es repetido sí, pero las asesinas seriales repiten conductas, y esta asesina le encanta hacer esto, asesinarlos así, tirarles un Queso, y dejar que se inunde todo, pobre Matías Sesto, pero la asesina no perdona a nadie, y sí te llamas Matías, corres serio riesgo

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  2. un día uno de nosotros va a aparecer como víctima de esta asesina, yo paso, y no me llamo Matías, aclaro

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  3. googlee un poco, encontre un basquetbolista, medio jovencito, pero a esta Carla le gusta la sangre joven, Matías Solanas, y además, Matías Rossi, un automovilista, y no olvidemos al actor Matías Santoianni, y Matías Defederico, que podría ser considerado viudo de la quesoneada Cinthia Fernández, o sea que esta asesina tiene mucho material por delante, ja, ja, el cuento, aunque repetido, esta bueno, te dejaría tres puntos sobre cinco si tuviera que calificar

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  4. "pobre Matías Sesto" te compadeces de una víctima Carlos Quesón? hace poco también dijiste "pobre mina" en algún relato,

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  5. un queso para más Carla Romanini

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  6. si el cuento justificaba las fotos de Carla entonces esta perfecto, ya que proponen víctimas, propongo a Matías Lammens

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  7. en otro cuento de esta Carla, propongo que la asesina le este dando de comer Queso a su víctima, y mientras este mastica el Queso, le clava el cuchillo, y le dihga "lo siento pibe, pero soy una asesina"

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  8. Es como Psicosis, pero al revés. Es una asesina quien mata y un hombre es la víctima.
    Y antes le dio placer.

    Lo de Matías Deferico puede ser una venganza frustrada. Al principio logra atraparla y la somete, lo que a ella no le afecta. Y aparecen un par de clones de ella como aliada. O justo llegan otras Carlas, porque tenían planeado reunirse.

    Matías Santoiani. Ella le da una oportunidad, si suplica que lo deje vivir, como si fuera una ficción. Tiene tres oportunidades. Pero este Matías actúa mal.

    Para Carla Rebecchi. Alguien irrumpe en el vestuario de las Leonas, buscando vengarse de Carla Rebecchi. Pero ella no está. Y se le da por la lujuria, al tomar como prisioneras a las jugadores. Puede ser que empiece a disfrutar, cuando llega Carla. Y game over.

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  9. En lo particular, veo que Carlos, el autor de todos estos cuentos, no sabe otra cosa que contar sobre asesinatos y quesos. Tiene un fetiche, no sé si narrativo o en su vida personal, sobre pies oliendo a queso. De tal manera que sus publicaciones me han llegado al aburrimiento. Ni siquiera es cuidadoso en la escritura, sólo escribe y tan pronto lo termina lo publica. Quería expresar mi opinión nada más, veo que a muchos les gusta.

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    1. Es una objeción, con cierto fundamento.
      Aunque se podría tener en cuenta que se trata de un blog de fanfictions, con la temática de sexo, que podría ser más descrito, y asesinatos. Los pies se han convertido en órganos sexuales extras. Tanto que los personajes pueden tener sexo simultáneamente con tres mujeres. Y lo del olor puede ser producto de un alto nivel de feromonas. Tan alto que tienen un efecto hipnótico en sus víctimas.

      Las Carlas asesinas de los relato tienen algo de mujeres fatales.

      Este relato es de los breves, otros más extendidos cuanta con elementos extras. Como vampiras que son las promotoras de los asesinatos, prolongan su existencia y se mantienen jóvenes bebiendo de las sangres de las víctimas. Las más admiradas por los lectores son Lady Dumitrescu y la Marquesa de Ávila.

      Y hay cómplices, como las Santillanas. También está el tema de la clonación.

      Y apareció lo de que los comentaristas aparezcan como personajes.

      Relatos más prolongados.
      El asesino de Daniela Cardone, El asesino de Kate Moss, El asesino de Jennifer López, Las asesinas de Pablo Cosentino.

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    2. ¿Y porqué todos los asesinos de mujeres se llaman Carlos? ¿Tal vez el autor del blog sea el mismo un asesino? ¿Porqué los Quesos? ¿Un simple delirio por el arte quesero?

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    3. Creo que eso está explicado en la entrada que aparece en el blog, en la página principal.
      Funciona bien que todos los asesinos tengan el mismo nombre. Y Carlos, con sus variaciones en distintos idiomas, es tan bueno como otros. Le da el sentido de que es como un destino al tener ese nombre. Y funciona porque es un nombre que tiene una versión femenina, Carla, que suena bien.

      Debe haber algo más con el queso. Porque estoy viendo Scream Queens, serie en que una de las protagonista, la malvada Chanel escribe en una chica con exceso de peso, la palabra Cheese (queso).

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  10. Podría ser el relato La asesina de Diego Torres y el asesino de Debora Bello.
    Herido por esta Carla, Diego Torres se lamentaría cantando. -Ay de miiií. Esta maldita...Caaaarla. Y ahí recibe un ataque mortal.
    El cómplice podría ser Sandes o Schattmann.

    La misión letal terminaría con sexo Carla-Carlos, respetando el pacto, un poco saciados por los asesinatos.

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  11. Una Carla o una Ravelia, para el detestable economista Javier Milei. Alguien que hizo llorar a Sol Pérez. Carlos Bossio la liquidó, sin dudar, pero no la hizo llorar, aunque sí suplicar.

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  12. Original relato de terror y asesinato... Me despistó lo del queso... Saludos cordiales, Rafa Núñez


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